52

407 28 1
                                    

Camila

Estuve llorando desconsoladamente mientras mi mamá me abrazaba.

- Llora todo lo que tengas llorar cariño, tenemos todo el tiempo del mundo y no pienso desperdiciar ni un minuto a tu lado. - mamá también sollozaba.

Pasaron unos minutos y por fin pude calmarme, ya podía hablar y que se entendiera lo que trataba de decir. Pero estaba tan feliz que las palabras no me salían.

- ¿Te parece si empiezo contándote por qué te deje en esa casa hogar?- preguntó.

- Me parece bien - dije nerviosa por lo que estaba a punto de escuchar.

- Tu padre biológico fue un abusador conmigo, me pegaba, me maltrataba y hacía conmigo lo que le viniera en gana. Cuando se enteró de que estaba embarazada de ti se enojó muchísimo conmigo, pero yo aun así supe mantener mi embarazo lo mejor que pude. Cuando tú naciste el no cambio, tenía una corta esperanza de que tu existencia lo hiciera razonar un poco, pero fue todo lo contrario. Cuando tú ya tenías tres años él me empezó a golpear, estaba borracho y estuvo a punto de ponerte una mano encima. Me metí en medio y me llevé un gran golpe. Pero en mis manos llevaba un jarrón de vidrio, se lo estampé en la cabeza y le rompí una gran parte. Él cayó inconsciente y aproveché para salir a toda prisa contigo en brazos. Sin nada más que lo que llevábamos encima. Estábamos tú y yo solitas vagando para ver si podía encontrar donde quedarnos hasta que encontré unos apartamentos de muy bajo presupuesto. Estuvimos allí como tres días, pero luego me llego una carta de un tal abogado, mientras la leía descubrí que era abogado de tu padre. Me decía que me presentara en la corte suprema de la justicia y que cualquier intento con escapar me llevaría a la cárcel de por vida. Yo sabía que eso no podía salir bien, yo no tenía amistades, no tenía familia, ni siquiera un conocido con quien pudiera dejarte. Entonces te deja en la puerta de una casa hogar que encontré por el periódico, pude haber dado la cara y te juro que lo intente, pero no pude. Termine dejándote allí, toque fuerte la puerta y salí corriendo. Me metí tras unos arbustos para asegurarme de que te metieran, cuando vi que una de las monjas te tomaba en brazos mi llanto se volvió descontrolado, pero no podía regresar por ti. Algo en mí me decía que esa cita en la corte suprema no saldría nada bien, no podía llevarte conmigo, no te podía someter a esa vida. Y te dejé en esa casa hogar con la esperanza de algún día volver por ti. Me dirigí a donde me habían citado y tal y como sospeché, las cosas no salieron bien. Me metieron a prisión condenándome a cinco años encerrada. Al parecer tu padre y su abogado habían hecho de todo para que eso pasara, me entere de que dijo que yo te hacía daño a ti, que los retenía a ambos y que no dejaba que él te hiciera feliz. Dijo que yo no te estaba dejando vivir como una niña y que te sometía a trabajar conmigo. Cosas que obviamente no eran verdad. Te buscaron por todos lados, pero no dieron con tu paradero, yo dije que te había dejado con un familiar y que ibas a vivir bien. No vieron razón para seguir buscándote y eso me hizo muy feliz. Pasaron mis cinco años de condena y después fue mi turno de buscarte, fui obviamente a donde te había dejado, pero el lugar ya no existía, se había derrumbado. Pregunte al vecindario a donde se habían trasladado y nadie sabía nada. Te busca te busque y te busque. Pero no te encontraba, nunca me rendí. Con el tiempo conocí a Alejandro y él empezó a ayudarme a buscarte. No lográbamos nada. Te juro que nunca pare de buscarte mi amor, hasta que hace unos días, Alejandro vio una publicación en redes sociales. "Se busca a la madre de Camila Cabello" ponía. La foto que deje en tu collar adornaba la publicación, junto con la información de con quien debía contactarme. No lo dudamos ni un segundo y así fue como dimos con Taylor, ella y la señorita Lauren programaron una cita con nosotros. Y desde ahí se desató nuestro encuentro.

Era mucho para digerir, era demasiado para digerir. De nuevo estaba llorando, esta vez ella lloraba desconsoladamente conmigo mientras me abrazaba.

- Perdóname mi amor, perdóname por dejarte. Perdóname por haber tardado tanto en encontrarte, perdóname por no llevarte conmigo y perdóname por el padre que te di. No sabes cuánto lamento todo este tiempo que vivimos separadas, había veces en las que sentía que de verdad no podía más, no veía un propósito para mí a futuro si no te encontraba a ti. Lamento que todos esté tiempo hayas crecido sin mí, lamento si pensaste que nunca te ame. Te amo, te amo desde el primer día y te seguí amando aun cuando no te veía, y te amo mucho más ahora que te tengo de frente. - me ardían los ojos de tanto llorar. - Eres tan bella, tienes una sonrisa hermosa y tus ojos. Tus ojos tal y como los recordaba. Dios, no sabes cuánto lo siento.

Yo trataba decir algo, intentaba decir que no era su culpa. Pero no podía. El llanto incesable no me dejaba hablar.

Por fin, después de un muy largo rato, deje de llorar.

- Gracias por contarme como sucedieron las cosas, no te culpes por algo que no estaba en tus manos. Te extrañé, me hiciste tanta falta. Y sí, había veces que pensaba que no me querías y por eso me habías dejado. Pero luego iba a dormir y soñaba que me abrazabas, las manos que aparecen en esta foto - señalé mi collar - me acariciaban las mejillas y no te podía poner un rostro, pero sentía cómo dejabas besos en mi cara. Y yo también te busca, te busque de todas las maneras que se me ocurrían pero nada funcionaba. Hasta que Taylor se ofreció a ayudarme y vaya si me ayudo. - dije por fin.

Después de eso me empezaron a contar cómo se conocieron ella y Alejandro y me empezaron a contar anécdotas de ellos junto a Sofía, mi hermana menor.

- Yo soñaba contigo, no sé porque, literalmente nunca te había visto, pero soñaba contigo. Mamá dice que de pequeña siempre que hablaba de ti te decía "kaki" y me gustó, entonces no pare de llamarte así. Moría por conocerte. Moría porque mamá por fin te encontrara. No perdía las esperanzas de que así fuese. Y todos los días les contaba a mis amigas cuánto deseaba que mi hermana mayor estuviera con nosotros. - Sofía es tan hermosa y tiene una sonrisa que te derrite el alma.

- Me hace tanta ilusión saber que tengo una hermana menor, ya te amo. Tenemos muchas cosas que contarnos. Pronto nos pondremos al día.
*
*
Quise terminar con el reencuentro de una vez, para así quedarme escribiendo lo que me falta por solucionar en la historia.

Les amo y gracias por leer y votar ❤️

Only Love (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora