Sufre como yo sufrí

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Había paso unos cuantos días, y pasado mañana seria la odiosa obra que me tenía fastidia que ni sabia para que nos querían, y Lukman lo único que ha estado haciendo es evitarme, y donde estaba podía verlo, sentando sin hacer nada.

Me acerque y le empuje las piernas con fuerza haciendo que se cayeran que estaba arriba de una mesa.

—¿Por qué no estás haciendo nada? Llevas días así de flojo. 

Me sonrió.

—Tengo privilegios por el apellido.

Rodeo los ojos con molestia.

—Ponte a limpiar.

—No lo creo.

Este tipo era un verdadero dolor de culo, termino dándole un golpe con el trapo que tengo en la mano sobre su hombro varias veces, se levanta y me hago para atrás olvidando nuevamente la diferencia de estatura de ambos.

—Deja de hacer eso, había olvidado la molestia que eres.

—Tu eres un dolor de huevos — lo señalo — Por lo que ponte hacer algo.

Me jalo con fuerza el trapo llevándoselo, caminando hacia el otro lado viendo que se acercaba a limpiar unas cosas que estaba sacando de una bodega, y me fui muy feliz de haber contribuido que se pusiera hacer algo de provecho.

Lo verdadero es que me dolía la espalda y la vida, todo este tiempo me tuvieron corriendo de un lado al otro y saliendo muy tarde del trabajo esto se estaba volviendo muy agotador.

Me pusieron algo frio en el cuello por la parte de atrás dando un fuerte chillido dándome la vuelta.

—¿Qué te pasa?

—Te notas un poco frustrada — dijo Lukman dándome una lata de refresco.

—Gracias ¿Ya terminaste?

—Me corrieron de allá — señalo donde estaba, pero ahora se encontraban varias chicas.

—Fans.

Que suerte tenía.

—Quizás.

A lo lejos pude ver el chico que luego me hablaba viéndonos fijamente en especial a Lukman.

—¿Practicaste?

—¿Practicar?

—La guitarra.

Mierda.

—No.

—Increíble contigo.

—No tengo guitarra.

Bufo.

—¿Y apenas se te ocurre decirme?

—Me estabas evitando.

—No lo hacía solo estaba ocupado — guardo silencio unos segundos — Haciendo otras cosas.

Eso nadie se lo creía estaba mintiendo de una manera muy fea.

—Mentiroso.


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Mientras estaba en el trabajo no podía dejar de pensar que Lukman mintiendo descaradamente diciendo que estaba ocupado cuando no lo era, me molestaba que hiciera eso pero que más daba, su forma de ser de por si era un poco extraña decidí salir un momento por la puerta de atrás para tomar unos minutos aire.

Estaba sentada en la banqueta deseando que terminara pronto esa odiosa obra solo lograba que sacara lo peor de mi, a lo lejos vi como Isabel se acercaba llena de harina y lo que parecía ser huevos me levante para caminar hacia ella.

Miénteme, yo te creoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora