Estoy con vos (1/2)

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El médico de Mariana estaba curando la herida de la frente en la casa de los padres de la mujer cuando tocan el timbre y Mauricio abre la puerta, dejando entrar a un oficial de policía
Oficial: Buenos días, señores
Mariana(levantándose del sillón donde estaba sentada): Buenos días oficial ¿Tiene noticias de mi marid
Oficial: Si, señora; lamento decirle que el señor Aurelio García Martínez tuvo un accidente automovilístico durante su persecución y falleció en el acto.
Mariana vuelve a sentarse y esconde su rostro entre sus manos; Aunque su matrimonio había sido un verdadero infierno ella había pasado los últimos 17 años junto a él, habían tenido hijos juntos, había terminado de crecer a su lado. No sabía qué sentir exactamente y aunque tenía ganas de llorar no lo hizo; se levantó de sillón y subió las escaleras para hablar con sus tres hijos y contarles lo que había pasado con su padre

Estaba durmiendo sentada en una silla del hospital con la cabeza de Marcos apoyada en sus piernas cuando alguien le toca el hombro y ya se despierta sobresaltada
Franco: Soy yo, hija
Luján: Hola, pá¿Hay alguna novedad?
Franco: No, todo sigue igual. Llamé el tío de Marcos ella tomó un vuelo para acá Así que llegará mañana por la mañana.
Luján:¿Y Bauti dónde está?
Franco: Mía y Maritza fueron a buscarlo y lo llevaron para casa ¿querés comer algo?
Luján: No, estoy bien. Si quieres anda para la casa, yo me quedo con Marcos.
Franco: Vamos los tres para casa, no sirve de nada que se queden acá.
Luján: Él no quiere irse y yo no lo voy a dejar sólo, Franco.
Franco (moviendo a Marcos para que se despierte): Vamos a casa, levántate
Marcos (restregándose los ojos): No, yo me quedo acá. Vayan ustedes si quieren.
Franco: No me importa lo que quieras; nos vamos a casa y Mañana venimos temprano. Tenés que descansar y tu sobrino te está esperando.
Marcos:¿Ya le dijeron lo que pasó?
Franco: No, todavía no se lo dijimos. Por eso mismo vamos a casa; él es muy chico para entender lo que le pasó a tu papá y te necesita, sos la única familia que tiene y te quiere mucho.
Marcos: Tenés razón, ahora sólo nos tenemos el uno al otro… No sé cómo se lo va a tomar, mi papá era su adoración.
Luján (tomando la mano de su novio entre las suyas): No hables de él en pasado, mi amor; tu papá vá estar bien, sólo hay que tener paciencia y confiar en los médicos… Todo va a estar bien, nosotros vamos a estar siempre con ustedes.
Marcos sólo le regala un intento de sonrisa y se abraza a la cintura de su novia, escondiendo su rostro en el pecho de ella.

Mia (con Bauti en brazos):¿Y que querés comer, mi amor?
Bauti: Hamburguesas con papas fritas.
Mia;¿No preferis una milanesa de pescado con ensalada?
El nene pone cara de asco y niega con la cabeza
Manuel: Deja que él decida que comemos, mi amor; no te hará nada comer una hamburguesa una vez en tu vida.
Mía: Está bien, les pido hamburguesas para ustedes pero yo voy a comer ensalada.
Marizza:¡Que aburrido!
La puerta de calle se abre y entran Franco, Marcos y Luján
Bautista (bajándose de los brazos de Mia y corriendo hacía ellos):¡Tiooooo!
Marcos (alzandolo): ¡Hola, bebé! Te extrañé mucho.
Bautista (besándole la mejilla): Yo también te extrañé. ¿Dónde está mi abuelito? Lo esperé todo el día para que me lleve al cine pero no vino.
Marcos no puede evitar llorar y Bauti lo abraza sin entender qué le pasaba
Luján (agarrando ella al nene): Tenemos que hablar sobre tu abuelo, mi amor.¿Podemos usar tu escritorio, Franco?
Franco: Sí, obvio hija.
Luján (sonriendo): Gracias.
Toma la mano de Marcos y los lleva a ambos al escritorio de Franco, cerrando la puerta tras ellos
Bautista (mientras Luján lo sentaba en una silla):¿Cuando viene mi abuelito?
Marcos (agachándose enfrente suyo): Tu abuelo no va a venir, Bauti.
Bautista (con lágrimas en los ojos):¿Él también se enojó conmigo como mi mamá?¿Por eso me dejó?
Marcos: No, mi amor; nadie se enojó con vos. Tu abuelo te ama y nunca te dejaría solo.
Bautista:¿Entonces por qué no vino a buscarme?
Por favor que venga, si vuelve les prometo que me voy a portar bien y me voy a comer todas las verduras.
Marcos lo abraza fuerte y vuelve a llorar, Luján se agacha al lado de su novio y los acaricia a ambos
Luján: Tu abuelo tuvo un accidente y está en un hospital, por eso no vino a buscarte como te prometió.
Bautista:¿Se va a curar rápido mi abuelito?
Luján (limpiandose algunas lágrimas): Si, se va a curar rápido y cuando vuelva te va a llenar de besos y abrazos y van a ir al cine y a comer hamburguesas.
Bautista:¿Y a visitar a mi abuelita?
Luján: Sí, van a ir a visitar a tu abuelita y Van a mirar dibujitos juntos
Bautista: Entonces le voy a pedir a Diosito que cure rápido a mi abuelito para que vuelva a casa conmigo porque yo no quiero quedarme solo.
Marcos: Vos nunca vas a estar solo, nosotros somos una familia y te prometo que siempre vamos a estar juntos.
Bautista: Te amo mucho, tiito.
Marcos (abrazándolo): Yo también te amo mucho, mí amor.
Se quedan abrazados por unos minutos y Luján se aleja de ellos y los mira con lágrimas en los ojos cuando empiezan a escucharse gritos que venían del comedor, Marcos y Bauti se separan del abrazo y la miran a ella
Luján: Voy a ver que pasa, ustedes quédense Acá.
Salió del escritorio y caminó hasta la sala para encontrarse con una escena que la dejó paralizada: Fernanda lloraba desconsoladamente sobre el hombro de Manuel mientras Mía arrastraba por el piso a Sol, a la cuál tenía agarrada de los pelos, y Marizza sostenía a Pedro por los brazos para que no interfiera
Mía:¡Yo te voy a enseñar a vos a no meterte en relaciones ajenas!
Pedro: ¡Basta, Mía!  Soltala, ella no te hizo nada.
Marizza: Vos cállate que todo ésto es tu culpa.¿Cómo pudiste traerla a casa?
Pedro: Ya les dije que sólo vino a preguntar si sabíamos algo del papá de Marcos, aparte no sabíamos que Fer estaba acá.
Fernanda: ¡Yo tampoco sabía que estabas con la perra que me engañaste! Pero no te preocupes, yo soy la única que sobra acá.
Pedro (intentando soltarse del agarre de Marizza): Las cosas no son como vos pensas, Fer. Si tan solo me dejaras explicarte…
Sol:¡Soltame, idiota!¡Me estás lastimando!
Marizza (soltando a Pedro para acercarse a Mia y Sol y empezar a patear a ésta): ¡Ésto te pasa por ser una perra regalada!
Pedro y Manuel las separan de la chica y el rubio la ayuda a pararse
Sol:¡Me la van a pagar!¡Todas me la van a pagar!
Mira a Fernanda con odio e intenta tirarse encima de ella para golpearla pero Luján es más rápida y le dá un puñetazo en la nariz
Luján:¡Volves a intentar tocarla y te juro que te rompo toda la cara!
Sol no dice nada y empieza a llorar mientras abraza a Pedro, las chicas sólo los miraban negando con la cabeza
Mia: Vení, Fer, vamos a la cocina.
Marizza: Sí, hay mucho olor a mierda acá.
Las chicas se llevan a la morena y Luján fulminaba con la mirada a su hermano
Manuel:¿Cómo están Bauti y Marquitos, Luji?
Luján (sin mirarlo): Mal así que si se van a quedar acá dejen de hacer quilombo porque el horno no está para bollos.
Gira para volver al escritorio pero antes de hacerlo se vuelve hacía Sol y Pedro
Luján: Fernanda no tiene porque avisar que va a venir así que si traes a tu perrita mantenela en la cama que es para lo único que sirve.
Pedro:¡No te voy a permitir que la trates así!
Luján:¡Yo la trato como se me dá la gana porque es lo que se merece! Y vos en vez de estar revolcandote con ésta deberías estar viendo como está la madre de tu hijo pero ya veo que ni para hombre servís.
Manuel: Basta, Luji. No les des importancia, piensa en Marquitos; él te necesita más que nunca.
Luján: Tenés razón, no valen la pena ninguno de los dos.
Los mira por última vez antes de volver a girarse y caminar hacia la cocina para ver cómo estaba Fernanda.

Pacto De Amor (Lujarcos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora