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La estructura colosal de la vivienda de Taehyung se alzaba frente los ojos del castaño, no sabía si era adecuada una visita sorpresa, pero le permitieron el acceso rápidamente cuando mencionó que era amigo del azabache y que iba a entregarle unas cosas. Ese día Kim Taehyung no se presentó a la secundaria, y a Jungkook no le agradaba que su querido Hyung faltara, especialmente porque ese día era su día de besos (día impuesto por el castaño). Era osado de su parte ir directamente a la casa de su mayor, pero él exigía su dosis del día de Kim.

Las puertas principales de la vivienda fueron abiertas, por el contrario de lo esperado, Jeon vió a una joven omega abrir la puerta, ésta traía gafas y un traje sastre, la reconocía como la institutriz de su Hyung. Jungkook no aborrecía a la adulta joven, solo que ella le causaba cierto conflicto, sabiendo que era como una hermana para Taehyung. A pesar de sus contradicciones internas, el pequeño castaño le ofreció una sonrisa a la maestra.

—Buenas tardes señorita, vengo a visitar a Taehyung Hyung.

La institutriz sonrió ampliamente, pues reconocía al jovencito por fotografías que le mostraba su alumno.

—¡Señorito Jeon! —exclamó feliz la mayor—. Pase, el joven Taehyung está en su habitación, le pediré a alguien de servicio que lo guíe. Lamentablemente mi turno acabó hace diez minutos.

Y la adulta se rascó la nuca apenada, después de todo quería ver la felicidad de su estudiante, ya que ella sabía de antemano lo mucho que quería ver a Jeon ese día. Para Jungkook no pasó desapercibido el gesto de la omega mayor, y cuando vio más a fondo su cuello, se percató de una marca de mordida. Eso lo tranquilizaba, ahora sí le podía sonreír verdaderamente a la mujer.

—Muchas gracias, señorita Eun.

El castañito fue llevado a la habitación de su mayor. Al llegar ni siquiera tocó la puerta, pues quería sorprender a Kim, quién se sobresaltó un poco cuando se percató de una presencia extra en su alcoba. Jeon Jungkook caminó rápidamente para aproximarse al azabache, quién extendió sus brazos para recibir a su lindo pequeño en ellos. Taehyung se hallábase sentado en la silla de su escritorio, y aunque habían sillas extra y espacio de sobra, eso no le importó a Jungkook. Al menor se le hizo costumbre sentarse sobre las piernas del pelinegro. La prueba de ello era qué, justo cuando fue envuelto en los brazos ajenos, el menor se posicionó en medio de las piernas de su Hyung, y decidió sentarse en la pierna izquierda de este.

Kim Taehyung se quejaría ya que siempre se le dormía la pierna, pero no era relevante, no cuando la persona más importante del planeta estaba con él.

—¿Por qué no fuiste hoy? —preguntó el castaño—. Era nuestro día de estar solos, mañana tendremos que estar con Soobin, Yoongi y Chaeyoung. No tendremos tiempo para nosotros. —Se quejó, abultando de paso su labio inferior.

Kim no pudo resistir a besar ese puchero.

—Lo sé… veamos lo positivo de la situación. Estás aquí, en mi casa. No hay ningún prefecto que nos llamé la atención por nuestras "muestras afectivas inadecuadas" —lo último lo puntualizó con sarcasmo—. Contestado lo primero. Un profesor no podía dar la clase de la tarde, por lo tanto, decidimos adelantar la lección para la mañana.

Jungkook le dejó un beso en la mejilla a Taehyung y luego sonrió levemente.

—¿Qué te están enseñando ahora, Tae?

—Estructura económica —el castaño ladeó la cabeza confundido—. La veremos más adelante, en la media superior.

El joven asintió, comprendiendo que faltaba aún mucho para ver esa materia. Él era brillante, de ello no dudaba su mayor, solo que su castañito prefería seguir el ritmo de su edad.

—Pero dime bonito. ¿Qué les enseñaron hoy?

Uy. ¿Jungkook ya había mencionado que le encantaba el lado cariñoso de su Hyung?

—Nada interesante Hyungie, solo tuvimos la clase de educación sexual y nos explicaron a profundidad más de las jerarquías. Honestamente no me gustó la clase.

Vaya que para el menor la clase fue tediosa. Venía de una pareja de betas, la probabilidad de que Jeon Jungkook fuera uno, eran muy altas. Eso le enojaba. El malestar del menor no pasó desprevenido para Taehyung, así que dejó que se acurrucarse más en él.

—Tú estás próximo a cumplir catorce Tae, pronto te presentarás. Seguramente serás alfa y marcarás a un omega. —Dijo con pesar.

Taehyung negó.

—Soy muy joven Kookie. Cabe la posibilidad de no ser alfa, aún así, por el momento no quiero una pareja… —se detuvo a pensar a fondo sus palabras, realmente si quería a alguien, quería a Jungkook—... Tal vez sí…

¡Oh, Dios! A Jungkook casi se le sale el corazón al escuchar lo último. El menor se puso rígido y tenso, enderezando su postura (aún en las piernas del mayor).

—No puedes Taehyung, no puedes tener pareja —regañó—. Tú…

Ah, Kim seguía siendo malo reconociendo las emociones de las personas, pero con su castaño eran fáciles de leerlas. Pues comprendía el apego tan fuerte que tenía a él, que le era una burla no llegar a entender a su menor.

—Bonito —llamó el mayor, acariciando la espalda de Jeon—, mírame. ¿Sí?... La pareja que quiero eres tú.

Oh.

—¿Sí llego a ser alfa?

—Seguirás siendo la persona que quiero.

—¿Aunque llegue a ser beta?

—Siempre serás tú, Jungkookie.

Kim Taehyung era sincero. Para él no existía, ni existiría alguien mejor que Jungkook, su Jungkook. Lo mismo pasaba con Jeon, para el castaño, Taehyung solo era de él, podía tener amigos, pero no importaba. Lo marcó como suyo desde el día que lo encontró cerca del lago.

El apego de los dos era demasiado intenso para ser roto. Espantosamente tierno…

❥•°Attachment and possession°•❥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora