El Príncipe Cortado

Capitulo 8: Asuntos Obstinados

La castración de Sirius Black (a falta de una palabra mejor) se extendió como un reguero de pólvora en la mesa de Slytherin.

Los estudiantes que se sentaron cerca de Severus y sus amigos inclinaron sus oídos para escuchar la extraña historia, transmitiendo la información más reciente a los demás entre risas y sonrisas. Regulus, el único otro miembro de la familia, se reía como un loco mientras Severus contaba su encuentro con el adolescente repudiado.

"Bella te elogiaría por esto," jadeó, golpeando ligeramente el hombro de Severus con alegría, "bueno; realmente debería haberlo visto venir. No eres un Slytherin por nada, Snape, y por una vez estamos orgullosos de ello". Compartió una sonrisa de satisfacción con el resto de los estudiantes de verde y plata antes de que prestaran atención a lo que el Sr. Crouch estaba a punto de decir en la Gran Mesa.

"Como todos saben, este estudiante finalmente regresó después de estar desaparecido desde principios de agosto", comenzó el oficial, mirando de reojo al niño desgarbado que había bajado la cabeza como si estuviera avergonzado.

"Fue capturado por las autoridades muggles, no por su equivalente de nuestros Aurores, pero..." hizo una pausa, midiendo la reacción de todos por un momento, "... el Departamento de Control de Animales".

Severus notó alegremente que los estudiantes nacidos de muggles en cada casa se quedaron boquiabiertos mientras los demás discutían de qué se trataba. Luego se giró para ver cómo se comportaban los miembros de su Casa y sonrió mientras aún trataban de bajar el tono de su risa. Ahora, los Slytherins eran en su mayoría sangre pura con algunos mestizos aquí y allá, y podrían haber despreciado a los muggles, pero incluso entonces sabían que no debían meterse con sus contrapartes no mágicas.

"Este chico de aquí no solo rompió el Estatuto del Secreto, sino que tampoco cumplió con las leyes de las procesiones de Animagos, que es registrar sus formas al completar su entrenamiento", dijo el Sr. Crouch, "Por suerte o por desgracia, alguien logró informar a los muggles sobre su comportamiento rebelde de abusar de sus poderes y, por supuesto, habían tomado las medidas correctas de acuerdo con su ley". Sus fríos ojos azules miraban deliberadamente la mitad inferior de Sirius y sacudió la cabeza con una mueca.

"Me gustaría que lo expulsaran de inmediato, pero creo que el castigo que le dieron esos muggles fue más que suficiente, y si eso no te impidió desafiar el Estatuto, creo que prefiero dejar que ellos se encarguen de ti. . A partir de esto, Sirius Orion Black-"

"¡Él ya no es un Black!" Gritó Regulus y todos se giraron hacia él con varias expresiones de molestia y contemplación. "Walburga Black lo ha repudiado; ahora es un Potter" —prosiguió y así, la atención se centró en el único Potter de la escuela—.

Severus apenas pudo contener su sonrisa al ver que el rostro de James Potter se volvía blanco como la nieve bajo cientos de miradas. Incluso Remus Lupin y Peter Pettigrew se alejaron ligeramente del arrogante chico.

"Bueno, entonces, Sirius Potter -" el Sr. Crouch continuó con calma como si nada hubiera pasado, "se le dará un collar que rastrea si está usando su forma animaga dentro y fuera de Hogwarts. Solo podrá cambiar cuando termine sus estudios e incluso entonces dudo que realmente lo use para siempre. Eso será todo, gracias." Él y su compañero de trabajo sacaron un collar rojo y lo sujetaron alrededor del cuello de Sirius.

Severus tomó nota de cómo los amigos del chico caído en desgracia compartieron una mirada horrorizada entre ellos, aparentemente se habían dado cuenta de que no podía unirse a ellos en su cruzada ilegal mensual.

Uno abajo, faltan tres.

Aunque tal vez no había necesidad de preocuparse por Pettigrew al respecto; sabía lo cobarde que era el chico corpulento y pronto intentaría buscar la protección de otros estudiantes. Se preguntó si Pettigrew era en realidad un Hat-stall durante la Selección.