▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
"My old man is a bad man, but
I can’t deny the way he holds my hand
And he grabs me, he has me by my heart"
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂‘Envíame muchas fotos, muchas’ le había dicho Hera con Jäger en brazos. ‘Quiero verlas a todas’.
Lulú besó dulcemente la cabeza poblada por unos pocos mechones oscuros del bebé, la mejilla de Hera y con cartera en mano y el cuarzo apretado entre los senos, salió de la habitación, de la residencia y pronto, después de un recorrido lleno de música y un intercambio de mensajes, Caleb estacionó en la entrada de ese local texano y ella desembarcó del auto, avistando a su amigo Ciro parado bajo el nombre Dolly’s Station tallado a lo largo de un tronco de madera falso.
Antes de cerrar la puerta, le confirmó a con un asentimiento a Caleb que le avisaría cuando este lista para regresarla sana y salva a casa.
Lulú aún no se acopla a la dinámica de ser parte de una familia y ser tomada en cuenta, como un miembro más.
—Hola, ¡Ciro!—exclamó, brazo en lo alto, taconeando las botas de diseño exclusivo de mariposas que Hera le regaló para la noche—. ¿Qué haces aquí parado solo.
El muchacho de tez morena y ojos tan puros como el chocolate derretido, se encogió de hombros, contemplando con disimulo el vestuario, desde el sombrero lila, pasando por la camisa a cuadros púrpura y negros anudada al pecho y el pantalón claro cadera baja que exponía el abdomen abultado de Lulú y las botas blancas y negras de las que nada más veía la punta.
Ciro no había visto a nadie más, pero supo que nadie lucía mejor que su amiga. No lo dudó.
—Te estaba esperando.
Lulú le da una ligerísima palmada en el brazo y lo invita a caminar a su lado.
—Hubieses pasado, ¡le dije a Christine que añadiera tu nombre a la lista!—le recordó—. Los conoces a todos.
Era cierto, Lulú invitaba a Ciro a cualquier fiesta, era un chico solitario, como ella en la universidad. Ninguno atendía a la promesa de ser el alma en las celebraciones ni festivales, la gente desconocida le ponen los pelos de punta.
—Bueno, pero ya estás aquí—su sonrisa se esfumó al voltear el rostro y dar de frente con un animal de su tamaño—. ¡Ay, una vaca! Me asustó.
Ciro se echó a reír al verle la expresión de terror de Lulú disiparse, dándole paso a la curiosidad.
—Se llama Dolly—le informó el guardia de seguridad, apuntando a la figura, donde una campana con el nombre inscrito en negro le cuelga del cuello.
Lulú percibió un peso en el pecho mientras detallaba al animal. Era terrorífico lo real que se miraba, tanto, que se abstuvo de pasarle una mano por la cabeza para acariciarle los pelos.
—Hola, Dolly, das miedo, bonita—su risa tembló. Trasladó la atención al sujeto—. Buenas noches, Lulú Fernandes y Ciro Quispe.
El tipo pasó un ojo a la lista, curvó una ceja con sospecha.
—¿Identificación?
ESTÁS LEYENDO
Una Mariposa Para Lulú |Spin-off|
Roman d'amour《NO LEER SI NO VAS AL DÍA CON THE RIGHT WAY》 Lulú tiene 20 años. Helsen 32. Lulú ha tenido una vida dolorosa. Helsen, no tanto. Lulú no tiene experiencia en el ámbito sexual. Helsen, tiene para su vida y unas cuántas generaciones más. Lulú ha derroc...