El Príncipe Cortado

Capitulo 48: Pesadilla

Albus Dumbledore estaba preocupado.

La Orden del Fénix, para su consternación, estaba perdiendo a sus miembros con bastante rapidez debido a que algunos de ellos fueron asesinados durante las peleas con Tom Riddle y sus mortífagos. En ese momento, recibieron la noticia de que toda la familia McKinnon fue asesinada y algunos incluso dijeron que Tom estuvo presente en tal evento.

Incluso su amigo más antiguo, Elphias Doge, fruncía el ceño cada vez que llegaban los informes. Albus notó con tristeza que algunos de sus compañeros pensaban que necesitarían un milagro para sobrevivir al día siguiente. Aquellos que aparentemente continuaron teniendo grandes esperanzas de ganar la guerra fueron los jóvenes, aquellos que solo tenían entre 20 y 30 años. Se preguntó cuánto duraría esta guerra.

Albus había escuchado rumores de que Lord Voldemort, Tom Riddle, estaba en camino de alcanzar lo imposible y se preguntaba si sus sospechas eran ciertas. Tenía algunas conjeturas, pero no trabajaba con meros pensamientos. No, necesitaría pruebas mejores y más concretas. Haciendo un ligero contacto visual con su protegido prometedor, luego despidió la reunión con un movimiento de su mano.

"James, muchacho," saludó después de que el resto de los miembros de la Orden salieran de La Cabeza de Puerco. Por el rabillo de sus ojos azules, vio que Aberforth estaba limpiando las tazas recién usadas en la cocina.

El hombre de anteojos asintió brevemente antes de tomar asiento, "¿Para qué me quiere, profesor Dumbledore?"

Ante eso, Albus se rio de buena gana antes de preguntarle a James sobre la condición de su esposa, quien ahora tenía que quedarse en casa mientras su embarazo avanzaba. El rostro del joven se iluminó ante la pregunta y la sonrisa de Albus fue genuina cuando James le dijo que su hijo podría ser luchador.

"Ya no soy profesor, pero sin embargo, esta conversación que quiero contarles no es para hablarla aquí", dijo Albus con una sonrisa. Tomando la mano de James, los dos hombres se aparecieron en la casa de Dumbledore en el Valle de Godric. Al entrar a la casa, el mago mayor condujo al joven Auror a una de las habitaciones de arriba y sus ojos azules brillaron mientras James fruncía el ceño al cuenco de piedra sobre el escritorio de madera.

"Debes haber escuchado la propaganda de que Voldemort había alcanzado la verdadera inmortalidad, ¿no?" preguntó Albus mientras tomaba algunos frascos de vidrio llenos de hilos plateados de los estantes, a lo que James solo asintió.

"¿Es realmente cierto, profesor? ¿Qué es indestructible?"

"Quién sabe", dijo Albus distraídamente mientras miraba un frasco antes con un zumbido, acercándose a la mesa de madera, "Pero incluso la verdad se esconde en lugares inesperados, como los rumores. Y por eso te llamo aquí, James. Para derrotar a nuestro enemigo, debemos conocer su historia; de lo que primero los lleva a cometer tal acto". Con eso, inclinó el hilo plateado y se sumergió en el Pensadero junto a James Potter.

Sin que ellos lo supieran, un par de pequeños ojos negros los miraban desde el rincón en sombras de la habitación.

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Lord Voldemort no pudo evitar estremecerse de miedo al escuchar lo que Nagini le había dicho mientras Peter Pettigrew informaba a Severus Prince del plan más reciente de la Orden en su lugar de reunión; la cabaña detrás de la Biblioteca Británica.

Estando en su forma humana, el Señor Oscuro hizo todo lo posible para actuar desinteresado con la conversación, pero la idea de que Albus Dumbledore sospechaba de él por tener múltiples Horrocruxes y tratar de encontrar una manera de destruirlos era completamente aterrador y se sentía como si tuviera casi los once de nuevo, cuando el maldito mago viejo entró en su habitación en el orfanato y mágicamente quemó su guardarropa.