Después de que Liam le diera de comer a Lydia debido a que no la soltó de los amarres en sus brazos ni piernas, prefirió darle de comer él mismo, a lo que éste no le molestaba absolutamente en nada.
-Bueno Lydia..., para que esto funcione, tenemos que saber como manejar nuestra situación, por eso te diré que es lo que no debes de hacer ¿Está claro? -Dijo pensativamente.
-¿Pero qué...? -Frunció el ceño.
-Primero, no tienes que gritar, no desearía que te dañes tus cuerdas vocales por querer pedir ayuda o algo por el estilo, porque nadie te escuchará como te dije antes... -Explicaba mientras no me quitaba la vista de encima.
-Está bien... -Decía seriamente.
-Segundo, una vez que te suelte de tus amarres, no quisiera que tuvieras la maravillosa idea de atacarme, no te conviene -Sonreía cínicamente -Ni mucho menos me ganarías en una pelea, porque lo primero que haré será inmovilizarte, no te haría daño, nunca te lastimaría -Decía con una leve preocupación que se notaba en su rostro -Así que no quiero que lo intentes, ni mucho menos que lo pienses mi amor.
-Trataré... -Sonreía tratando de molestarlo, pero solo consiguió que éste volteara sus ojos hacia arriba.
-Tercero, esta es la más importante mi vida, quiero que jamás, pero jamás... JAMÁS.... trates de escapar de mí... -Observaba los ojos de ella, a lo que sólo consiguió una mirada temerosa de Lydia -No quiero que intentes romper aquella puerta... -Apuntaba la puerta atrás suyo -No quiero ni que subas siquiera un peldaño de la escalera... -La miraba detenidamente -O si no me verás obligado a hacer algo que no quiero -Dijo seriamente -Si sales de este lugar, te prometo que a donde vayas, yo estaré ahí para recuperarte y llevarte de vuelta aquí... ¿Dime si entendiste? -Esperaba alguna respuesta, pero sólo recibió un silencio por parte de ella -Lydia..., dime si entendiste lo que te acabo de pedir.... -Dijo ansiosamente.
-S..si... -Tartamudeaba por el temor que le invadió en ese instante.
-Gracias mi amor -Le acarió la mejilla -Iré a lavar esto... -Se levantaba de la cama junto con la bandeja en la que venía la comida antes -Y ahí podremos hacer todo lo que tu quieras... -Le sonreía mientras se iba por las escaleras.
Luego de un leve tiempo, bajó junto a las llaves de las cadenas que atrapaban a Lydia en su mano izquierda y al acercarse a ella, le desató primero los brazos y luego se dirigió hacía sus piernas y cuando éstas estaban libres al fin, lo primero que observó que una de ellas la empujó hasta caer al suelo.
Lydia corrió con todas sus fuerzas hacia la escalera, pero unos brazos la retuvieron desde su cintura antes de llegar al primer peldaño de la escalera a lo que ella trató de forcejear con él, pero no pudo hacer completamente nada, debido a que éste la levantó del suelo mientras seguía reteniéndola de atrás.
-¡Ya suéltame maldito pervertido! -Trataba de pegarle, pero fue una pérdida de tiempo -¡¡Ya suéltame!!
-Ay... Lydia... Lydia... -La retuvo en la pared junto al lado de la puerta -¿Querías abandonarme...? -La volteó para que ella lo mirara a los ojos -¿Tan pronto...? -Decía con una falsa tristeza.
-¡¡Eres un maldito!! -Le intentaba pegar para poder salir de su agarre, pero éste fue más ágil y tomó ambas muñecas, aventándolas suavemente contra la pared -¡¡Quiero que me sueltes!!
-¿Qué no has entendido Lydia? -La miraba con el ceño fruncido -Jamás te dejaré escapar de aquí... -Se acercaba a su rostro lentamente -Y si es que pudiéses de alguna forma escapar de este lugar..., yo movería mar y cielo para solo buscarte a tí... -Le decía mientras bajaba su mirada hacia los labios carnosos de ella -No puedo permitir que alguien te separe de mí..., ni mucho menos que tú te escapes mientras estás aquí conmigo... -Le menciona hasta que acerca sus labios, aventándose contra los de ella sin dejarle escapatoria alguna.
El beso fue apasionado al principio, pero con los segundos que transcurría, el beso se iba volviendo cada vez más suave, él seguía hasta que ella accedió y fue relajándose dejando esa postura tensa que tenía ella hace un instante atrás y dejó de luchar contra él.
-¿Pero qué haces? -Volteó su rostro a un lado al pensar en lo que había hecho hace poco -Yo n..no... -Se sonrojaba un poco al estar tan cerca de él -No quiero que m..me beses otra v..ez... -Trataba de hablar claro, pero no pudo por lo nerviosa que se encontraba..
-Tranquila mi amor... -Se reía levemente -No tienes que sentirte nerviosa por esto -Sonreía de lado a lado -No tienes por qué sentirte de esa forma..., eso es lo que hacen las parejas -La tomaba con ambas manos el rostro de ella -No te preocupes princesa...
-N..no.. no..., esto está mal... -Trataba de no mirarlo a los ojos -Yo no siento nada por ti y tú no deberías dejarme encerrada en este lugar... -Decía tratando de convencerlo y de convencerse a sí misma a pesar de que sabía muy bien que todo aquello estaba mal, pero por un instante le gustó de alguna forma estar con aquel tipo que se le parecía tan atractivo ante sus ojos.
-¿Pero que dices...? -Fruncía el ceño levemente -Tú sabes que yo te amo y sé que tú en algún momento tú podrías llegar a amarme como también yo lo hago por tí... -La tomaba con un poco más de fuerza en las mejillas de ella, a lo que ella solo volteaba su mirada hacia otra parte -Lydia..., ey..., Lydia..., no quiero que dejes de mirarme nunca... -Trataba de que volteara a verlo, pero ella solo cerró sus ojos -¿Lydia...? -Decía triste.
-Déjame..., me estás lastimando... -Decía apenas inaudible.
-Oh..., perdón... -Vió que estaba aplicando un poco más de fuerza en su agarre, por lo que dejó de tomarla de su rostro, a lo que solo llevó su mano hacia la cintura de Lydia y la tomó en brazos para llevarla a la cama nuevamente -Perdón Lydia..., te juro que lo que menos quise era lastimarte...
-No quiero volver a esa cama... -Trataba de soltarse del agarre de él, pero no pudo hacer nada.
-Estarás bien mientras estés aquí... -La dejaba en la cama y amarró otra vez sólo las piernas de ella, dejando sus brazos totalmente libres para no sofocarla tanto con esta situación -Sólo estarás amarrada de tus piernas en caso de que decidas hacer lo de antes...
-¿Es en serio? -Decía molesta.
-Lo lamento cariño...-Se dirigía a la puerta -Pero solo quiero protegerte y que estés conmigo aquí... -Estaba a punto de cerrar hasta que escuchó la voz de su princesa.
-Pe..pero... ni siquiera sé tu nombre...
-Me llamo Liam -Sonreía -Liam Robertson -Cerraba la puerta tras de él mientras subía las escaleras hasta llegar a su habitación en la cuál se encontraba un monitor que mostraba el sótano dónde estaba Lydia encerrada -Tu novio y futuro esposo... -Susurraba para sí mismo mientras la observaba por las cámaras.
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¿Confiarías en mí?
JugendliteraturAquella historia trata sobre la obsesión inmensa ante la vida de Lydia Gardner, cuya chica, quién era común y corriente al resto, pero él vió algo más en ella... algo que lo llevó a cometer locuras por ella. Ella es su principio... su final... su pe...