VIDA Y MUERTE

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Evelyn se tiró al suelo, las balas golpeaban muy cerca de ella. Se arrastró hasta un estante y enfrente había un hombre que también se escondía. Escuchó al tirador caminar del otro lado, ella se movió de rodillas rodeando el estante para no ser vista por él, se asomó, vio como el tirador encontró al hombre escondido y sin remordimiento le disparó, tapó su boca para callar el grito de terror que dio al ver cómo lo asesinó.

Siguió de rodillas y cruzó hacia un mostrador donde empaquetaban el pan, ahí se encontraba escondida una mujer con su hija de unos 5 años, la mujer tapaba la boca de su niña para que no hiciera ruido, las dos lloraban y temblaban del miedo. Evelyn se asomó nuevamente, lo observó caminar despacio entre el lugar con el arma apuntando. Más atrás de él se encontraba el joven que le susurró antes, rodó los ojos y los fijó en ella formando una sonrisa malévola en sus labios.

Fue entonces que confirmó sus sospechas, él estaba ahí para matarla y de paso también a las demás personas. Sabía que tenía que irse de ahí, si no, la mujer y su hija serían asesinadas. Evelyn intentó moverse, pero en su huida el joven salió por delante, aun con esa sonrisa siniestra. Ella quiso regresar, pero el tirador ya estaba detrás y le apuntaba a la mujer y a su hija, sin compasión les disparó asesinándolas frente a Evelyn. Ella se quedó estupefacta sentada en el piso, viendo como la mujer y su hija caían al suelo muertas y su sangre salía de sus cuerpos formando un charco.

El hombre se giró hacia ella y le apuntó para ser la siguiente en ejecutar, Evelyn paralizada, se quedó mirando el arma esperando su inevitable muerte. Por suerte apareció Darcel, lo tomó del cuello apretándolo hasta que crujió, lo soltó y cayó muerto delante de ella

—levántate y vamos. —Evelyn solo se quedó sentada en sus propios pies mirando los cadáveres de la mujer y la niña.

Él la tomó del brazo, obligándola a levantarse, y ella intentó soltarse de su agarre.

—¡Noo! ¡Suéltame! ¡No me toques! Me vas a matar, eres un monstruo igual que ellos. —Darcel la tomó de ambos brazos y la sacudió obligándola a verlo.

—Mírame Evelyn, soy yo, tengo que sacarte de aquí.

Darcel comenzó a caminar a paso rápido jalándola. Ella se dejó guiar y antes de salir del lugar volteó a dónde quedó muerto el tirador. Observó como el joven que le acompañaba se encontraba en cuclillas junto a él, unas enormes alas negras aparecieron de su espalda. Levantó el rostro fijando su mirada en ella con un semblante sombrío.

Al salir del sitio y correr al estacionamiento, de entre los autos, un hombre llamó a Darcel

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Al salir del sitio y correr al estacionamiento, de entre los autos, un hombre llamó a Darcel.

—Una tras otra. —Darcel se detuvo.

—¿Ahora qué quieres, Caín?

-—Que sigues rompiendo las reglas, una tras otra. Mataste a ese hombre, era la marioneta de Derek. Estaba haciendo una excelente jugada hasta que interviniste.

𝐄𝐥 𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐃𝐞 𝐄𝐯𝐞𝐥𝐲𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora