Ibamos en el auto, cantabamos cada canción que colocaba ella. Como la amo demasiado..., cada detalle de su bello rostro me hace desearla intensamente, cada gesto lindo y tierno que hace, sólo me dan unas ganas de abrazarla..., no puedo vivir sin ella y ella no puede dejarme ahora que decidió amarme..., no permitiré que alguien venga y arruine nuestra felicidad, la salida de hoy será un éxito, porque yo confío en Lydia.
Una vez al llegar al pueblo cercano, nos estacionamos cerca del supermercado. Nos adentramos en él tomados de las manos y ella llevaba el canasto en la cuál echaríamos los alimentos.
-¿Llevamos algunas sopas para hacer? -Le volteaba a ver.
-Lo que tu digas mi amor -La observaba y miraba alrededor de vez en cuando por si alguien se sentía con el mínimo de derecho de observarla aunque sea por unos pocos segundos, Liam no sabía como reccionaría si aquello llegara a ocurrir, por lo que trataba de distraerse con solo tener la presencia de su princesa al lado suyo.
-Iré a ver las salsas de tomates, quiero que te encargues de buscar las pastas para comer otro día -Le soltaba la mano y se iba hacia el otro pasillo, pero la tomaron del brazo de repente -¿Qué pasa Liam? -Fruncía el ceño confundida.
-No quiero dejarte sola..., no quisiera que de un abrir y cerrar de ojos no volver a verte si llegas a huir o que alguien te reconozca y te lleve lejos de mí, quédate conmigo... -Decía suplicante.
-No te preocupes... -Con su otra mano le tocó el rostro suavemente como una caricia -Te prometo no escapar ni irme con alguna persona, amor...
-¿Lo prometes? -Le preguntaba sorprendido al escucharla decirle "amor", primera vez que escuchaba que le apodaban con términos de pareja y que no lo llamaba por su nombre.
-Lo prometo cariño -Le dió un beso en los labios y se alejó de él en búsqueda del producto.
Con cada segundo que transcurría, Liam se colocaba ansioso, iba por los pasillos enormes buscando la pasta que le había encargado Lydia, seguía caminando hasta que llegó al pasillo, no sabía cuál le gustaría a ella, por lo que prefirió llevar de cada marca y entonces inmediatamente después de terminar, fue entre los pasillos para encontrar a Lydia. No la veía por ningún lado, su corazón se estaba agitando más hasta que una voz tras de él lo cautivó.
-¡Amor...! -Lo llamaba para que él viniera -¿Qué ocurre? -Le preguntaba al verlo agitado mientras se acercaba a ella.
-No es nada... -Le dijo con una sonrisa -¿Ya encontraste las salsas?
-Si, sólo que justo en este pasillo me llamó la atención estas palomitas... -Lo volteó a ver -¿Te parece hacer unas cuando lleguemos a la casa? -Colocó sus brazos alrededor del cuello de él, esperando respuesta alguna.
-Todo lo que quiera mi princesa -La besó por un buen rato y se separaron para seguir viendo más alimentos.
Luego de hacer todas las compras, salieron del supermercado después de pagarles por los productos a la cajera. Colocaron las cosas en los asientos traseros y se subieron al auto.
-Algún día quisiera llevarte a un lugar -Encendía el vehículo.
-¿En serio? -Le sonreía -¿A dónde iríamos?
-Será una sorpresa -Se encontraba feliz al tener todavía a Lydia consigo, antes de venir al supermercado, pensaba en cada posibilidad de que ella dejara de estar de su lado y como podría escapar de él o que alguien se la llevara lejos, por lo que al estar en el auto con ella yendo a la cabaña ahora mismo, aquello lo dejaba tan feliz y satisfecho al tener la confianza de ella.
Al llegar a la cabaña, dejaron las cosas en la cocina y las guardaron en los muebles. Lydia solo dejó lo necesario para poder cenar esta noche, por lo que sacó un cuchillo y empezó a cortar los vegetales.
-¿Sabes... -La abrazaba por detrás y le susurraba en el oído -Lo hermosa que eres...?
-Ay..., siempre tú y tus halagos... -Se reía levemente.
-No puedo dejar de pensar en tí... -La abrazaba con más fuerza -Te amo demasiado Lydia y no puedo dejarte ir nunca...
-Lo sé..., pero no te preocupes que no haré nada para lastimarte ni mucho menos escapar de aquí... -Dejó a un lado lo que estaba haciendo y se volteó a verlo -Tú sabes que he aprendido a quererte... -Colocaba sus brazos alrededor de él -Te amo... -Acariciaba el cabello de Liam mientras lo miraba fijamente a los ojos -Te amo mucho... -Susurraba.
Liam unió sus labios con los de ella y su beso fue cada vez más intenso hasta que Lydia se detuvo al retomar más aire.
-Eres muy precipitado amor -Se reía y hablaba con la respiración agitada.
-Por ti soy capaz de todo, te deseo Lydia Gardner, te quiero como nunca he querido a alguien en la vida...
-Lo sé -Tocaba su rostro delicadamente -Lo sé... -Lo abrazaba y dejaba su cabeza en el pecho de él.
-Te amo... -Colocaba su rostro encima de la cabeza de ella.
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¿Confiarías en mí?
Ficção AdolescenteAquella historia trata sobre la obsesión inmensa ante la vida de Lydia Gardner, cuya chica, quién era común y corriente al resto, pero él vió algo más en ella... algo que lo llevó a cometer locuras por ella. Ella es su principio... su final... su pe...