Evelyn tomó el arma, le apuntó y Efraín dio un paso atrás.
—Quítale el seguro y mantenla firme con las dos manos —dijo Darcel.
—No volveré a preguntar. ¿Por qué vigilabas mi casa?
Él carraspeó y no despegaba la vista del arma y de vez en cuando cruzaba la mirada con Evelyn.
—No tengo nada que ver con lo que pasó, es lo único que puedo decirte.
—Vas a tener que dispararle si quieres que te diga algo. Dispárale en una pierna.
—No lo haré Darcel —susurró.
—Dame el arma, preciosa. Podrías lastimarte. —Dio un paso adelante muy despacio.
—No te acerques o juro que te dispararé.
—Dispárale, es tu única oportunidad de saber algo más sobre tu hija.
—Dije que no lo haré.
—No seas estúpida, si te llega a quitar el arma estás perdida.
El hombre observaba con atención a Evelyn y se dio cuenta de que murmuraba, parecía no estar bien mentalmente.
—Tranquila preciosa, nadie te hará daño.
—Disparale, Evelyn.
El hombre dio un paso adelante e intentó quitarle el arma, Evelyn esquivó su agarre y le disparó. La bala pegó en su mano, soltó un grito de dolor, mientras que Evelyn corrió despavorida. Darcel observó al hombre retorcerse y quejarse apretando su mano, giró los ojos hacia donde corría Evelyn, frunció el ceño y bufó molesto.
Ella corrió hasta llegar a su casa, al entrar lo primero que observó fueron los huesos malolientes del vagabundo, la carne ya casi estaba consumida por los animales, pero aun así desprendía un fuerte olor a podrido. Incontrolables arcadas la hicieron vomitar. El terrible aroma era insoportable. Pasó por un lado de los restos y se ocultó en un armario.
Minutos después, llegó Darcel, abrió la puerta y observó a Evelyn en el suelo de aquel pequeño lugar. Ella lloraba, su maquillaje estaba corrido y sus ojos rojos e hinchados, lo miró ahogada en llanto.
—Lo siento Darcel, no puedo hacerlo.
—Cállate. Tus estúpidos dramas ya me tienen cansado, tenías la oportunidad de obtener algo de información y en vez de eso saliste corriendo como una puta cobarde.
—¡Lo siento!
—¡Cállate! Eres patética.
Darcel se dio la vuelta y cuando estaba a punto de salir, la escuchó moverse y cargar el arma. Se giró de nuevo y ella tenía el arma bajo su clavícula. Él la observó y entrecerró los ojos. Sintió cómo se comprimió su pecho, era una sensación extraña para él. Al parecer tenía razón el hijo de Yumiel, ella estaba al borde del suicidio. Él se sentó en el piso frente a ella.
—¿Vas a suicidarte? ¿Es todo? ¿Te has rendido? ¿Abandonarás a su suerte a tu hija?
—La policía seguirá con la investigación. Yo no puedo hacer nada. Sé que si se la llevó Benjamín estará bien, él es una buena persona.
—¿Y si no?
—Espero que la encuentre la policía pronto, ya que yo solo soy una pobre patética cobarde.
Darcel observó como la mano que sostenía el arma temblaba incontrolablemente, y la vio apretar los ojos lista para disparar.
—Basta, deja esa arma y ven aquí. No quiero verte morir pequeña cobarde. No vine hasta aquí para verte volarte los sesos. Le dijiste a Natalia que me querías, que soy tu idiota. Bueno, No le harías eso a tu idiota, ¿verdad? Si quieres morir, hazlo cuando yo no esté presente.
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𝐄𝐥 𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐃𝐞 𝐄𝐯𝐞𝐥𝐲𝐧
FanfictionSoy el deseo más oscuro de tu alma, el secreto más perverso de tu corazón. La venganza que tanto anhelas disfrazada de justicia, el ángel que corrompe la verdad, lo justo y el amor. Dime: ¿Cuál es la diferencia entre justicia y venganza? ¿En qué mom...