Nunca la dejaras

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''Solo Dios sabe, pero tú nunca la dejaras'' 

Evan solo me daba una mirada acusadora mientras comíamos en la sala de mi casa pues decidió acompañarme a ver películas junto con mis hermanos, solo que no dejaba de joderme desde que me vio ese día con Lester casi besándonos no lo puede superar.

—Deja de mirarme así.

—No puedo evitarlo solo recuerdo ese día.

—Ya olvídalo quieres.

—Te dije — me señala bajando la voz — Que regresarías con Lester.

—No regrese con él — siseo en voz baja.

Mueve la cabeza con cierta negación, pero es que no regrese con Lester y tampoco lo bese, aunque estuve apunto de que sucediera, no podía negar que me atraía muchísimo la idea de hacer tal cosa.

—O tal vez si regresas con él no hagas lo mismo de antes, no quiero más pleitos en medio de la universidad.

Comienzo a reírme.

—Deberíamos de irnos — mira su reloj.

—¿A dónde?

Sonríe.

—Nos invitaron a la inauguración de un bar y olvide decirte.

Hago una mueca.

—No pienso ir ni siquiera estoy arreglada.

—¿Tengo ropa puesta de que me vea arreglado? — se señala.

Y era claro que no pues su ropa parece como si lo hubiera atropellado, y se puso su gorra azul.

—Vamos.

—Voy a salir le dicen a mi papá.

—Claro — contesta Diego ignorándome.

Solo agarro mi bolso para irme con Evan para salir a la calle y ya en este tomamos el primer taxi que pasa vació, no estoy muy segura de querer ir pero que más daba en estos instantes aparte si iban los demás.


Cuando finalmente llegamos a dicho lugar que lo peor de todo es que nunca había venido por esta parte, pero notando que dicho bar sería todo un éxito pues estaba una larga fila para poder entrar, pero Evan y yo pasamos antes que todos.

Hasta que nos sentamos hasta la parte de atrás en una mesa vacía para pedir unas bebidas y sólo ver cómo llegar más personas al dichoso lugar sólo me estaba preguntando qué rayos estábamos haciendo ahí y así es que llegarían los demás.

Pero los minutos fueron pasando hasta que se convirtió en una hora en la que no estamos haciendo absolutamente nada, sólo ahí sentados viendo como llegaban más, y la terrible música no ayudaba en nada.

Con cierta molestia me volteé a ver a mi amigo.

—¿Qué hacemos aquí? — le pregunté

—Puedes pasar el rato como te darás cuenta-

—Pasar el rato viendo cómo llegan las personas, tienen mala música y hace calor ¿Eso es pasar el rato?

—Calmate.

Me estaba poniendo de muy mal humor porque no estamos haciendo y solamente estamos aquí sin platicar o hacer algo, y me estaba empezando a hacer muy sospechoso, pero mejor me mantuve en silencio trate de pensar que lo estaba haciendo para olvidar todo lo de Lester pues no estaba muy contento conmigo.

Suspiré suavemente.

Y me quedé ahí viendo la nada para ver si sucedía algo ya que, aunque estábamos juntos podía sentir que seguía molesto porque parecía que para Evan sólo le estaba diciendo mentiras y más mentiras, pero la verdad es que lo que sucedió con Lester fue simplemente un tropiezo y una debilidad que aunque quisiera no lo podía evitar con tanta facilidad como quisiera, cuando me decía era muy fácil pero es tan distinto intentarlo.

Miénteme, yo te creoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora