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Jeon Jungkook se encontraba casi impecable y libre de malos escenarios. Estaba siendo recibido por una señora que trabajaba en la casa, esta le guío hacía el comedor principal de la casa. Taehyung se acercó a su omega al verlo llegar y depósito un beso en la mejilla, después lo escoltó al asiento correspondiente. El acomodo según estudió Jungkook, sería informal, por lo tanto estaba convencido que no debía preocuparse por la lejanía de su pareja.

El alfa y omega al estar en sus asientos asignados, esperaron por la presencia de los mayores y al verlos llegar, comenzaba la verdadera travesía de Jeon. Saludo como era costumbre y dió cortesía demás, solo para impresionar.  

Antes de la comida comenzaron con aperitivos, tiempo suficiente para que comenzará el verdadero objetivo. Conocer a la pareja de Taehyung.

—Escuche que mi nieto te está cortejando. No quiero ser cizañoso, pero es muy precipitado.

La genética Kim era fuerte, pues él abuelo era también de un gran carácter y ojos filosos. No había duda que Taehyung habría terminado muy amargado.

—Abuelo, en tus tiempos eran aún más precipitados —corrigió el alfa menor, probando un poco de la botana en la mesa.

—Taehyung, supongo que hablarás por tu omega, si es así, conocerle será inútil —dijo la madre alfa.

—No es así, señora. Pero no tenía ningún comentario que aportar —respondió el castaño, sonriendo calmado.

—¿Qué comentarios tienes para dar entonces, Jeon? —preguntó sarcástica la beta, casi mofando.

Taehyung por primera vez en su vida volteo a ver a su mamá, y le miró enojado, el pretencioso y lacerante cuestionamiento no lo iba permitir, no a su castañito. A su vez, Jungkook no permitió que su alfa interfiera, esa era su batalla y lo dejó claro cuando pellizcó el muslo de su adverso.

—Puedo dar los comentarios que quiera, pero no los que le gustaría escuchar.

Oh. Esa era una gran indirecta para comenzar un verdadero enfrentamiento. Era interesante a los ojos del abuelo Kim.

—¿Cómo van los estudios, Jeon?

—Bien, no me quejo. Aunque ser el segundo lugar en la escuela no es algo que me gusta mucho, cuando Taehyung se vaya yo seré el primero.

Auch, eso se sintió como una pedrada para Kim, pero no importaba, no cuando su omega tenía los reconocimientos académicos que merecía. La inteligencia de su omega era parte de sus atractivos naturales.

—Escuché que esperabas ser beta. Me imagino que te decepcionó ser la jerarquía más baja.

Vaya que la madre beta del azabache era intensa. Y fue un milagro que el joven alfa no se lanzara a atacar, tal vez era el respeto a su progenitora.

—Me sorprendió, sí. Pero no me es una limitante cómo usted insinúa. 

—Dije una suposición.

—Errónea, en mi osada opinión.

Enfrentar a Kim Eunbin era algo que ni su propia esposa se atrevía a hacer, corregirla era impensable. 

—Bueno, joven Jeon. ¿Cómo enfrentarás la separación de tu alfa sin una marca? —preguntó el anciano—. Tengo entendido que mi nieto estudiará en la capital, es una inevitable separación, por lo menos un gran lapso de tiempo.

—Un año no me parece mucho tiempo, si me permite corrregirle. Lamentablemente y para la desgracia de Taehyung, me veré en la obligación de seguirle en la capital.

¡Vaya! Eso hasta al joven azabache le sorprendió, según tenía entendido, su preciado omega estudiaría en ese distrito.

—¿Irá a la universidad del centro? —preguntó desconcertada la alfa— La matrícula será una dificultad.

Jeon negó, luego mostró una sonrisa que dejaba a la vista su tierna dentadura, aquella que lo hacía ver como un tierno conejo. Su pareja intentaba no distraerse con la sonrisa de su lindo novio.

—Ingeniería naval solo la tiene la universidad del Norte de la capital. —Anunció muy orgulloso de sí.

Por el amor de la diosa luna, la encandilante aura del omega era abrumadora. Tan hermosa que Taehyung se le olvidó que estaba en presencia de su familia, no pudo evitar sonreír como solo lo hacía con su novio. Una sonrisa especial que daba a conocer el cariño y orgullo que sentía de tener a un omega tan magnífico.

—Kook, ¿Por qué eres tan perfecto? 

—¿Pensé que me preguntarías por qué no te dije? —confesó el castañito, haciendo brillar sus ojitos.

—Tienes derecho a no contarme. Eso no cambia qué estoy muy feliz por tus logros. —el alfa acarició las manos de Jungkook y besó ambas manos—. Sé que aún no entras, te falta un año. Pero eres más que capaz para lograrlo.

El castaño le dedicó una mirada especial, sus orbes se pintaron en una bella galaxia. El alfa se perdió completamente en el mar de estrellas.

Su utópico mundo era observado. El abuelo Kim y la mamá Eunbin miraron atentamente al alfa pelinegro. El abuelo Kim asintió y la beta correspondió, Jeon había sido aceptado. Esa escena lo demostraba todo, Kim Taehyung en su totalidad, era completamente dominado por el omega. No cualquier omega, uno de carácter e inteligencia formidable. 

Según las creencias del viejo omega Kim, una pareja capaz de gobernar y poner límites, era la verdadera fuerza del siguiente heredero. Él en su juventud tuvo una fuerte alfa, su Sojeong tiene una esposa de índole y ahora su nieto tiene un buen compañero. 

Al término de una charla más tranquila y una comida amena. La beta se encargó de despedir al invitado de ese día.

—Jungkook —llamó la mujer—. Dominar a un Kim de esta familia es difícil. Has atrapado a uno, no olvides la responsabilidad que tienes.

Jungkook miró confundido a la señora y luego cambió su expresión a una más altanera y confiada.

—Es fácil cuando el mundo lo conquista con una sonrisa y belleza.

Y eso era comprensible, su mundo es Taehyung y Taehyung cayó plenamente ante Jeon Jungkook.

❥•°Attachment and possession°•❥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora