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Taehyung tenía el agudo instinto de poder leer a las personas. Era fácil desde su punto de vista; la forma de hablar, el tono de voz, los movimientos corporales y la forma de mirar. Para él, eran elementos básicos, lo demás lo dejaba a la intuición. Y nunca fallaba… nunca, hasta ahora.

Kim y Choi, pasaron con éxito a la preparatoria de su elección, dejando a Jeon y a los mellizos Min en su último año de escuela secundaria. La escuela del Noreste se localiza a treinta minutos de la secundaria, y, al tener diferentes horarios, hacía difícil para el dúo de alfas visitar a menudo a los menores. Lo que era una aflicción especial de Taehyung, ya que su omega funcionaba como vitamina y sin Jungkook simplemente no se sentía igual.

El verdadero conflicto se citaba en una persona en especial. Por consiguiente, el alfa azabache y el de hoyuelos lograron salir con anticipación, logrando tener tiempo de sobra para pasar por sus menores. Su emoción del par era tal, qué, Soobin convenció a Taehyung de no llamar a su chófer ya que perderían tiempo, y consiguió llevarlo en transporte público. Era una nueva y subjetiva experiencia que le contarían a los omegas. Y Kim Taehyung estaba dispuesto a contarle a su parejita sus quejas y sorpresas que se llevó en el camión, sin embargo, al llegar y esperar por determinado tiempo por la presencia de su amado castaño. La felicidad se opacó por un sentimiento confuso. Su menor iba acompañado de Yoongi y Chaeyoung, lo habitual, pero a lado de ellos, específicamente al lado de Jungkook, se hallaba un chico alto, tal vez más alto que él, pero eso era irrelevante. La prioridad era averiguar quién era ese chico.

Jeon Jungkook al sentir unas leves cosquillas en su nuca, volteo buscando algo, su instinto mismo se activó y olfateo. La esencia de cacao y coco se infiltró en sus fosas nasales e instantáneamente se fue a la dirección del camino de aroma, porque oh, vaya que reconocía la fragancia, era la mejor fragancia de la mejor persona. Su alfa estaba cerca.

El omega castaño lo encontró finalmente, se veía tan hermoso como solo él podía verse, y el pequeño hecho que llevará ropa casual en vez de uniforme, lo hacía ver más guapo de lo usual. No pudo evitar correr y empujar a las personas en el proceso.

—¡Alfa! —llamó el omega, abrazándose a la espalda de su mayor.

—¿Cómo te va lindo? —preguntó el azabache, sonriendo por el abrazo.

El omega le sonrió y se ocultó en el pecho del alfa, intentando impregnar en él su aroma.

—¡Oh! ¡Soobin! ¿Cómo estás?... Estoy bien, muchas gracias por preguntar, aunque algo cansado porque tuve insomnio, pero nada que no se arregle con un té.

Era costumbre que esos dos se encierran en su propio mundo, pero el otro alfa también quería que alguien llegara y le preguntara cómo le fue.

—¿Cómo le va, Hyung? —preguntó Chaeyoung al llegar con el trío.

—Es una lástima que tenga insomnio, intente con aromaterapia —agregó el hermano, sonriendo y saludando a los dos mayores.

—Ustedes sí me comprenden…

—¿Hola?

Oh, esa voz era desconocida para los alfas mayores.

—¿Quién es él? —preguntó Choi. 

—Mucho gusto, soy Yi Kyubok, díganme Kyubok.

El chico se presentó realizando una leve reverencia a los mayores, quienes solo le miraban expectantes. Taehyung se enfocó en juzgar sus acciones y movimientos, también, disimuladamente inhaló su aroma para identificarlo, y esa cuestión no mejoró la percepción del chico, pues olía a pimienta y menta, el aroma de un alfa. No obstante, lo poco que examinó del alfa menor, no le dió una imagen clara. Eso le confundió, pues se sentía cómodo y hasta cierto punto, no le encontró algo malo. Pero sentía algo extraño, lo atribuía ligeramente a sus celos.

—Lo conocimos en la práctica de basket de la semana pasada, no es malo —le dijo el castaño al azabache—. Es entretenido.

Kim le asintió a su pareja, forzando una sonrisa.

—He escuchado mucho de usted —Yi se dirigió al alfa pelinegro—. Jungkook siempre lo presume, dice que usted es el mejor alfa.

Muy bien, eso convenció un poco a Taehyung para no despreciar su presencia. Estaba bien mientras tuviera en claro que era de Jungkook.

—Jungkookie es muy lindo, es natural tratarlo como merece —respondió Kim, sonriendo al ver el rostro de su omega—. Sencillamente es encantador.

Uy. El castañito adoraba que su novio lo halagara en público, disfrutaba mucho de la atención. Eso origina bonitas sensaciones en su corazón, Kim Taehyung podía hacer eso en él, causar mucha felicidad con pocas palabras.

—Dame más halagos, quiero todos los que no me has dado —exigió el pequeño omega.

El nuevo conocido también tenía la capacidad de analizar sus alrededores, y eso hizo al ver a la pareja. Instintivamente sonrió al verlos.

Taehyung seguía desorientado por la actitud de este…

❥•°Attachment and possession°•❥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora