𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟗 - 𝐃𝐞́𝐣𝐚𝐦𝐞 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫...

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Al llegar a la cabaña, lo primero que hizo Liam fue bañar el cuerpo de Lydia en su tina con agua tibia para limpiar todo rasguño..., moretón... y heridas... que había dejado aquel tipo desagradable.

Le restregaba suavemente la esponja en su delicada piel, ella seguía desmayada, por lo que aprovechaba de lavar su cabello, dejándolo sedoso. Después de un buen rato, la secó y la cambió de ropa a un pijama holgado y abrigado para así luego secarle el cabello y dejarla dormir en su cama bajo las abrigadas cobijas y cubre camas que se encontraban allí. La veía dormir y luego de un tiempo fue nuevamente a limpiar la escena del crimen que había dejado atrás.

Fue a aquella carretera dónde habían violado brutalmente de Lydia y se llevó el cadáver al asiento del conductor en el auto del tipo y lo vistió y le puso el cinturón para que no se moviera el cuerpo. Una vez que el cadáver se encontraba rígido en el asiento, Liam echó a andar el vehículo directo a un risco que se encontraba allá, por lo que encendió el vehículo y colocó una enorme piedra en el pedal y el automóvil condujo colina abajo y el auto junto al cadáver quedaron bajo las inmensas rocas y fueron cubiertos por las tierras que habían, dejando irreconocibles tanto el conductor como el auto.

Después de limpiar toda huella que involucrara a su bella Lydia, decidió ir con ella de vuelta. Después de unos minutos llegó y sólo la vió dormir todavía, por lo que decidió darse un baño debido a que se encontraba cubierto de sangre seca por todo su cuerpo. Luego se fue acostar junto a Lydia, ansiaba con tantas ganas de abrazarla..., de protegerla..., de decirle que todo mejorará..., que nadie le hará más daño..., pero ella descansaba en paz, por lo que decidió no hacer nada y cerró sus ojos.

Al día siguiente escuchó un grito enorme proveniente de al lado suyo. Era Lydia gritando desesperadamente como si la estuvieran atacando, pero una vez que Liam se acercó más a ella, su amada seguía con los ojos cerrados, posiblemente estaba teniendo una horrible pesadilla de lo que le había ocurrido ayer, pensaba él.

-¿Lydia...? -Le tocaba el hombro a ella, pero ella reaccionaba de mala manera, tratando de pegarle con sus manos y seguía gritando -¿¡Lydia!? ¡Ya despierta!

-¡¡¡NO!!! ¡¡¡DÉJAME!!! -Seguía golpeando a Liam insconcientemente mientras dormía -¡¡¡NO SIGAS TOCÁNDOME!!! ¡¡¡NO QUIERO QUE LO HAGAS!!! -Decía llorando.

-¡¡¡LYDIA, YA DESPIERTA!!! -La tomó del rostro y de repente ella despertó, miró hacia todas partes con la mirada confundida, no sabía dónde se encontraba ahora mismo, por lo que al recordar lo que le hicieron ayer, empezó a llorar nuevamente -No.., no llores por favor mi amor... -La abrazaba, ella trataba de apartarse, pero no tenía la suficiente fuerza para hacerlo -No fue tu culpa....sh....sh...sh... -Trataba de consolarla y se culpaba a sí mismo por no haber estado a tiempo para ayudarla de ese desgraciado animal -No fue tu culpa...sh....

-No...quiero...que...me...toques... -Decía entrecortado y apenas respirando por el llanto que emitía y cada vez que hablaba, le dolía las heridas en su cuello por la correa que le habían puesto anoche y con solo imaginarlo, comenzó a llorar cada vez más fuerte tratando de zafarse del agarre de él, pero no podía -Suéltame....

-No lo haré -La abrazaba un poco más fuerte -No quiero dejar de abrazarte..., no quiero dejarte nunca más..., no permitiré que te vuelvan a hacer más daño..., mataré todo aquel que lo intente... -Decía seguro.

-Estás loco... -Luego lo empujó con todas sus fuerzas y éste la soltó, solo la miraba tristemente, pero entendía por lo que ella estaba pasando -Quiero que me dejes sola... -Le comentaba sin mirarlo al rostro mientras jugaba con sus manos nerviosamente -Por favor...

-Está bien... -La tocó del hombro y le dió una leve sonrisa sin apartar su vista de encima -Iré a comprar algo delicioso para comer tu y yo -Le decía contento -Podremos comer lo que más te gusta o probar algo nuevo..., veré en la panadería a unos minutos de aquí, no tardaré más de cuarenta minutos, lo prometo, espérame -Se acercó a ella y le dió un beso en la frente, éste se levanta y se viste rápidamente -Adiós mi amor... -Abrió la puerta y la cerró con seguro para que ella no pudiese escapar de allí, no quería ir a comprar algo delicioso y que ella no estuviese acá.

Salió de la cabaña, se dirigió al auto y lo encendió y condujo hasta llegar al pueblo cercano. En la panadería vendían sabrosos dulces para un rico desayuno en la mañana, por lo que compró uno de cada dulce que se encontraba allí y después compró algunos jugos naturales para llevar. La señora se los entregó todos los dulces en paquetes con una buena presentación y los jugos se los dió en bolsas. Liam le agradeció y le pagó por sus servicios. Luego fue al automóvil y dejó las cosas en el asiento del copiloto. Condujo por la carretera, de vez en cuando cambiaba la estación de la radio del auto para escuchar una que otra canción hasta que pusieron "Sasha Sloan - Dancing With Your Ghost" la canción favorita de Lydia. Liam la tarareaba la letra de la música de lo más feliz hasta llegar a su destino. Se bajó y llevó las cosas a la cabaña.

-¡Amor, ya llegué! -Abría con dificultad la puerta por las cosas que tenía en sus brazos, cerró la puerta y dejó la comida en la cocina -¡Amor, te traje algo! -Decía con una gran sonrisa mientras se dirigía por el pasillo para llegar a su habitación -Amor, ¿Puedo pasar? -Tocaba la puerta y esperó a recibir a alguna respuesta, pero no escuchó absolutamente nada -¿Amor, estás ahí? -Siguió tocando la puerta levemente -¿¡Amor!? -Se preocupaba al no escuchar nada del otro lado -¡Ábreme por favor! -Decía súplicante mientras trataba de abrir la manija de la puerta, pero ésta parecía trabada del otro lado -¡Voy a entrar! -Se alejó un poco de la puerta y se lanzó contra ella una y otra y otra vez hasta que logró abrirla, destruyéndola en el camino, pero era lo de menos pensaba él.

Al entrar a la habitación, sus ojos insconcientemente se le inundaron de lágrimas al ver aquella imagen de su novia colgada con una sábana en el techo en medio de la habitación.

-¡¡¡LYDIA!!! -Se acercó a ella rápidamente para sostener sus piernas para que no siguiera ahorcándose del cuello ella y pudiese respirar -¿¡¡Mi amor, por qué me haces esto!!? -Le sacaba el nudo del techo y el cuerpo de ella cayó encima de Liam -¡¡Amor, despierta!! -Le tocaba el rostro y la acariciaba, pero ella no se movía por nada -No me dejes...

Desesperadamente, Liam la acostó en el suelo delicadamente y empezó a realizar RCP, hacia compresiones torácicas y cada segundo le daba respiración de boca a boca para que el corazón de Lydia siguiera funcionando manteniendo la sangre oxigenada y así restablecer sus palpitaciones cardíacas, pero los primeros minutos no ocurría nada, cada vez perdía la confianza él hasta que de repente Lydia reacciona y respiraba agitadamente.

Liam se sentó al lado de ella con las manos en sus cabeza por lo nervioso que se encontraba, por lo que al verla respirar nuevamente, lo dejaba despreocupado y en paz. Se acercó a ella y la abrazó como nunca.

-¿Por qué diablos hiciste eso? -Colocaba su rostro en su cuello -¿No pensaste lo mucho que me dolería si tú no siguieras viviendo? -No la soltaba y mantenía su agarre -Te odio tanto, porque decidiste hacer esto, pero a la vez no te puedo odiar por lo mucho que te amo y te adoro con todo mi ser, sólo prométeme que no me dejarás..., ¡Júralo!

-Perdón por hacerte pasar ese rato -Le acariciaba la espalda -Sólo fue un momento de debilidad que tuve..., no pude dejar de pensar en las cosas horribles que me hizo.... ese tipo esa noche...., no soporto eso..., me doy asco..... -Decía con algunas lágrimas.

-No fue tu culpa... -La dejó de abrazar y con sus manos tocó el rostro de ella -No quiero que te culpes toda tu vida por lo que ese desgraciado te haya hecho, no quiero que sufras ni mucho menos que sea por mi culpa... -No dejaba de mirarla a los ojos -No podría soportar perderte... -Agachaba la cabeza sin dejar de acariciarla.

-Te prometo que no lo haré de nuevo... -Le decía con un leve susurro que él le encantaba y la volteó a ver.

-¿Me lo prometes?

-Está bien.

Liam se acercó a ella y la besó, fue delicado y tierno, a lo que ella siguió el beso hasta que ambos no podían seguir y se separaron, haciendo sus respiraciones agitadas.

-Te amo mucho Lydia, mucho más de lo que te imaginas... -La observaba a los ojos sin apartar su mirada por lo enamorado que se encontraba.

-Gracias por salvarme ayer -Le sonreía levemente con su rostro lleno de lágrimas.

-Por tí..., daría el mundo entero a tus pies... -Le sonreía.

¿Confiarías en mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora