CAPÍTULO 10

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⋆NAOMI⋆

Me atrae. 

Sí, eso es lo que creo. No soy una persona que se engañe a sí misma, estoy consciente de que he actuado de una manera diferente con él. No estoy segura del motivo, no es que sienta que muero por él. Por favor, no. Yo no moriría por nadie, es decir, soy Naomi. Solo quiero decir que siento una ligera atracción. 

Qué extraña sensación. Mi yo del pasado no podría creérselo. 

—Naomi, nos quedó horrible —me dice JJ en una sonrisa— solo pruébalo. —Corta un trozo de la pizza que hicimos juntos, y lleva el tenedor a mi boca. 

Su exquisito aroma difiere demasiado del sabor. Me invade una extraña mezcla saturada de jamón, queso, salsa de tomate y... ¿dulce? Oh, debí haberme equivocado en alguna parte del proceso. Sé que el sabor excesivamente salado de la masa es mi culpa. Pero no recuerdo haber arruinado los ingredientes de encima. Al menos no de forma intencional.  

Sí. Sabe asqueroso.

Tomo inmediatamente el vaso de agua, con la esperanza de que elimine el rastro de esa combinación tan horrorosa. 

—Bueno, la intención es lo que cuenta ¿no? 

JJ estalla en una carcajada. 

—Mel estaría muy decepcionada del resultado. 

Por supuesto que lo estaría, pero no todos podemos poseer el talento de la cocina. Aunque siendo justos, quien arruinó la comida fui yo. JJ cocina excelente, ya me lo ha demostrado en este mes que llevamos viviendo juntos. 

Le tiro un paño en la cara. Él se lo quita y me mira con una mueca que lo dice todo: Iniciaste una guerra. Se lanza encima mío, intento escapar, pero es imposible desprenderse de sus brazos. Me sostiene con fuerza y nos hace girar. Con cada vuelta me envuelven las luces de los edificios que entran por el ventanal. Por un instante, pareciera como si nos estuvieran iluminando a nosotros, como si estuviéramos bajo la luz de los reflectores en el escenario de un teatro. 

—¡Basta JJ! Aquí es cuando odio ser pequeña... ¡Cookie sálvame! —le pido al verla dar vueltas alrededor de nosotros. Cookie entiende la señal, y comienza a ladrar. Se ve tan molesta, que dudo de si se debe a mi grito de auxilio, o a sus celos de que su "amado" sostenga en brazos a una muchacha. «Cookie no quieres competir conmigo. Tú serás una Yorkshire, pero yo una zorra. Además Naomi Cranham nunca pierde». 

—Pequeña y poderosa —susurra cerca de mi oído, y hunde su cabeza en mi cabello, a la altura de mi nuca. Su acercamiento me produce una ola de calor. «Ay, qué pasa contigo. Solo se trata de JJ». 

Me suelta, aunque se toma su tiempo en hacerlo. Quizás una parte de él quería seguir sosteniéndome, o quizás eso es lo que a mí me gustaría creer. 

Cookie deja de ladrar, se acerca a JJ, y muestra su panza. Me queda claro el trasfondo de su alboroto.

Voy al baño, paso agua por mi rostro quitándome todos los restos de harina. Se forma una masa pastosa y desagradable en mi piel. Intento quitarla con mis dedos, mas parece como si la estuviera esparciendo por mi cara. No es agradable. (Aunque mentiría si dijera que no disfruté el momento; la diversión de comportarse de manera infantil, sin límites ni reglas). JJ me sigue, me empuja levemente, e imita lo que yo hago. Le devuelvo el empujón, pero no consigo hacer que se mueva ni un centímetro. Se ríe ante mi evidente cara de fastidio. 

—Deja de arrugar el entrecejo —me dice— te saldrán arrugas. 

—¿Debo tomar eso como una venganza? 

EL SILENCIO ENTRE LOS DOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora