Ángel de la guarda

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Luján recobra el conocimiento y mira a su alrededor: estaba en una habitación de hospital. Intenta levantarse pero al estar conectada al suero le es imposible hacerlo cuando escucha gritos afuera, intenta levantarse nuevamente pero un médico sale del baño de la habitación y la obliga a acostarse para luego salir del cuarto
Sonia: ¡Te dije que no te acerques a mi hija!
Mariana: Luján no es tu hija, es mía ¡Es mi hija!
Sonia: Te acordaste un poco tarde¿No te parece? ¡Vé lo que lograste, vé!
Doctor (saliendo del cuarto): Ésto es un hospital, señoras, así que les voy a pedir que bajen la voz o que se retiren
Vuelve a entrar al cuarto y las dos mujeres se callan pero se miran fijamente la una a la otra
Franco: No es momento para discutir, Sonia. Luján necesita estar tranquila y vos también, estás embarazada y no podes alterarte
Sonia refunfuña y se sienta en una silla mirando a Mariana con mala cara
Franco(mirando a Mariana): ¿Me podrías explicar que fue exactamente lo que pasó?
Mariana asiente con la cabeza y se sienta en un banco
Mariana: Le hice llegar a Luján una caja con el diario íntimo que tenía a mis 17 años, ahí escribí cómo mis padres me encerraron durante todo mi embarazo y que cuando ella nació me hicieron creer que nació muerta, hasta me dieron una bebé fallecida para que la entierre
Sonia la mira con los ojos abiertos como platos al escuchar eso y Franco apoya su mano en el hombro de la mujer para animarla a seguir hablando
Mariana: Luján leyó mi diario y hoy a la mañana cuando llegué a mi trabajo ella estaba esperándome. Hablamos durante dos horas aproximadamente, en realidad ella me escuchó mientras yo le contaba como creí que estaba muerta durante 16 años hasta que ví su foto en una revista.
Sonia: ¿Y eso fue lo que la puso tan mal?
Mariana: No, ella me preguntó si tenía una foto de su padre y yo le dí la única que tengo. Cuando la vió se alteró muchísimo y empezó que él no podría ser su padre y que se había acostado con su hermano
Franco y Sonia se miran entre ellos
Franco: ¿Tiene la foto acá para verla?
Mariana asiente y saca de su cartera una foto bastante vieja donde se veía a un hombre rubio, alto y ojos marrones abrazándola. Sonia agarra la foto y al mirarla se tapa la boca para ahogar un grito, Franco se acerca a su esposa y mira la foto horrorizado
Franco:¿Pedro?
Mariana: No; Él es Luis, su padre¿Ustedes conocen a Pedro?
Franco: Es nuestro hijo adoptivo
Mariana: ¿Su hijo?
Sonia: Sí y también es el ex novio de Luji
Mariana: Ahora entiendo porque se puso así, pobrecita… ¿Que pasó con Luis?
Franco: Falleció hace un año, nosotros no llegamos a conocerlo. Luján y Pedro se conocieron el año pasado en Bariloche y se hicieron amigos. A principio de éste año nuestras hijas y sus novios volvieron a Bariloche y Luján volvió a verlo; el chico estaba viviendo en la calle y nos pidieron que lo adoptemos porque era menor de edad y no tenía ningún familiar que se hiciera cargo de él
Mariana (con los ojos llenos de lágrimas):¿ Luis murió?
Sonia sintió pena por la mujer y se sentó junto a ella para abrazarla
Mariana: Quiero conocer a Pedro, por favor déjenme verlo y hablar con él
Sonia: Si, te dejaremos que lo conozcas. Pero cálmate, por favor. Ven, vamos a que tomes un poco de aire
Mariana asiente y se levanta de la silla cuando el médico sale a la sala
Franco: ¿Cómo está Luján, doctor?
Doctor: Ya recuperó el conocimiento y está estable, si quieren pueden pasar a verla pero sin discusiones.
Los 3 asienten y el doctor se aleja de ellos
Mariana: Pasen ustedes, les va a hacer bien verlos
Sonia (abrazándola por los hombros); Pasemos los 3 juntos, somos sus padres y tenemos que dejar las diferencias de lado
Mariana se limpia las lágrimas y le sonríe en forma de agradecimiento
Luján estaba sentada en la camilla y todavía estaba conectada al suero cuando los mayores entraron a la habitación
Franco:¿Cómo te sentís, mi amor?
Luján levanta la vista y los mira con tristeza en sus ojos
Luján: No lo sé… ¿Ya hablaron con Pedro?
Mariana niega con la cabeza
Sonia: No puedo imaginar lo que estás sintiendo en éste momento pero quiero recordarte que ni vos ni Pedro tienen la culpa de lo que pasó, Ustedes no sabían nada mi ciela
Las lágrimas corrían por las mejillas de Luján, Mariana intenta acercarse pero ella la frena
Luján: Quiero estar sola, por favor váyanse
Los 3 asienten, las dos mujeres salen de la habitación y Franco se acerca a la castaña
Franco: ¿Sabes cuánto te quiero y que podes contar conmigo, no?
Luján: Lo sé, gracias. Pero realmente necesito estar sola
Franco; Está bien, mi amor. Vamos a estar afuera por si llegas a necesitar algo

Pacto De Amor (Lujarcos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora