20

587 50 0
                                    

El comedor de la casa Kim nunca se vio tan lleno como se veía esa tarde en la cena. Taehyung no recordaba cuándo fue la última vez que estuvieron sus dos madres acompañándolo en una de las comidas, pero algo sí sabía, no le gustaba estar acompañado, era incómodo considerando que casi nunca hablaban.

—¿Cómo va la escuela? —preguntó la alfa.

—Normal.

—¿Cuándo terminas?

—En un mes.

La familia no despegaba su mirada de la comida, pues, al parecer era muy difícil mirarse unos a otros.

—Bien, carrera y universidad. —la mujer beta hablaba más firme, ni siquiera preguntaba, solo exigía respuestas.

No cabía duda que Kim Eunbi era más dura de carácter que su propia alfa, quién mínimamente, preguntaba más afable.

—Administración industrial, universidad del centro.

—Del centro de la capital, obviamente. —afirmó sin duda la beta.

Kim Taehyung sonrió irónicamente, era más que obvio que esa era su universidad de elección. No había mucho de dónde elegir, después de todo, era esa o irse más lejos.

—¿Sigues con el omega castaño? —cuestionó Sojeong.

—Jeon ¿No es así?

Sus madres no sabían mucho de su vida, solo lo suficiente, pero no podían ignorar el hecho que su hijo les presentó a ese chico como su pareja formal hace tiempo, y aunque no recordaban mucho, pensaban que era algo pasajero.

—Sigo con él —respondió, dejando de lado su plato, preparándose para abandonar la mesa.

—Oh. —Se sorprendió la alfa—. Vas seriamente, eh.

Y su último tono fue demasiado incómodo, considerando que no tenían mucha confianza para hablar con informalidad.

—Lo estoy cortejando, en un futuro será mi omega. Es más que suficiente para considerarlo serio.

El tono del alfa menor no fue agradable, demasiado seco y despectivo, sin embargo las mujeres no se sorprendieron, según ellas, era común en la personalidad de su hijo.

—¿No eres muy joven para cortejar? —se bufo Eunbi— No sabes que pasará.

—Si no me equivoco, usted recibió el cortejo de madre a mi edad. ¿No era muy joven para recibir el cortejo?

Tal vez sus progenitoras no sabían a qué edad comenzó a cortejar a Jungkook, pero no planeaba decirles, simplemente no les correspondía.

—No le hables así a tú mamá, Taehyung —advirtió la alfa, solo frunciendo el entrecejo—. Solo dinos algo. ¿Es así de serio?

El joven Kim asintió y sus madres suspiraron. No estaban de acuerdo, no obstante, sabían que no tenían el derecho de entrometerse, era la vida de su hijo. Eran agradecidas mientras siga siendo suficiente para seguir siendo su heredero. Conocer a Jeon iba a ser necesario para evaluar el potencial de sus negocios.

—Siendo así, este fin de semana viene tu abuelo de visita. Le vas a decir a Jeon que venga.

Tal vez la falta de tacto la heredó de su mamá Kim Eunbin, eso explicaría muchas cosas.

—Qué forma más rara de dar una invitación. —Se burló el alfa, obteniendo otro suspiro por parte de la alfa mayor.

—Pregúntale a Jeon si está libre el fin de semana, nos gustaría que venga a comer con nosotras y tu abuelo. ¿Mejor?

La más accesible era Sojeong y por lo visto era más amable.

—¿Puedo declinar?

—No.

*

*

Jungkook pasaba por una crisis, casi al borde de un colapso y Taehyung le miraba tan pacíficamente cómo era su costumbre, y normalmente amaba esa mirada, pero no en momentos donde había un gran riesgo.

—¡¿Las señoras Kim quieren verme?!

—También mi abuelo.

—¡Eso no ayuda Tae!

—Es fácil para ti bonito. Eres el hombre más cautivador del mundo.

Así es, para Kim Taehyung, su bello castañito era capaz de lograr cualquier cosa. Según su irracional pensamiento, Jungkook podía dominar el mundo y someterlo con solo una sonrisa y su bella mirada.

—Agradezco que me veas así, pero no funciona como piensas —le dijo el omega con un pequeño puchero—. Solo tú me crees capaz de lograr todo.

El azabache alfa no comprendió, lo dejó claro cuando inclinó su cabeza hacia un lado y se puso a meditar las palabras de su pareja.

—No entiendo. —Fue toda la conclusión de Kim.

Jeon Jungkook sonrió y se acercó al azabache.

—Tae Tae, el universo no se inclinara ante mi solo con mi belleza. Sé lo que estás pensando, pero no funciona de esa forma. Tendría que usar otros métodos poco ortodoxos. —Solo era una broma del castaño, pero a veces se le olvidaba que su alfa era malo en algunas percepciones.

Taehyung miró sorprendido a su novio, no iba a mentir que le tomó desprevenido. Agarró la mano de su omega, la acarició tiernamente y dejó un beso en la palma de esta. Luego le miró con sus iris cambiando a un color gris brillante.

—¿Quieres el universo Jungkookie? —preguntó el alfa seriamente—. No sé cómo lo haré, pero si te hace feliz lo conseguiré para tí.

Uh, Jungkook debía empezar a recordar no hacer ese tipo de bromas. No dudaba que su pareja era capaz de todo con tal de tenerlo contento.

—No, no quiero el universo —contradijo el menor, dando de paso un golpe en la cabeza del alfa. —Quiero que mi alfa me prepare para conocer a su familia.

Kim se quejó bajito por el golpe dado, Jeon pegaba fuerte, luego miró nuevamente a su linda pareja y llegó a la conclusión que su bello omega definitivamente, conquistaría el mundo si se lo proponía. Estaba seguro que cualquier ser viviente debería inclinarse ante él y ni siquiera el propio azabache era la excepción. Por eso no dudaba que su familia caería ante los dones de su Jungkook.

—Estoy seguro que les encantarás. Cómo podrías no hacerlo.

—Estamos perdidos…

A pesar de las objeciones de Kim, Jungkook logró hacer que le diera las lecciones básicas. No podía darse el lujo de descuidarse, era una pequeña guerra personal que debía ganar a toda costa, especialmente para que su alfa estuviera tranquilo y así pudiera evitar cualquier conflicto familiar. Jeon Jungkook era igual de inteligente que su pareja, por eso debía destacar con él.

❥•°Attachment and possession°•❥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora