CAPITULO 1 (2)

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El tren partio con puntualidad de Lyon. Tras verlo arrancar justo cuando estaba pagando su billete, seward corrio por el edificio embarrado por la inundacion para alcanzar aquel behemot que no dejaba de resoplar y que salia del anden numero siete. Logro alcanzar el ultimo vagon y subirse a el antes que cogiera velocidad. Se sintio orgulloso por haber sido capaz de dar aquel osado salto. Habia hecho esa clase de proezas en su juventud con el tejano Quincey p. Morris y su viejo amigo Arthur Holmwood. 《 la juventud se desperdicia en los jovenes》seward se sonrio al recordar aquellos dias temerarios de inocencia.... e ignorancia.
El medico tomo asiento en el barroco vagon comedor mientras el tren avanzaba lentamente hacia el sur. No iba lo bastante rapido. Miro su reloj de bolsillo, solo habian transcurrido cinco minutos. Seward lamento que ya no pudiera pasar el tiempo escribiendo en su diario, pues ya no podia permitirse semejantes lujos. No estaba previsto que el tren llegara a Marsella hasta al cabo de diez horas. Alli, finalmente obtendria las pruebas necesarias para probar sus teorias y mostraria a aquellos que lo habian rechazado que no estaba loco, que siempre habia tenido razon.
Iban a ser las diez horas mas largas de la vida de seward.
Billets, s'il vous plait!
Seward miro con los ojos como platos al revisor que se alzaba sobre el con una severa expresion de impaciencia.
Disculpeme dijo seward. Le paso al revisor su billete, ajustandose la bufanda para tapar el bolsillo rasgado de la pechera.
¿ Es usted britanico? Pregunto el revisor con un fuerte acento frances.
-Pues si-
-¿Medico?- el revisor señalo con la cabeza hacia el maletin que seward tenia entre los pies.
-Si.
Seward se fijo en que los ojos grises del revisor calibraban la persona consumida que tenia adelante, el ajado traje y los zapatos gastados. Sin duda no daba la imagen de un doctor respetable.
¿Puede mostrarme el maletin por favor?
Seward le entrego el maletin, pues no tenia eleccion al respecto. El revisor saco metodicamente los frascos de medicinas, leyo las etiquetas y volvio a dejarlos con un tintineo. Seward sabia lo que estaba buscando y esperaba que no hurgara demasiado.
-Morfina- anuncio el revisor en una voz tan alta que los otros pasajeros los miraron. Levanto el vial marron.
-En ocasiones he de prescribirla como sedante.
-Dejeme ver su licencia, por favor.
Seward busco en sus bolsillos. El mes anterior se habia firmado la Convencion Internacional del Opio, que prohibia a las personas importar, vender, distribuir o exportar morfina sin licencia medica. Seward tardo tanto en encontrar la licencia que cuando finalmente la saco el revisor ya estaba a punto de de tirar de la cuerda para parar el tren.
El revisor examino el documento torciendo el gesto, luego poso sus ojos acerados en el papel de viaje. El reino unido era el primer pais que usaba fotos de identificacion en sus pasaportes. Desde que habian tomado aquella foto seward habia perdido muchisimo peso. Ahora tenia el cabello mas gris y llevaba la barba descuidada y sin recortar. El individuo del tren era una mera sombra del hombre de la foto.
¿Porque va a marsella doctor?
Estoy tratando a un paciente alli.
¿ Que dolencia tiene ese paciente?
Sufre trastorno narcisista de la personalidad.
Qu' est-ce que c'est?
Consiste en una inestabilidad psicologica que provoca que el paciente imponga un control depredador, autoerotico, antisocial y parasito sobre aquellos que lo rodean, asi como...
-Merci. El revisor corto a seward al tiempo que le devolvia sus papeles y el billete con un habil movimiento. Se volvio y se dirigio a los hombres que ocupaban la mesa de al lado- Billets, s 'il vous plait.
Jack seward suspiro. Al guardarse los documentos en la chaqueta, miro de nuevo el reloj de bolsillo, en una suerte de tic nervioso. Parecia que el interrogatorio habia durado horas, pero solo habian pasado cinco minutos. Bajo la raida cortina de la ventana para protegerse los ojos de la luz del sol y se reclino en el lujoso asiento tapizado en color burdeos.
《Oceanos de amor, Lucy》
Jack seward sostuvo el preciado reloj cerca del corazon, cerro los ojos y enseguida empezo a soñar.

Bueno aca lo prometido espero les guste. Hasta pronto!!!!!

dracula el no muertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora