❥•°Attachment and possession°•❥

03

Su año en la primaria fue un estimulante… no tan grato. Fácilmente le dieron más libertad, pero Kim Taehyung no logró adaptarse al entorno, y cuando creyó hacerlo, siempre hacía algo mal para retroceder sus avances, con el paso de los meses, se rindió.

El pobre de Kim, pediría a sus madres esa noche volver a su antigua rutina. No tenía caso seguir en un entorno como el de su casa, fácilmente podría soportar eso mismo sin ir a la escuela. Lo bueno es que dejaría de ver repeticiones de temas que ya sabía.

O tal vez debería haber aceptado ir a una escuela fuera de ese distrito. El distrito donde vivían era bastante pequeño, lo suficiente para no tener muchas opciones en las instituciones, y la mayoría se conocían o tenían una relación familiar.

¿Qué hacía su familia en un lugar así?

Su mamá beta quiso un lugar tranquilo para que Taehyung pudiera crecer, y su madre alfa no la contradijo, especialmente porque sabían que no estarían mucho tiempo en esa casa… ellas no.

Sus madres eran un caso especial, se amaban, pero amaban más su trabajo y el futuro de este. Por ese mismo egoísmo, Kim Taehyung recibió un plan de estimulación desde su nacimiento, él tenía que crecer para ser capaz e inigualable. El joven Kim cooperaba siendo un buen heredero. Aburrido a los ojos de otros niños, pero extrañamente era satisfactorio para el azabache.

¿Se sentía solo?

Sí.

¿Le hubiera gustado tener una infancia normal?

Sí.

Había muchas veces que él joven quería cambiar, sin embargo no podía. Pero tampoco se quejaba. Estramboticamente, a Taehyung le gustaba aprender, manejaba su información adquirida lo mejor que podía, hasta regulaba sus horarios de sueño para mantener mejor su capacidad de almacenamiento de información… raro en un niño de esa edad.

Ah.

En el fondo comprendía porque no tenía siquiera un amigo…