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EPÍLOGO

Kim Taehyung sonrió y continúo su caminata. Al voltear a ver nuevamente a esa pareja, enfocó al chico castaño de nombre Jungkook, al verle bien sintió su corazón parar, su cuerpo quedó estático y se dejó consumir por un sentimiento melancólico que no había recordado hasta ese momento.

El joven castaño que hablaba felizmente con su familia vio a Taehyung fijo, y jamás pensó que le dolería la sonrisa más hermosa que recordaba solo para él y para nadie más que él. Esa sonrisa ya no era suya, era de ese hombre desconocido y de ese niño que adoraba con la mirada a Jungkook…

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°

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«Kim Taehyung…»

«Taehyung»

«¡Taehyungie!»

«¡Tae Tae!»

—¡Kim Taehyung despierta ya!

Gritó un castaño, muy enojado por encontrar a su alfa durmiendo en el piso rodeado de un montón de libros y notas adhesivas, hasta seguía con sus lentes puestos, gracias a la mala posición estos se aplastaron.

—¿Qué te dije de dormir en el piso? —regañó Jeon Jungkook, posando sus manos en las caderas y arrugó sus cejas—. Hyungie, no es bueno dormir en las bibliotecas, el pobre Namjoon-ssi me dió las llaves para cerrar porque se le hacía tarde para tomar su autobús.

Oh. Pese a que el lindo castañito lo regañaba de la manera más hermosa posible y por más que ama verlo así para él. Kim Taehyung no pudo resistir pararse desesperado, sin despertar completamente bien, sin ser consciente de que despertó de la horrible pesadilla que lo transportó al peor universo que pudiese existir. Debido a ello, se aferró a su Jungkook.

Porque es suyo. 

Desolado, con el corazón latiendo veloz y con la tenaz determinación de no soltarlo nunca. Así de firme fue su audacia para no dejarlo ir.

El omega no comprendió que pasaba, no obstante, en pleno abrazo, justo cuando Taehyung posó su cabeza entre la curva de su cuello, sintió mojado. Por obvias razones se preocupó y devolvió un agarré igual o hasta más fuerte.

—Jungkookie, te amo. 

—Lo sé.

No, no sabía cómo debería saberlo. Taehyung se lo diría, pues aún tenía miedo de despertar y regresar a esa intranquilidad de no pertenecer a Jeon Jungkook… de volver al desasosiego de su niñez.

—Te amo —confesó con una dulzura tierna, propia de un niño.

«Alma para conquistarte; porque me prometí no dejar de merecer tu cariño.»

—Te amo, Te amo…

«Corazón para quererte; con la convicción que nunca dejaré de desearte y buscarte.» 

—Te amo. Te amo, Te amo demasiado Jeon Jungkook. 

«Y vida para vivirla junto a ti…»

Eso significado cada "te amo" que daba, quería decirle todo, cada pensamiento que tenía, cada poema que se sabía. Y quizás Jungkook sintió el peso de cada te amo, a lo mejor también su lazo le hizo llorar, porque justo donde se hallaba su corazón sintió una presión que le ahogaba, le quitaba su respiración y le nublaba la visión. Se sometió de lleno a su sentir, sin pena acompañó el llanto de su pareja.

—Tae, yo también te amo.

Las gotas saladas cesaron. Kim logró despegarse de Jungkook. Con su rostro hinchado y rojizo, fue besado por todo el rostro. Recibió en pequeños gestos Jeon Jungkook le brindó todo el amor del mundo y Kim Taehyung con una mirada le volvió a dejar en sus manos todo su ser.

—No avisaste que venías —habló suave el alfa.

—Es porque era una sorpresa Hyung. —Respondió el menor, besando la mejilla de su alfa, prosiguiendo a mirarlo a sus ojos, sintiendo tristeza al ver el cristalino de unas lágrimas que tardaron en vencer—. Quería sorprender a mi novio ¿No puedo?

Y esa mirada, aquellos ojitos brillantes y esas largas pestañas eran parte de las perdiciones de Taehyung. Su única conclusión era que caería eternamente ante su parejita.

—El mundo está a tu disposición, puedes hacer lo que te plazca. 

Oh. Jeon Jungkook sintió un escalofrío por todo su cuerpo y se sonrojó un poquito, solo un poco, casi como la primera vez que se le hizo esa misma promesa.

—Te he explicado que así no funcionan las cosas. —Contradijo el menor, desviando su vista al montón de libros que yacían olvidados en el suelo.

—Funciona para mi precioso niño.

Jungkook negó enfáticamente, un poco contento de ser llamado nuevamente así, "su niño", por mucho que fueran adultos, aunque el apodo era demasiado infantil, no quitaba que le hacía feliz. 

Taehyung dejó un beso en la palma de la mano del castaño.

—¿Vamos a casa? —preguntó Jungkook, sonriendo bonito, arrugando sus ojos y haciéndolos chiquitos.

Le sonrió solo a él. En virtud de que al igual que su alfa, el omega prometió un pacto unilateral con él mismo.

Sus mejores sonrisas serían para él.

—Mañana hay trabajo, debemos irnos y mandarle después las llaves a Namjoon.

—Lo que digas Kookie.

Su vida sería así, debido a que el amor de su vida no existía, porque no creían en cuentos demasiado perfectos… Pero ellos podían vivir la vida con amor, un amor que solo ellos sabrían darse, ya que su mundo es magnífico.

Ellos son su mundo…

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Los sueños que parecen reales son los peores, ojalá no les pase, se siente feo pensar que te levantaste y hasta verte desayunando cuando en realidad sigues durmiendo...  🥲

La historia fue inesperadamente larga. A pesar de no estar satisfecha con la historia (en general no estoy satisfecha con ninguna), cómo siempre, me encariñé mucho con la trama, es sencilla pero no está mal...

Cómo bien sabrán soy una persona que no tiene un día fijo de actualización. Agradezco a las personas maravillosas que han seguido la trama desde el inicio hasta el fin, por ustedes sigo actualizando y creando más tramas.

Espero leernos pronto en futuras creaciones (siempre leo sus comentarios).

¡Hasta luego!

Atte: E.M.












❥•°Attachment and possession°•❥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora