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Un joven azabache recién ataviado, salía de su habitación. Su cabello iba bien acomodado, el uniforme pulcramente atildado, con un decorativo extra; una corbata azul con estampado a cuadros, contrastando con el azul petróleo del uniforme totalmente liso. Se había puesto colonia como era su costumbre de todos los días, igual que pidió lustrar sus zapatos, también se encargó de encontrar una mochila parecida a un portafolio. 

Quería dar lo mejor de sí, porque, aunque no lo mostrase, se hallaba eufórico y asustado, quería poder conocer a los niños del parque que veía desde su ventana, quería hacer muchos amigos de su edad, compartir anécdotas y cosas de camaradería habitual entre jóvenes. Toda su vida se preparó para hablar con adultos y pensar como uno, estar con gente de su edad sería "refrescante para su mente". Sus madres le permitieron hablar con más gente (seleccionada por ellas), una de esas personas era su institutriz, la Señorita Eun, quién le guío con charlas triviales para conocer compañeros.

«Joven Kim, usted está habituado a otro ambiente. Pero no olvide que aún es un niño, así que, mientras esté en la escuela, actué como uno. Lo crea o no, los niños de su edad son crueles con los que no encajan. Este es un distrito pequeño y todos se conocen entre sí, un chico que vivió aislado desde su nacimiento es nuevo y puede llegar a ser intimidante… así que adaptarse y no perder su esencia es primordial...» 

Taehyung pensaba que era una total exageración, pues él se veía, y se veía normal, como cualquiera de su edad. 

*

*

Llegó a la escuela sin ningún inconveniente, la camioneta donde viajaba tenía las comodidades necesarias, además que el trayecto no duraba más de 16 minutos, contando con el hecho que llegaría diez minutos antes. Su ideología de la puntualidad era clara. 

Al bajar de su camioneta, esperó el tiempo requerido. Tan pronto como las puertas de la escuela fueron abiertas, el joven azabache se adentra a la institución, despidiéndose cordialmente del chófer que le llevó. 

El pequeño Kim Taehyung captó muchas cosas de las cuales no estaba acostumbrado. Los niños que llegaron a la hora establecida eran escasos, algunos uniformes no estaban bien colocados, muchos tenían remolinos notorios en su cabello, sus uniformes no estaban planchados, algunos estaban rotos en la zona de la rodilla y otros cuantos tenían baba seca en la mejilla. Al llegar al salón asignado, muchos niños y niñas llegaban aventando sus mochilas, apartando con ellas sus lugares, tiempo después salían fuera del aula para jugar en el patio. Taehyung los analizaba expectante y vislumbrado, no entendía con claridad qué pasaba, si bien, el timbre de inicio no sonaba aún, era claro que debían alistar todo antes de la llegada del profesor. Y el azabache hizo eso, esperó pacientemente la llegada del profesor y el timbre de inicio. 

El profesor al percatarse del alumno nuevo, le pidió una presentación, algo común para el joven. Se puso de pie desde su lugar y se anunció como le enseñaron. Con una reverencia perfecta y sin titubear.

—Un placer, me llamo Kim Taehyung. 

Ese pequeño saludo, según sus instructores, era más que suficiente, decir demasiado de él era pretencioso, también hace ver tu falta de atención. Por ello pensó que esa introducción era adecuada.

Gran error.

Tal vez Taehyung no era consciente, pero desde su llegada a la escuela ya estaba siendo analizado. La bajada de su camioneta BMW ya causaba una imagen de él, el caminar directo al salón de clases y esperar en silencio, presentarse sin mucha información de su persona decía más que suficiente. El pequeño tenía un aura intimidante, desde la perspectiva de los niños, obviamente sabían que había una diferencia de clases. Su porte y lenguaje era formal, diferente a su comunicación básica habitual. No sonreía demás, solo lo hizo en su presentación, una leve mueca. Y su mirada era intimidante, parecía juzgar su entorno y eso era incómodo.

A pesar de eso, los niños intentaron hablar con Kim. No comprendieron nada de lo que él les contestó. Cuando le invitaron a jugar atrapadas, no entendió porque tenía que correr de una persona, a él le enseñaron que los problemas se enfrentan. Jugó bien a la pelota, demasiado bien para el gusto de sus compañeros. Pero tampoco era culpa de Taehyung, él tenía entrenadores profesionales en deportes, incluso en ajedrez.

«… adaptarse y no perder su esencia es primordial…» 

Recordó al final de la semana las palabras de la Srta Eun. En ningún momento perdió su "esencia", pero no logró adaptarse. Sería un ensayo muy triste y decepcionante para la institutriz.

⭐⭐⭐⭐⭐

Está historia es la consecuencia de un nuevo bloqueo XD

Yo no aprendo la lección nunca, creo que hasta me gusta ser masoquista.

PD: no lo hagan.

Atte: E.M.

❥•°Attachment and possession°•❥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora