Pacto De Amor (Lujarcos)

Tocar fondo

*HOY ME PONGO TRISTE SOLO DE PENSAR LO FELICES QUE FUIMOS*

Marcos se levanta a la madrugada y se levanta para ver cómo está Luján: el día anterior se había encerrado en la habitación después del mediodía y desde ése momento no sabía nada de ella. Golpea la puerta pensando que está con llave pero se da cuenta de que sólo está arrimada por lo que toma fuerzas y entra. En el piso hay fotos de ellos dos rota en pedacitos junto a las notitas que solían dejarse también rotos: sólo había un papel doblado que estaba entero, lo tomó y vió que sólo decía amor: era aquel que él le había dado un día en el parque antes de matar el amor más puro que existía por esa maldita confusión que tuvo con Fernanda. De sólo recordar eso se empezó maldecir en silencio; nunca se iba a perdonar el haber lastimado tanto a Luji y sabía que ella tampoco lo haría. Se lleva el papel al pecho y se acerca a la cama: ella dormía abrazada a un oso de peluche que tenía un papel pegado con el nombre de Blas escrito en él. Las lágrimas le invaden los ojos y se recuesta a llorar a su lado. En algún momento se quedó dormido y despertó al sentir los dedos de Luján sobre su pelo
Luján; Hola…
Marcos: Hola, mi amor
Intenta darle un beso pero ella le corre la cara y se levanta de la cama
Marcos: Perdón que dormí acá: es que me recosté un rato y me quedé dormido
Luján: Todo bien, no pasa nada. Me voy a bañar
Marcos se levanta y la mira antes de ir hasta la puerta
Luján: ¿Desayunamos juntos?
Él se gira sorprendido ya que desde ése maldito día ella no quiere compartir nada con él
Marcos: ¿Vos querés desayunar conmigo?
Luján: Sí
A él se le forma una sonrisa en el rostro
Marcos: entonces voy a hacer café mientras te bañas. No te tardes
Luján le regala una sonrisa triste y entra al baño

El desayuno se hizo más largo de lo habitual ya que después de semanas tenían una conversación sin gritos ni reproches. Cerca del mediodía el celular de Marcos empieza a sonar, él lo ignora dos o tres veces pero cómo eran tan insistentes decidió atender
Marcos: Hola, papá, ¿qué pasa?
Gustavo: por fin atendes, Marcos! Escúchame bien; estoy yendo a la clínica con tu madre y los doctores. Tuvo una crisis y quiso apuñalar a María: no me queda otra opción que volver a internarla ,Marcos, yo sólo no puedo con ella y vos no sos capaz de pasar a verla por lo menos. Te quiero ya mismo en la clínica, me entendiste?
Marcos mira impaciente a Luján
Marcos: no puedo ir, papá, no quiero dejar sola a Luján
Gustavo: PERO QUÉ ESTÁS DICIENDO, MARCOS? NO ENTENDÉS QUE TE NECESITO? SI NO ESTÁS EN LA CLÍNICA EN 10 MINUTOS HOY MISMO VOLVES A VIVIR CONMIGO Y VAS A TENER QUE OLVIDARTE PARA SIEMPRE DE TU NOVIA, ESTÁ CLARO?
No le dio tiempo a responder que ya había cortado la llamada.
Luján: Todo bien?
Marcos: No, todo mal. Tengo que salir por un rato, podes quedarte sola o te llevo de Franco?
Luján: Puedo estar sola, Marcos, no estoy enferma
Marcos la mira dubitativo y agarra las llaves del auto, se acerca a ella para darle un beso pero ella le corre la cara como hace siempre
Marcos: Vuelvo enseguida, llevo el celular así que cualquier cosa que necesites me llamas, si?
Luján rueda los ojos: Si, Marcos, si. Andate de una vez por favor
Marcos siente una punzada en el pecho y la mira por última vez antes de salir
Marcos: Te amo
Luján cierra los ojos y suspira pero para sorpresa del rubio recibe una respuesta
Luján: Yo también te amo

Luján cierra la puerta con llave y se dirige al baño para vomitar nuevamente: al principio hacerlo la hacia sentir mejor pero últimamente luego de hacerlo se sentía peor que antes, sin embargo ya era algo automático: después de ingerir cualquier cosa tenía la necesidad de provocarse el vómito. Se apoyó en el lavamanos para lavarse la cara y al levantar la vista se encontró con su reflejo. Estaba demacrada, llena de ojeras y su rostro demasiado delgado. Por impulso tomó el secador de piso y con éste rompió el espejo: el piso se llenó de vidrios y ella tomó un trozo. Se miró el brazo y automáticamente se llevó el pedazo de hasta donde estaban las venas.

A Marcos le faltaban 3 cuadras para llegar al sanatorio cuando de pronto siente que empieza a faltarle el aire y la presión en el pecho se le acentuó aún más. Cómo pudo dio marcha atrás y giró el auto para el sentido contrario: tenía que volver a la casa

Luján cierra los ojos mientras se apoya el vidrio sobre su muñeca: está por presionarlo sobre esta cuando de pronto se abre la puerta del baño y entra Marcos
Marcos: Luján!
Le toma la mano de forma brusca y le saca el vidrio, después la levanta de los brazos y empieza a sacudirla
Marcos: Que ibas a hacer, estás loca?
Luján(llorando desconsoladamente): ¡No doy más, Marcos! Me quiero morir, déjame que me mate por favor, sino sirvo para nada: ni siquiera pude darte un hijo… Soy una basura, tendría que haber muerto ése día
Marcos la lleva hasta su pecho y la abraza con fuerza mientras empieza a llorar. Se quedan un rato así hasta que él logra calmarse y despacio la saca del baño para llevarla a la habitación. Se sienta en la cama y hace que ella se recueste apoyando su cabeza en las piernas de él
Marcos empieza a hablarle suavemente mientras le acaricia el cabello y de esa forma logra que ella se tranquilice al punto de quedarse dormida en esa posición.