DIOS ESTÁ EN CONTROL

1 0 0
                                    

El día 01 de Abril del año pasado, ocurrieron varios desastres, una noche antes fue la migración de la información a un sistema nuevo o algo así, la siguiente noche me tocó cierre a mí. Todo iba bien hasta las siete, ocho de la noche que estaba recolectando y se escaneo para posterior deposito, sin embargo, oh sorpresa, resulto que me sobraba mucho efectivo, y el supervisor de cajas me habla y comenta que sus cajeras salen con faltante, dinero que ya habían retirado, varios de los retiros se habían cancelado. Las otras sucursales estaban en las mismas, así que se me ocurrió marcar a uno con más experiencia que yo, un jefe de otra sucursal y lo que me pudo aconsejar fue "esperar a que el sistema se restablezca".


El caos explotó en el cierre, cierre, el sistema no se podía cerrar porque habían varios retiros cancelados, lo único que pedía era ayuda del cielo, le pedí ayuda al Señor como siempre que estuve en ese departamento, y él no nos dejó solos, ni el supervisor se bloqueó ni yo me bloquee, en esos momentos, no piensas, las prisas de quererte ir, de que todo cuadre y salga bien sin incidencias, todo eso es presión quieras que no.


Así que con ayuda de Dios, las cajeras que ya no estaban le respondieron al supervisor, hicimos un movimiento improvisado, pues era lo que Dios nos dio en la mente, pues el consejo de mi jefa fue "marca a sistemas, manda correo", todas las tiendas estaban igual, el sistema de correo colapsado, las líneas saturadas.


Pero gracias al Señor pudimos cerrar sin incidencias, salimos por así decirlo "temprano", varias tiendas no pudieron, se quedaron hasta la madrugada, y unas de plano no cerraron hasta el siguiente turno.


Cuando llegué a casa, lo primero que hice fue darle gracias al Señor por su ayuda, ya que sin él habríamos seguido en la tienda atrapados, más yo, le pedí por las tiendas que seguían en eso. Y terminando la oración, mi jefa me marca para saber cómo le hicimos para darle información a las demás sucursales y así pudieran cerrar.


Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. (Jeremías 17:7)

En TresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora