Soy el deseo más oscuro de tu alma, el secreto más perverso de tu corazón. La venganza que tanto anhelas disfrazada de justicia, el ángel que corrompe la verdad, lo justo y el amor.
Dime:
¿Cuál es la diferencia entre justicia y venganza? ¿En qué mom...
—¡Aush! ¡Mi chaqueta! ¡Arruinaron mi chaqueta de piel de borrego! ¡Hijo de perra!
Darcel se giró buscando quien le había disparado, pero dos balas más lo golpearon y lo hicieron caer hacia atrás. Evelyn se lanzó hacia él como si intentara protegerlo, sus ojos estaban tan abiertos y su respiración acelerada
—Darcel, dios mío, ¿estás bien? ¿Qué hago?
Él respiraba con dificultad y con mucho esfuerzo, levantó su mano y le entregó su arma que sacó de su espalda baja. Tragó saliva e inhaló con dificultad antes de comenzar a hablar.
—Mata a ese hijo de perra. Necesito su alma para recuperarme, estoy muy malherido y la necesito para sobrevivir. ¡Aah! Duele horrible. Evelyn ayúdame.
— Primero te llevaré a un lugar seguro.
—No, ve ya o se irá.
—Tranquila, yo lo cuidaré —dijo Leslie, Evelyn la miró y asintió con la cabeza.
—Tranquilo, lo aré, aguanta un poco.
Evelyn tomó el arma, se levantó y corrió hacia unas escaleras que llevaban a un gran balcón de donde el hombre había disparado. Él los veía desde arriba, traía aún una máscara. Evelyn lo observó ir hacia un pasillo y se perdió de vista.
—¿Qué es esta estupidez? —preguntó Leslie a Darcel.
—Le enseño a mi pequeña a matar, aprende tan rápido. Estoy muy orgulloso. —Darcel se limpió una lágrima falsa y se puso de pie, sacudió su ropa, acomodó su chaqueta y pasó sus dedos por su cabello para acomodarlo.
—¿Es una marioneta verdad? ¿Estás participando en juego de la venganza y muerte?
—Claro, soy un ángel del caos y la muerte, el mejor diría yo.
—Tu actitud se sale de las normas, tienes demasiada cercanía con ella, tu cuerpo está percibiendo eso, no es normal que estés sangrando, en mis 1500 años he visto esto muchas veces y siempre termina muy mal.
—Silencio mujer, ve por ahí a fornicar con algún humano.
—Eres un crío muy estúpido, crees que el verdadero reto de los ángeles oscuros es ocasionar muertes manipulando algún alma rota. Ingenuo, a tus 500 años no has visto nada. Crees que solo porque has manipulado algunos desquiciados y ocasionaste un par de masacres antes de sus inevitables suicidios eres un experto. Créeme, no se necesita ser un ángel de la muerte para eso. Cualquier demonio puede susurrar en el oído de un demente.
—Tu conversación ya me aburrió. Tú qué sabes, solo eres un súcubo, tu trabajo es fornicar. Ve y ocúpate de lo tuyo. Cuando te necesite te buscaré, pero no será para pedirte consejos. Ahora tengo que ayudar a mi chica a triunfar.
—Tienes demasiada confianza y ese será tu error.
—Ya no me jodas —dicho eso se marchó ignorándola.
***🔪
Evelyn se escondía tras una puerta y miró al hombre que corrió. Ella salió siguiéndolo, dio vuelta en un pasillo, lo observó parado esperándola y ella le apuntó con el arma.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
