La pequeña Evelyn abrió los ojos y lo primero que observó fue el hermoso piso de mármol.
—¡Papá! ¡Papito! ¡Ayúdame, papi! La puerta se abrió y un hombre entró, pero no podía verle el rostro.
—Te has portado mal Evelyn, eres una niña grosera, yo solo quería jugar contigo y tú no quisiste. Te expliqué que los papás hacían esas cosas, fuiste grosera. Ahora tendré que castigarte.
Evelyn no podía respirar, su corazón iba a estallar a causa de una horrible presión en su pecho provocada por el terror. Abrió los ojos de golpe y solo vio oscuridad. Miró hacia la ventana, mientras aún hiperventilaba. Observó la luz de la luna que se colaba entre las cortinas. Se levantó y salió de su habitación, llegó a la de Darcel, abrió la puerta y lo observó recostado en la cama con los brazos detrás de su nuca, mirando al techo. Él se giró quedando de lado para verle con un semblante serio. Caminó hacia él, tomó la sábana y se recostó a su lado, se acurrucó pegando su rostro en su pecho. Él se sorprendió, pero no se movió.
—¿Qué haces?
—Solo déjame dormir aquí contigo hoy, por favor. Darcel parpadeo repetidas veces confundido. Se recostó y descansó su barbilla en la coronilla de la cabeza de Evelyn. Ella tomó la mano de Darcel y la pasó por encima de su cintura, se removió acercándose aún más a él. El calor del cuerpo de aquel extraño ser, le daba paz y los latidos de su corazón eran reconfortantes. Cerró los ojos y se quedó profundamente dormida. Ya no tuvo más pesadillas esa noche.
La claridad de la mañana lo hizo despertar encontrándose con esos enormes ojos negros llenos de curiosidad.
—¿Qué?
—Solo te observo.
—¿Por qué?
—Porque quiero y tengo muchas dudas. dime, ¿Cómo es el infierno?
—Evelyn no estoy aquí para charlar contigo y mucho menos para saciar tu curiosidad. Hoy empezamos con la búsqueda a tu esposito Benjamín.
—¿Cómo es? ¿Es como lo describe la biblia? ¿Y el cielo?
—Basta, deja de hacer preguntas estúpidas. —Evelyn se levantó y se dirigió a la puerta y antes de salir comentó—: Primero quiero ir a mi casa.
Evelyn caminaba por la acera, llegó a su casa y se detuvo de golpe. Su corazón se aceleró al ver la puerta que estaba forcejeada y tenía cintas amarillas policiales. Se quedó mirando por unos minutos. Parecía no querer entrar, sabía que ahí había sucedido lo que cambió todo. Caminó hacia la puerta, pasó por debajo de las cintas y entró. El piso tenía rastros de sangre, la habitación principal estaba totalmente quemada. El fuego había consumido casi todo. Caminó por todo el lugar, registrándolo minuciosamente.
—¿Qué es lo que buscas? —La voz de Darcel la hizo dar un salto.
—No aparezcas así, me vas a matar de un susto.
—Acostúmbrate, no esperes que toque la puerta. Darcel caminó por la casa estudiando cada parte de ella, llegó a un librero en la sala donde había bastantes libros. Deslizó su mano por cada uno y empezó a leer algunos títulos y sus autores.
—La Divina Comedia. —Soltó un silbido— Una joya de la literatura. El infierno de Victoria, Valeria Valdeverde. Fleur, Heist y Frey de Ariana Godoy. Strange y Damián de Alex Mirez. Reflejo Rojo de Kirara Mirai. Muy buenos. Todos llenos de misterio, sangre y muerte. —Pero uno llamo su atención en particular. Lo sacó de su lugar para ver su portada y leer la sinopsis—. NEPHILIM —dijo casi en un susurro ¿Son tuyos? Evelyn se giró y observó el libro que ojeaba. Siguió buscando en los cajones y estantes, sin mirarlo le contestó;
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𝐄𝐥 𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐃𝐞 𝐄𝐯𝐞𝐥𝐲𝐧
FanfictionSoy el deseo más oscuro de tu alma, el secreto más perverso de tu corazón. La venganza que tanto anhelas disfrazada de justicia, el ángel que corrompe la verdad, lo justo y el amor. Dime: ¿Cuál es la diferencia entre justicia y venganza? ¿En qué mom...