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Camila

-Entonces… ¿Vas a decirme por qué anoche saliste de aquí corriendo y regresaste llorando? Tenía entendido que no ibas a trabajar - Preguntó Normani muy confundida - Bueno...será mejor que te sientes si quieres que te cuente lo que paso… - Normani me miró aún más confundida pero no protestó. Respire profundamente tratando de buscar las palabras para explicarle la situación a Normani y después de unos minutos en silencio por fin le conté todo, le conté como había encontrado a Dinah esa noche y lo mierda que aún me sentía por haber permitido algo así, le conté que Dinah es muy importante para mí y verla en esa situación me quemaba por dentro, le conté absolutamente todo lo que había pasado esa noche y mientras lo hacía su reacción solo me confirmó que Normani había quedado completamente enamorada de Dinah, sus ojos llenos de preocupación y la forma en la que apretaba sus puños con fuerza cuando le conté de Simon solo me hacían seguir confirmándolo - ¡Por Dios! Te juro que quiero asesinarlo, ¿Por qué le hizo eso? Dinah no tenía nada que ver ¿O sí? Digo, tampoco me hubiera gustado que te lastime a ti pero ese hombre no tenía por qué hacer eso, ¿Porque no solo resuelve las cosas como una persona normal? ¿Por qué lo primero que hace es golpear a Dinah? – Su rostro enfurecido cambio a uno completamente preocupado al haber recordado algo - ¿Cómo está ella ahora? ¿Estará muy grave? ¿Crees que la puedas llamar y preguntarle cómo se encuentra? - Normani hacía muchas preguntas y todas eran queriendo proteger a Dinah - Tranquila, hable con ella hace un rato y dijo que las heridas aún duelen pero ya no es tan grave - Trate de calmarla a lo que ella solo asintió - Hey, enserió, ella va a estar bien, me siento muy mal porque por mi culpa ella está así - Confesé - Tú no tienes la culpa de nada, tu jefe es un cerdo mal educado y algún día tendré la oportunidad de cobrarle sus mierdas y dejarlo moribundo - Exclamó Normani muy segura. Después de eso solo fueron más pláticas de consuelo y cuando la charla acabó fui como Ale.
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Jugamos mucho como siempre, y por la tarde estuvimos en el cuarto de tareas que ya tenía preparado para cuando ella entré a estudiar. Estuvimos sumando números y coloreando, Ale es muy lista, cuando vaya a la escuela seguro nada le será difícil.

- Señorita Camila…buenas tardes, ¿Cómo estuvo hoy su día? - Preguntó la señora Lauren cuando llegó al patio trasero donde yo me encontraba jugando fútbol con Ale - Muy bien gracias, ¿Y el suyo? - Dije amable - No me quejo - Respondió ella, encogiéndose de hombros con una pequeña sonrisa en su rostro - ¡Hola cariño! ¿Cómo estás? - saludó ahora a Ale - Muy bien mami, ¿Quieres jugar con nosotras? - Preguntó Ale muy emocionada. Eran las seis de la tarde y parecía todo un milagro que la señora hubiera salido tan temprano - Ahm... Sí por qué no… - Dijo algo pensativa y viéndome a mí - ¿No le molesta cierto? - me preguntó - Oh, por supuesto que no, adelante...estaré adentro – Respondí, lista para dejarlas solas - ¿Qué? No, espere... ¿No juega con nosotras? - Preguntó - Ahm... – Me quede pensándolo por unos segundos cuando sentí la pequeña mano de Ale jalando de mi camisa – Por favor Mila...ven, juega con nosotras, ¿O tienes miedo a perder? - Siguió Ale - ¿Yo? ¿Miedo? Desconozco esa palabra mi corazón - Respondí segura - Bien...si dices que eres tan buena, entonces seremos mi mami y yo contra ti – Okay…eso no me lo esperaba. En primer lugar Lauren no es de estas cosas es muy raro que de verdad quiera jugar y en segundo lugar ¿Esto es un complot contra mí? - Bien...vamos a darle con todo - Respondí sin pensar, y como siempre la señora me observo algo extrañada ¿Por qué no aprendes a hablar bien Camila?
El juego empezó conmigo anotando un gol, la portera era la señora Jauregui pero después de eso Ale la saco a tirones diciéndole que tenía que compensar eso, ella obedeció y ahora yo me moría de los nervios, no quería que por mis estúpidos nervios en vez de darle a la pelota le pegara a ella, todo era culpa de Ale y su manera de convencer a todos con sus pucheros.

Noté que mi jefa también estaba algo... ¿Nerviosa? Decidí mostrar valentía entonces y empecé a jugar como si de alguien de confianza se tratase. Todo esto era muy extraño para mí, pero ambas queríamos cumplir el capricho de Ale así que aquí estábamos. Lauren anotó un gol, no sé cómo demonios pero lo hizo, se largó a celebrar con Ale y esta reía de mi - ¡Vez, te ganamos! - Decía burlonamente entre rizas - Pero no te preocupes para la próxima me voy contigo - Trato de remediar mi "dolor". La señora y yo solo nos vimos con una risita curiosa - Vamos adentro, hay que darnos una ducha - Me dirigí a Ale una vez que Lauren y ella se separaron. Ale asintió alegremente mientras que la señora y yo nos veíamos sin apartar la vista de otra cosa que no fuéramos nosotras, por un momento sentí que mi corazón latía con más fuerza al percatarme de que la señora empezó a recorrer mi cuerpo con su mirada haciendo que mis mejillas se ruborizaran un poco, la tensión que se estaba formando era muy grande e inexplicable. Ale corrió a mí y me tomó de la mano - Gracias mami, después de mucho por fin logramos compartir tiempo, gracias por esforzarte...te amo - Le dijo Ale a su mamá y seguido de eso la pequeña volvió a correr hasta donde se encontraba su madre quien la recibió con los brazos abiertos en abrazo muy hermoso, como me gustaría estar incluida, ¿No tienes algo mejor en lo que pensar cierto cabecita? Salí de mi trance cuando Ale volvió a mí y por fin nos dirigimos a su habitación - ¡También te amo hija! - Gritó la señora.

Después de darme una ducha baje para ayudar a Normani con la cena, y esta me molesto diciendo que me había visto y que había notado cierta tensión entre mí y nuestra jefa, se burló de mí pero yo solo negaba. Estábamos sirviendo la mesa para la señora Jauregui cuando Normani me aviso que vendrían los demás miembros de la Familia Jauregui así que serví cuatro lugares más como mi amiga me había pedido.

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Only Love (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora