La bruja Nichang

Capítulo 7 : Lian'er

Cuando abrí los ojos por primera vez en este mundo, pensé que estaba soñando. Si algún día esas tramas cliché realmente le sucedieran a uno mismo, por muy banales que fueran, cualquiera se sentiría tan absurdo como un sueño.

—En mi sueño, vi una casa de paja tosca, una lámpara de aceite tenue, un hombre robusto y una mujer llorando y quejándose de haber dado a luz a una niña nuevamente.  Desafortunadamente, dormí, desperté y volví a dormir;habían pasado innumerables días y noches, pero aún no me despertaba de esta pesadilla.  Entonces, finalmente acepté la verdad de que nunca me despertaría.

-Si uno no podía despertar del sueño, el sueño se hacía realidad. Yo era una persona práctica.

Como estaba viva, como una persona práctica, me gustaría vivir una vida mejor.

—Entonces, después de eso, me mantuve ocupado todo el tiempo, por la supervivencia y el futuro, luchando mientras me tomaba la molestia de preguntar y hacer todo tipo de planes, solo para lograr este simple objetivo.

Pero gracias a eso, poco a poco tuve la realidad de vivir el presente. Pensé que había aceptado el hecho de vivir en la oscuridad en el rincón de la historia. La historia era real, por lo tanto yo también. Era sólo el tiempo
y el espacio que me separaban del mundo de las noches de insomnio llenas de libertinaje y jolgorio.

Realmente lo pensé.
Pero ahora…
Lian Nichang.
¿Quién fue Lian Nichang?

—Como la mayoría de la gente, que vive una vida acelerada, no era una gran fanática de los libros en ese momento. Aunque tuve cierta exposición a ese tipo de literatura, solo había arañado la superficie para la mayoría de ellos, solo recordaba vagamente una fracción de ellos como máximo.

Aun así, nunca he desconocido este nombre. No solo era familiar, literalmente escuché mucho sobre él: una existencia bien conocida pero ficticia.

-Aturdida, estaba de vuelta en las montañas. Ni siquiera recordaba cómo regresé, o tal vez simplemente estaba siguiendo a mi Maestra sin pensar.

No era una niña, después de todo, así que, a lo largo de los años, había tomado mis propias decisiones sobre todo, rara vez necesitaba a alguien con quien hablar. Además, había muchas cosas de las que no podía hablar.  Especialmente después de seguir a mi Maestra, a ninguno de nosotros le gustaba hablar mucho.  Gradualmente, habíamos llegado a una especie de acuerdo tácito: si yo no quería decirlo, ella tampoco preguntaría.

Sin embargo, esta vez, ella me había mirado varias veces en el camino de regreso de la tienda. Y ahora, finalmente me llamó, vacilante: "Xian'er..."

Al escucharla, miré hacia arriba y vi sus cejas fruncidas. Su expresión era la habitual, pero sus ojos brillaban claramente con preocupación.

—Debo haberme visto pálida, pero también sé que ella podría haberme malinterpretado por esto. Mi Maestra era una persona con mucho orgullo que cumplió sus palabras y cumplió sus promesas. Aunque ella misma nunca me lo había prometido, en el momento en que nos establecimos en el Monte Hua, había dejado clara su actitud de reconocerme como su sucesora, razón por la cual me había dado esas palabras de aliento ... Pero ahora, había aceptado a otro discípula nuevamente, alguien con un físico excepcional. Aunque el deseo de su vida se había cumplido, estaba un poco preocupada por romper sus propias palabras. Comprendí los sentimientos que tenía incluso antes de esto, así que había estado actuando con consideración para que se sintiera aliviada. Sin embargo, cuando en realidad aceptó a otro discípula, mi expresión no se veía tan bien, por lo que debe haberla hecho pensar que todavía me importaba.

Pero, ¿cómo lo habría sabido?
... ¿Y cómo podría decirle que lo que me molestaba era solo un nombre que ella había dado al azar?

Este nombre me había devuelto una vez más al estado de confusión al nacer. No podría explicar; solo pude sonreírle. Afortunadamente, mi Maestra no era una persona a la que le gustara llegar al fondo de las cosas.  Ella me daría tiempo para pensarlo.