Introducción

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Hay muchas cosas que uno puede aprender en un lugar, más si eres cristiano, todo, cualquier cosa por más insignificante que parezca puedes aprender de él. Pase cinco años de mi vida en una tienda de autoservicio, y aprendí cosas que no les prestaría atención en una situación normal, al contrario me habría adaptado o resignado. Hoy es Junio 2022, hace tres años tuve una pesadilla que me hizo despertar y me volvió a la vida, mi vida en aquel entonces era un desastre, nadie lo noto, ni siquiera mi familia, pero en mi interior, yo, estaba cada vez más muerta, cada día más vacía, más hueca, y no entendía bien porque me sentía de esta forma. Mi familia es cristiana, no católica, cristiana pentecostal hasta donde sé. Mi madre es creyente firme, no duda de Dios nunca, de hecho uno de sus consejos que me ha dado es "Nunca dudes de Dios". 

Hace tres años comencé mi camino con el Señor, una noche en medio de la pesadilla y gracias a ese susto, me di cuenta que un día el tiempo se habrá terminado para todos, un día no habrá vuelta atrás, a decir verdad, el inicio de un nuevo día no es un día más, como la gran mayoría lo cree, sino un día menos, y es que he entendido que estamos contra el reloj, y un día, la arena del reloj se habrá acabado, y la desesperación de muchos comenzará y será terrible. Bien, les contaré lo que el Señor me enseñó en aquella tienda a la cual estimo, de las personas que conocí, buenas, malas, de todo se aprende, y cada una está allí por una buena razón.

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