La muerte de una inocente

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Fora entra a la sala de profesores y se fija que no haya nadie cerca antes de sacar el celular y marcar un número
X: Hola, jefe.
Fora: Ya encontraron el comedor?
X: Sí, Señor, ya estamos acá. El muchacho salió hace 15 minutos con los dos chicos y cerró con llave
Fora: Y de la mujer saben algo?
X; No, jefe, hace 3 horas que estamos en el lugar y ella no apareció en ningún momento.
Fora: Entonces el comedor está vacío, excelente. Ya saben lo que tienen que hacer
Corta la llamada y una sonrisa amplia se forma en su rostro: Así que la huerfanita tenía un comedor para los chicos de la calle y pretendía convertirlo muy pronto en una casa hogar todo eso con la herencia que le dejaron Blas Heredia y Ricardo Fara ¡Herencia que le correspondía a él! Ahora iba a saber lo que es quedarse sin nada
Sara estaba en el sótano del comedor ordenando la mercadería que le había mandado Luján esa mañana. El sótano estaba muy apartado de la entrada por lo que no escucho cuando los 3 hombres ingresaron dentro de la vivienda cargados de bidones de combustible
X: Bueno manos a la obra, muchachos
Los 3 se dividieron para ir por los diferentes ambientes de la casa vaciando los bidones por todos los rincones. Una vez que ya no les quedaba combustible encendieron varios fósforos y los tiraron al suelo, apurándose a salir de la vivienda antes de que él fuego se expandiera.
Sara empieza a sentir olor a quemado y mucho calor, abre la puerta del sótano y vé que el lugar se está incendiando, el fuego se expande hasta el sótano y la mujer no consigue escapar de éste, muriendo quemada a los pocos minutos

13 hs
Diego y Luján estaban estudiando en el living de la casa Colucci-Rey cuando suena el celular de la chica, ella al principio lo ignora pero a la 3ra vez que suena mira el identificador de llamadas y atiende rápidamente al ver que era Mauro: hacía varios meses que no hablaban aunque ella siempre estaba pendiente de las cosas del comedor y de cómo iba la construcción para convertirlo en una casa hogar
Luján: Hola, Mauro ¿Cómo estás?
Mauro (llorando): Hola, Luján. Perdoname que te moleste pero necesito que vengas al comedor lo más rápido posible
Luján (preocupada ya que nunca había escuchado llorar al muchacho): Que pasó, Mauro?
Mauro: Se produjo un incendio en el comedor y Sara estaba dentro… Ella murió Luján.
Luján: Que? No, Eso no puede ser
Mauro: Lamentablemente es así
Luján: Ya mismo voy para allá
Corta la llamada y se larga a llorar enfrente del chico, quien se acerca a ella y la abraza hasta que luego de unos minutos se tranquiliza y consigue hablar
Luján: tengo que ir al hogar, se produjo un incendio y murió Sara, la mujer que me cuidó cuando me enviaron con una familia sustituta
Diego: Te acompaño, en éste momento es bueno tener un buen amigo cerca
Le toma la mano y ella entrelaza sus dedos con los de él mientras le regala una sonrisa triste
Luján: Gracias, Die. Me hace bien tenerte cerca

Marcos estaba apoyado en la puerta de entrada del colegio esperando que Luján llegara: Habían quedado en encontrarse ahí a las 15 hs y ya eran las 19, llamó a su casa y no estaba, tampoco con sus amigas y el celular estaba apagado. La noche anterior Franco lo había llevado a su casa y desde ese momento no sabía nada de ella ya que faltó a clases. La otra hoja de la puerta de abre de golpe y vé entrar a la chica pero no estaba sola: a su lado estaba Diego abrazándola por los hombros
Marcos: Hhmmm ¿Se puede saber porque vienen juntos?
Luján saca el brazo de Diego bruscamente y se limpia las lágrimas del rostro antes de girar para ver al rubio
Luján: ¡Mí amor! Qué haces acá a esta hora?
Marcos: Te estaba esperando, no sé si te acordás que íbamos a ir a ver a mi mamá
Luján: ¡Se me re paso! Perdóname, sí?
Intenta besarlo pero él le corre la cara y mira a Diego.
Marcos: ¿De dónde vienen, Lujan?
Diego: La acompañé al hogar porque…
Marcos(interrumpiendolo): Le estoy preguntando a ella, no a vos
Diego: Yo mejor me voy porque me parece que Marquitos se puso un poco celoso (le palmea la cara). Chau, Lujii, después llámame(le dá un beso en la mejilla)
Marcos: Chií Lijii, dispiis llimimi
Luján; ¿qué te pasa, Marcos?
Marcos: ¿qué me pasa? Te parece poco que me dejes plantado por irte con ese idiota?
Luján: Era algo urgente, Marcos
Marcos: ¿y porque no me llamaste a mí entonces? ¿Para qué estamos juntos si cuando necesitas ayuda buscas a tu amiguito? ¿Cuánto tiempo te llevó ir al hogar? ¿No me podías avisar para que no me quede esperándote como un pelotudo?
Luján rueda los ojos
Luján: Marcos no quiero pelear, ¿sí?
Marcos: Mirá Luján lo único que te voy a pedir es que pienses bien sí realmente querés estar conmigo ¿Ok?
Amaga a irse pero ella lo agarra del brazo
Luján: pará, Marcos! No peleemos,no quiero perderte de nuevo. Déjame que te cuente lo que pasó…
Marcos: No, no me interesan tus excusas. Que me dejes plantado por Diego para mí no tiene justificación que valga, Luján.
Luján: Pero Marcos…
El chico subió la escalera sin mirarla
Marcos no pudo dormir en toda la noche, sentía que estaba perdiendo a Luján y no podía hacer nada para retenerla. Mira la cama de Manuel y se dá cuenta de que el chico ya se había levantado, él hace lo mismo y se cambia rápidamente para ir a hablar con Luján. Golpea la puerta y lo atiende Marizza con cara de dormida
Marizza: Marquitos! ¿Qué haces acá a esta hora?
Marcos: Hola, Mar. ¿Luján está durmiendo?
Marizza: Como? ¿Vos no sabes lo que pasó?
Marcos: ¿Que paso Marizza?
Marizza: Luján no está en el colegio, anoche velaron a Sara y en unas horas la entierran
Marcos: ¿Sara murió?
Marizza: Sí, ayer al mediodía se produjo un incendio en el comedor y ella estaba dentro¿Pero como no sabías, Luji no te contó nada?
Marcos se apoya en la pared y se agarra la cabeza
Marcos: Soy un idiota! Yo la traté mal y no dejé que me explique porque me dejó plantado
Marizza le toca el brazo
Marizza: Andá a verla, Marcos, ella te necesita más que nunca.
Marcos: ¿tenés la dirección?
Marizza: Si, espérame acá que ya te la traigo.

Marcos consiguió autorización para faltar a clases y fue a la sala velatoria, al llegar se encontró a Mauro sentado en un banco con la cabeza entre sus manos. Ellos no tenían la mejor relación del mundo ya que aunque nunca pelearon siempre había existido una rivalidad por el amor de Luján. Marcos no sabe si acercarse o no pero finalmente lo hace
Marcos: Hola, Mauro… Lamento mucho lo que pasó, cualquier cosa que necesiten podes contar conmigo
Mauro levanta la vista y Marcos se encontró con la mirada más triste que había visto en su vida
Mauro se levanta del banco y se tira a los brazos de Marcos, abrazándolo fuerte mientras deja salir el llanto. Eso era lo último que Marcos se esperaba pero le corresponde el abrazo
Mauro: Muchas gracias, Marcos.
Se separa e intenta limpiarse las lágrimas del rostro
Marcos: Los chicos como están?
Mauro: Destruidos pobres, Sonia y Franco se los llevaron a su casa para que descansen
Marcos: Me imagino, Luján siempre me contaba lo mucho que querían a Sara
Mauro: Todos la amábamos, era nuestro ángel…
Marcos: Lo sé, Luji hablaba maravillas de ella… ¿ella también se fue a su casa?
Mauro: No, está adentro con su amigo
Marcos: ¿Su amigo?
Mauro: Si, el chico que la acompañó ayer al comedor. Diego creo que se llama ¿Lo conoces?
Marcos: Si, es un  compañero. Voy a verla, permiso
Entra a la sala velatoria la cuál estaba prácticamente vacía, busca a su novia con la mirada hasta que se encuentra con una escena que hizo que el corazón se partiera en 1.000 pedazos: En un banco que se encontraba en un rincón estaba Luján durmiendo con la cabeza sobre las piernas de Diego, el cual le acariciaba el brazo y el cabello
Marcos: Hola
Diego: Hola…
Marcos: como está?(señalando con la cabeza a la chica)
Diego: Destruida, lloró hasta hace 2 horas que se quedó dormida
Marcos: Necesito estar con ella¿Nos dejas solos por favor?
Diego: No sé si ella quiere verte, le hizo mal como la trataste anoche
Marcos (tomando aire y haciendo un gran esfuerzo para no perder la paciencia): Diego por favor, necesito hablar con ella
Diego suspira resignado, le levanta la cabeza a Luján y se para dejándole el lugar a Marcos, quien posa la cabeza de Luján sobre sus piernas
Diego: Cualquier cosa estoy con Mauro.
Marcos: Gracias…
Diego: No hay de qué
Mira por última vez el rostro de la chica antes de irse dejando sola a la pareja
Marcos (acariciando el rostro de Luján): Luji.
Ella abre los ojos y se incorpora rápidamente al ver a su novio en lugar de a Diego
Luján: ¿Qué haces acá?
Marcos: Marizza me contó lo que pasó. ¿Por qué no me lo dijiste anoche?
Luján: Porque no me dejaste decirlo…
Marcos pasa su brazo por el hombro de su novia y le acaricia el rostro con la otra mano, limpiando las lágrimas que rodaban por sus mejillas
Marcos: Sé que me comporte como un idiota y te pido perdón por eso. Me arrepiento mucho de no haberte escuchado, vos estabas mal y yo no supe darme cuenta
Luján: No te comportaste como un idiota, directamente lo sos
Marcos: Sí, lo sé. Sé que no sirve de nada pero quiero pedirte perdón, vos sabés que cuando estoy enojado digo cosas de las que después me arrepiento.
Luján: Está todo bien…
Marcos: ¿Se sabe cómo se produjo el incendio?
Luján: Una vecina vió entrar a 3 encapuchados con bidones de combustible, ella llamó a la policía pero cuando llegaron ya se habían ido del lugar
Marcos: ¡Eso es terrible, mi amor!¿ Porque alguien haría algo así?
Luján; No lo sabemos, Mauro no tiene problemas con nadie y mucho menos Sara, ella era la persona más tranquila del mundo… No entiendo quien podría querer hacerle daño a personas como ellos
Luján empieza a llorar desconsoladamente y Marcos la abraza recostandola sobre su pecho. Pasado el mediodía fueron al cementerio donde sería el entierro y Franco llegó junto a Sonia, A María e Ignacio los dejaron al cuidado de Juanita ya que Mauro pensaba que ir al entierro de Sara les haría peor, Diego tampoco fue al entierro ya que tenía que volver al colegio. Luján se baja del auto de Franco y Marcos se pone a su lado, tomándole la mano para darle fuerzas
Luján (mirándolo a los ojos): Gracias por estar conmigo, Marcos
Marcos (besándole la mejilla húmeda): Yo siempre voy a estar con vos, Luján.
La abraza y ella apoya su cabeza en el hombro del rubio, cerrando los ojos y sintiendo una vez más que no había lugar más seguro en el mundo que los brazos de Marcos

Pacto De Amor (Lujarcos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora