Narrador
- Permiso… - Dijo Normani, entrando a la elegante biblioteca - Señora, la señorita Ally está en la sala, viene acompañada de la señorita que viene por el trabajo, ambas la esperan - Lauren dirigió su vista hacia Normani y asintió levemente - Esta bien, iré de inmediato, por favor lleva algunas bebidas para nuestras visitas - Normani asintió y salió de directo a la cocina. A su vez, Lauren se puso de pie para dirigirse hacia la sala, donde una Ally y Camila esperaban llenas de nervios.
- Buenos días señoritas - Se dirigió a ambas, con la vista hacía la escaleras, esperando ver si su hija ya venía. - Buenos días señora Jauregui, le presento a Camila Cabello - Al no ver a su pequeña, Lauren se dispuso a dirigir toda su atención a ambas mujeres - Much.... - Aquellas palabras murieron en sus labios, al ver a la preciosa chica de ojos marrón, piel morena y con el cuerpo más hermoso y perfecto que hubiera visto frente a ella. Los segundo parecían eternos mientras Lauren recorría cada parte de aquella chica tan hermosa, aun sin estar satisfecha, salió de su pequeño trance, y aclarando un poco su garganta repuso su compostura - Perdón...el…el estrés...me tiene algo aturdida - Dijo tratando de explicarse - Mucho gusto, mi nombre es Lauren Jauregui y soy la mamá de…de…Alexandra, aunque seguro eso ya lo sabes - Trato de disimular que aquella situación no la alteraba, pero le resultó imposible, en especial sabiendo hasta hace unos pocos segundos se encontraba disfrutando de apreciar cada detalle que pudiera de aquella morena.
Por otro lado, la situación de Camila no se alejaba a la de Lauren. La chica había quedado impactada con semejante mujer. Se perdió en su forma perfecta de hablar, de caminar, de vestir. Se perdió en aquel cuerpo, que a su parecer era perfecto. Se perdió en su piel clara, bonita y tersa. Se perdió en esos labios pintados con color rojo hipnotizante y en la hermosa sonrisa que estos formaban. Pero no podía estar más perdida en esos ojos verdes que la miraban de pies a cabeza, en esos ojos, tan penetrantes y cautivadores, que Camila se sentía tan bien, sabiendo que aquellos ojos solo la veían a ella. Sin duda alguna, aquella mujer la había cautivado con cada letra de la palabra, y ahora más que nunca, deseaba con todas sus fuerzas que el trabajo fuera suyo. Pero al igual que Lauren, se obligó a volver de su maravilloso viaje, cuando escucho aquella voz tan hermosa, notando que la mujer frente a ella, se estaba presentando y ahora le había extendido su mano - Si...lo…siento...e-el gusto mío, señora Jauregui - Hablo por fin.
Cuando tocaron sus manos ambas sintieron una corriente fuerte y electrizante recorrer cada fibra de su cuerpo. Ambas seguían viéndose fijamente a los ojos, sin darse cuenta que una Ally a su lado miraba todo el encuentro detenidamente. Pero a ninguna de ellas les importaba, solo se dedicaron a estudiarse bien, al punto de devorarse con la mirada.La expresión de Ally era indescriptible. No había visto a su jefa con una sonrisa real desde hace mucho tiempo. Cada vez que la veía sonreír sabía que era algo fingido, que no pasaba de un mero gesto de cortesía. La única persona con la que aquellas sonrisas eran completamente auténticas las guardaba solo para su pequeña Alexandra. Ally se aclaró la garganta disimuladamente para cortar aquella tensión entre Camila y Lauren y sorprendentemente lo logro - Perdón… - Dijo Lauren notando que seguía tomada de la mano de Camila, soltó su mano y ambas sintieron un leve cosquilleo por la falta de aquel toque - No hay problema… - dijo Camila - Bueno...adelante - Las guio hasta la oficina que tenía en su casa, y una vez ahí Lauren volvió a dirigirse a su secretaria
- Ally... ¿Podrías ir por mi hija? Normani me dijo que estaba en su cuarto de juegos - pidió - Por supuesto - Ally se levantó de su asiento y se dirigió hacia donde la pequeña estaba, saliendo junto con Normani quien había llevado las bebidas que Lauren pidió.
- Bueno...señorita Camila, me gustaría empezar aclarando algunas cosas sobre mi hija, necesito que tenga claro lo importante que ella es para mí - Hablaba Lauren algo nerviosa. Así es, increíblemente, Lauren Jauregui se sentía nerviosa ante la presencia de Camila. Algo que nunca pasaba, Lauren no se ponía nerviosa por nada ni por nadie - Lo tengo claro señora, no se preocupe. Le aseguro que si me elige para este trabajo, cuidare de su pequeña como si fuera mi propia hija - Aclaró Camila - Eso espero señorita. Mi hija necesita a alguien que la cuide 24/7, y usted deberá estar al pendiente de ella todo el tiempo. Debido al horario tan estricto, usted dormira aquí mismo, se le otorgará una habitación exclusivamente para usted, cerca de la habitación de mi hija. Espero no tener que recordarle que bajo ninguna circunstancia tiene permitido abandonar su puesto en horas laborales, aunque por supuesto, usted contara con los domingos como días de descanso. No tengo ningún inconveniente si decide pasar el día aquí o si lo toma para salir a cualquier otro lado, esa sería una decisión completamente suya - Camila asintió, dejando que Lauren continuara - Señorita Camila, mi hija es un tanto especial en cuanto a sus cuidados nocturnos, ya que sufre de pesadillas y terror nocturno de vez en cuando, pero en los últimos días esto la ha estado atacando más de lo usual - Decía Lauren, dejando el nerviosismo de lado para dejar claro cada punto - ¿Puedo saber el porqué de esas pesadillas? - Preguntó Camila recordando las lágrimas de la pequeña el día anterior – Lauren asintió tranquilamente - Por supuesto. Mi hija tiene pesadillas desde que cumplió 4 años. Mi esposa murió cuando Alexandra nació y parece que eso la atormenta mucho - No se podía describir la expresión de Camila en esos momentos. ¿Lauren tenía esposa? ¿Era lesbiana? ¿De verdad había dicho esposa? Las preguntas inundaron su mente, pero tenía claro que no se atrevería a preguntarle ninguna a Lauren, además, de algún modo ya se lo había aclarado. A su mente volvió un pequeño recuerdo de la primera vez que entro a la mansión, hora entendía el porqué del hermoso cuadro que se encontraba en la sala principal, donde encontraba retratada una mujer de ojos hermosos y brillantes, un cuerpo delgado y esbelto, y con una bella sonrisa. "Alexa Ferrer", era lo que indicaba aquella placa dorada grabada en la parte inferior del marco. Camila supuso que esa era la difunta esposa de Lauren y mamá de la pequeña Alexandra.
- Permiso - dijo Ally, entrando así junto con la pequeña - ¡Mami! - Habló emocionada Alexandra corriendo hacia donde Lauren, sin darse cuenta quién más estaba ahí - Hola mi amor - La saludó Lauren, cargándola para darle un fuerte abrazo y un beso en la mejilla - ¿Mami, saliste temprano hoy? - Preguntó la pequeña, asombrada de que Lauren estuviese en casa tan temprano - No cariño...pero tenía algo muy importante que hacer aquí, mira te presento a C-… - Los ojos de la pequeña se encontraron con la morena, interrumpiendo a su madre - ¡Camila! - Gritó Alexandra llena de emoción, bajando de las piernas de Lauren y corriendo a los brazos de Camila. Lauren no daba crédito a lo que veía, quedo completamente asombrada, y extrañamente fascinada ante aquella reacción - ¡Hola Ale! ¿Cómo estas preciosa? - Saludó Camila, sentándola en sus piernas - Feliz de que estés aquí, no me vas a dejar sola hoy ¿verdad? - Preguntó Alexandra algo angustiada ya que el día anterior no compartieron mucho tiempo jutas, pero a Alexandra le había encantado conocer a Camila, quien sentía lo mismo.
- Bueno... ¿Cómo es que se conocen ustedes dos? - Preguntó Lauren aún muy sorprendida y con una sonrisa en su rostro - Señora ¿Recuerda que le mencioné que había venido a buscarla? - Habló Ally – Si, lo recuerdo - Respondió Lauren, empezando a entender la situación – Bueno…ayer mientras yo preguntaba por usted, estas dos chicas se conocieron - Dijo Ally, dejando muy claro todo - Puedo ver que así fue… - Lauren tenía una sonrisa en su rostro de ver la reacción de su hija con Camila – Bueno, en ese caso… ¿Cariño, nos podrías dejar a solas por favor? - Alexandra asintió y salió de ahí despidiéndose de Camila.
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3/4
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Only Love (Camren)
FanfictionLauren es una exitosa empresaria con una familia llena de amor. Pero después de que la mamá de su hija muriese, ella se encerró en su trabajo, se aferro a él y dejó de darle atención a su hija, concentrándose en su trabajo. Creía que nada faltaba en...