𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑° 𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚 - 𝐀𝐥𝐮𝐜𝐢𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧

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Estoy agotado, hoy fue un día muy cansador con todo el papeleo de la herencia familiar, es tan... aburrido... tener que pensar en ellos.

𝔽𝕝𝕒𝕤𝕙𝕓𝕒𝕔𝕜: ℍ𝕒𝕔𝕖 𝟠 𝕒𝕟̃𝕠𝕤 𝕒𝕥𝕣𝕒́𝕤

Liam era un pequeño muchacho con solo 12 años de edad en ese entonces. No le gustaba estar con nadie, pero era un chico brillante en la escuela, no hablaba mucho debido a su familia disfuncional que pasaban todo el día trabajando y a veces discutían por cosas sin sentidos, por lo que el pequeño sufrió una más de las golpizas que le dió su padre al estar discutiendo con su madre nuevamente, ella sólo se quedó observándolo por unos pocos segundos y siguió mirando su periódico sin importarle lo que le hicieran a su propio hijo todos los días en aquella mansión.

Liam no soportó más y esperó a que fuera la hora de dormir, a lo que él bajó hacia la cocina a las 3:24 de la mañana y se sacó uno de los cuchillos carniceros que tenían en unos de los muebles, entonces subió a la habitación, todas las luces estaban apagadas y una vez al adentrarse en el cuarto de sus padres, se acercó a su padre y lo observó detenidamente, sacaba su cuchillo sigilosamente y le enterró con firmeza en el estómago de éste a lo que el padre escupía sangre de la boca, pero Liam siguió apuñalándole una y otra y otra vez hasta que la madre despertó asustada por los ruidos, por lo que encendió la pequeña lámpara que tenía al lado suyo y cuando miró toda la sangre desparramada en la cama la espantó lo suficiente como para echarse a correr, hizo lo que pudo, pero su hijo la perseguía con una sonrisa macabra tras suyo y al voltear a verlo, se tropezó por las escaleras al no haber puesto atención al frente de ella.

Se quedó en el suelo al recibir tal golpe al caer por las largas escaleras, pero al ver a su hijo, la asustó bastante, por lo que trato de arrastrarse y una vez que se quiso levantar, Liam le cortó los talones, rompiéndole el tendón de Aquiles a su madre, la sangre fluía por todo el suelo, sólo se escuchaban los gritos desgarradores de aquella mujer que siempre lo despreció a lo que él, sonriente, se acercó a ella y le hizo varias cortadas por todo el cuerpo para que muriera lentamente ante sus ojos hasta que finalmente le cortó las muñecas y su garganta.

Él solo se quedó mirándola sentado desde las escaleras y dejó el cuchillo al lado. De repente se abrió la puerta principal y varios policías rodearon la casa, habían sido llamados por los vecinos que se encontraban aterrorizados por los gritos angustiantes provenientes de está mansión, por lo que decidieron llamar a las autoridades para investigar lo que sucedía, pero resulta que sólo encontraron al pequeño sentado allí con una mirada vacía en sus ojos, por lo que al verlo cubierto de sangre, pensaron que posiblemente el asesino de sus padres había escapado, dejándolo vivo a él hasta que se comprobó las huellas de Liam por toda la escena del crimen, determinándolo en una correccional de menores, debido a que era solo un niño, no podían meterlo en una prisión como a los adultos, por lo que después de un tiempo lo mandaron a un psiquiátrico quedándose allí por varios años hasta la actualidad.

𝔽𝕚𝕟 𝔽𝕝𝕒𝕤𝕙𝕓𝕒𝕔𝕜

-Solo necesito tomar otro trago... -Liam se servía otro trago mientras se encontraba sentado en un salón con paredes oscuras y una iluminación roja -Estoy agotado... -Estaba relajado después de haber consumido pequeñas sustancias de droga, por lo que quería no tener que preocuparse de más cosas de su familia.

A lo lejos se ve la silueta de una mujer vestida con el uniforme de la preparatoria Liberty Hight School, aunque se diferenciaba, debido a que la falda se encontraba demasiada corta, dejando ver su enorme trasero y sus pantaletas cuando caminaba hacia él, la camiseta apenas cubría sus pechos que se sobresalían y rebotaban de vez en cuando, dejando ver su abdomen y llevaba puesto unos tacones que hacían relucir sus bellas piernas.

-¿Lydia...? -Susurraba Liam mientras trataba de mirar el rostro de aquella chica -¿En... en verdad eres tú...? -Se estaba por levantar para acercarse a ella, pero lo detuvo antes que lo hiciera.

-No te levantes -Tomó los hombros de él para que se recostara nuevamente en el sillón y se subió encima de Liam, rodeando sus piernas por la cintura de éste -Quédate tranquilo... -Rodeaba con sus brazos el cuello de él.

-Lydia, yo te am... -Decía entrecortado, pero las drogas y el alcohol lo estaban consumiendo por dentro, pero Liam trataba de concentrarse en Lydia, en la cuál por primera vez la tenía en sus brazos.

-Sh..sh..sh... -Lo interrumpía -No hables mi amor... -Se trataba de posicionar frente a él y rozaba su pelvis con la de él, frotando su trasero en la entrepierna de Liam -Solo dejate llevar... -Decía en un susurro mientras que un bulto aparecía en el pantalón de éste abajo.

-Lydia, no sabes... cuánto esperé para tenerte en mis brazos... -Decía sonriente y apenas podía hablarle por lo ebrio y drogado que se encontraba.

-No hables cariño -Le hablaba cerca de su oído con un pequeño gemido y le tomó la mano para llevarla a uno de sus pechos mientras que la otra mano la llevó hacia abajo de ella -Tomame...

-¿Lydia...? -Liam estaba confundido, Lydia jamás le hubiera pedido eso, ni mucho menos vestirse de una forma tan provocativa, por lo que esta vez se concentró más para observar a quién tenía en frente suyo y resulta que era una de las prostitutas que tienen en este bar y se acercan a los clientes para atenderlos y conseguir dinero para reunirlo con las demás colegas, por lo que se decepcionó y su rostro cambió a uno más serio.

-Ay amor..., ¿Por qué tan serio? -Se acercaba a él y rozaba sus pechos para que éste se excitara, pero no resultó -¿Acaso no me quieres tener? -Le sonreía coquetamente.

-¡Ya me hartaste! -Se levantó bruscamente, tirándola al suelo y que ésta se golpeara en la cabeza.

-¡Auchh...! -Se sobaba la cabeza mientras se sentaba -¿¡Quién diablos eres para tratarme de esta maner...!?

Liam se acercó a ella y apretó la garganta de aquella mujer, levantándola del suelo y dejándola a unos centímetros de éste. No podía respirar, lo hacía con dificultad mientras trataba de golpear el brazo del chico, quién la tenía asujetada de su garganta.

-¿Sabes una cosa? -La miraba con una gran sonrisa cínica -No me gusta que se acerquen a mí... -La acercaba más a ella para susurrarle -Porque la última vez que alguien lo hizo, terminó con 213 apuñaladas en todo su cuerpo y ¿Crees que eso es todo lo peor? -Reía al ver a su otra víctima retorcerse por tratar de tener aire.

-¿Qué...? -Decía con las respiración entrecortada.

-Que tu cuerpo estará apilado entre tus demás compañeras -Le susurraba en el oído.

-¿Eres tú el asesino que ha estado matando a las prostitutas de este lugar? -Aterrorizada vió como su atacante se le agrandaba sus pupilas hasta tal punto de tener sus ojos completamente negros que la observaban como una presa indefensa.

-Una más a mi colección -Su sonrisa se alargó más y se escuchó el crujido del cuello de la chica rompiéndose mientras dejaba su cuerpo caer al suelo.

Otra más..., ¿Por qué siempre me ocurre lo mismo...?, vengo a estos lugares para distraerme, pero al final siempre termino viendo a mi amada Lydia, pero solo resulta que es una simple prostituta que quiere aprovecharse de mi dinero por una estúpida cogida nada más..., Lydia es una bella chica que no tendría aquellos pensamientos tan impuros como estas mujerzuelas...

Tendré que deshacerme de este cuerpo antes que se den cuenta, después veré como se encuentra mi querida Lydia...

¿Confiarías en mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora