El domingo, Severus se despertó con una sonrisa pensativa que gradualmente se agrió mientras reflexionaba sobre si conseguiría el trabajo en la biblioteca o no, y refunfuñando mientras intentaba peinarse después de ducharse. Al decidir que su uniforme escolar blanco y sus pantalones negros eran adecuados para el día, se preguntó brevemente si también tendría que llevar corbata.
Pero seguro que no sería una entrevista tan dura, ¿verdad? ¿Los bibliotecarios necesitan siquiera ser entrevistados? ¡Solo quería comenzar con su proyecto de hechizos y estar lejos de la atmósfera cada vez más sofocante de Spinner's End, eso es todo!
Suspirando, puso su corbata de Slytherin en su cartera, comprobando su dinero muggle por última vez (con la esperanza de que fuera suficiente para el viaje a la ciudad y el regreso a casa) y su varita antes de bajar las escaleras donde su madre estaba preparando el desayuno. Empujó un tazón de avena tibia hacia él con una ceja levantada y lo dejó solo, dirigiéndose al sótano donde trabajaría en algunas de las pociones que había recibido.
Cuando su padre se sentó frente a él, Severus apenas pudo contener la sorpresa, luchando por tragar la última cucharada de avena.
"Pensé que dijiste que ibas a la biblioteca", dijo Tobias, mirándolo de pies a cabeza con sospecha.
Severus bebió todo su vaso de agua antes de responder: "Es mejor usar ropa formal, por si acaso". Tomando su tazón, lo lavó junto con las ollas que usaba su madre y las dejó colgadas en el estante junto al fregadero.
"Me voy, papá".
Tobias simplemente gruñó mientras comía su desayuno. Poniendo los ojos en blanco, el chico se puso los zapatos y se fue a la parada del autobús, tomándose su tiempo para anudar parte de su cabello en una razonable cola de caballo.
Realmente esperaba que el maldito vehículo no tardara en aparecer.
Afortunadamente, no sucedió nada importante en su viaje al Londres muggle y una vez que el autobús se detuvo frente a la biblioteca pública, Severus no pudo ocultar su sonrisa al ver el cartel de 'Se necesita ayuda' antes de entrar a la premisa.
Una anciana estaba limpiando las estanterías cerca del mostrador de registro/salida. En él se mostraba una placa de identificación, escrita 'Rose Davis'.
"Uh... yo-yo estoy aquí por el trabajo", comenzó, evitando su mirada severa. Podía sentir cómo ella lo inspeccionaba críticamente por todas partes, chasqueando la lengua en su viejo bolso y su cola de caballo desordenadamente atada. Después de unos minutos, tarareó con desinterés, guardó la pluma para quitar el polvo y se sentó en su silla detrás del mostrador.
"¿Cuál es tu nombre?" ella habló, con una pluma lista para escribir en su mano.
"Severus Snape".
Sus cejas se levantaron con curiosidad, "¿Eres bueno con la catalogación?"
Casi se burló allí mismo, "Absolutamente".
"¿Escribir y leer?"
Se preguntó si esto realmente era una pregunta de entrevista real o si el bibliotecario solo estaba jugando con él. "Escribo bastante bien y me encanta leer", fue lo que dijo en cambio, apenas conteniendo su sarcasmo.
"¿Mecanografía?"
Severus se quedó en blanco sobre eso. La Sra. Davis simplemente arqueó una ceja ante su reacción divertida.
"...Puedo aprender. Si quieres enseñarme, eso es." Oh, Severus odiaba cuando no sabía algo que se suponía era de conocimiento común. Por otra parte, realmente no tenía ningún deseo de tomar Estudios Muggles ya que su familia ya tenía uno, aunque era un ejemplo bastante horrible de ellos.
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El Príncipe Cortado
Fanfic(Ambientada justo después del peor recuerdo de Snape) Severus Snape estaba decidido a no ser pisoteado por otros, especialmente después de la última humillación de James Potter y Sirius Black. Pero ¿hasta dónde llegaría para buscar su venganza? Obra...
