𝐄𝐥 𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐃𝐞 𝐄𝐯𝐞𝐥𝐲𝐧

un minuto

—¿Qué has dicho? —Los dos arcángeles se miraron —. ¿Después de todo lo que hiciste, te niegas a aceptar tu castigo?

—Maestro, comete un error. Le sugiero que acabe con mi existencia. —su mentor frunció el ceño y miró confundido a su hermano, Arioch. El padre de su discípulo, solo observaba a su hijo sin expresión—. Si me deja con vida, volveré a romper sus sagradas reglas. Usaré cada minuto de mi eternidad para buscar la forma de regresar con ella. Mataré a todo aquel que se interponga en mi camino y le haga daño. Sea ser espiritual o humano. No le temo a los dioses ni a ustedes.

Darcel, fijó sus ojos en los de su mentor y un lado de sus labios se elevó formando una media sonrisa, llena de arrogancia. Mientras su maestro mantenía su postura seria.

—Azrael, déjame un momento con mi hijo —habló, Arioch. El arcángel se dio la vuelta y salió del lugar.

—Ella es humana y sabes lo que sucederá. Nada de lo que hagas podrá cambiarlo. —Su padre vio como su sonrisa se desvaneció.

Dejó colgar su cabeza mirando al suelo y soltó un sollozo fuerte y ronco. vio como lágrimas negras comenzaron a salir de los sus ojos de su vástago y resbalaban por sus mejillas.

—Lamento haberle decepcionado, padre, pero yo la amo y no puedo vivir sin verla una vez más. Daría mi eternidad por un minuto con ella y sentir su tacto. La necesito.

—Va a morir y lo sabes.

—Pido su ayuda para que su espíritu me sea entregado y poder resguardarlo bajo mi protección.

—¿Crees que estás en posición de pedir algo?

—padre, ella es lo único que deseo, la amo.

—Tu amor es retorcido.

—Y, ¿Cómo se supone que debe amar un ser oscuro nacido para dar muerte y caos? Enséñame cómo, porque no lo sé. ¡Por favor padre! Solo usted y mi maestro pueden ayudarme. —Arioch se dio la vuelta y le dio la espalda.

—No complaceré a alguien que solo se ha negado a seguir mis enseñanzas. —caminó hacia la salida.

—Pero puedes darle la oportunidad a tu hijo de poder amar de la forma correcta, y no negarle lo que a ti en su momento no se te dio. —Se detuvo por un instante, lo miró de soslayo y luego continúo su camino hasta salir.

—¡Padre! ¡Ayúdeme por favor! ¡¡¡PADRE!!! —gritó mientras sus lágrimas caían. Se sacudió intentando soltarse de las cadenas, pero era imposible romperlas.

***🖤🔪

Evelyn abrió los ojos y lo vio desde abajo frente a ella, de pie, a Draven. Él rodó los ojos hacia el cuerpo de Nataly y luego los regresó a Evelyn.

—Deja de hacer eso. Cuando matas a alguien, atraes a los ángeles de la muerte. —Ella se sentó y luego se puso de pie.

—Tenía que hacerlo, si se escapaba seguro me denunciaría. ¿Qué quieres?

—Tuve que venir antes de que otro venga por su alma y te encuentre.

Ella no contestó, tomó de las manos el cuerpo de Nataly y lo arrastró hacia el garaje. Se detuvo y sin mirarlo preguntó.

—¿Lo has podido ver?

—No, aún no me lo han permitido.

—¿Crees que él en verdad pueda volver?

—Él rompió muchas reglas, y los arcángeles son muy estrictos, sobre todo los de luz, ellos no pueden tolerar ese tipo de actos.

—Eso no te pregunté.