Pacto De Amor (Lujarcos)

Alai

Mariana entra corriendo a la sala de espera del hospital y se acerca a su hija, quién se tira a sus brazos y comienza a llorar como niña pequeña 

Luján (entre llantos): Se llevaron a mi hija, mamá… Le dispararon a Lisandro, Mamá…

Mariana (estrechandola contra su pecho): Shhh, tranquila mi amor.

Fernanda (quién hasta ése momento estaba sentada junto a su amiga): El marido de mamá ya puso a su gente a buscar a Malena;te prometo que no vamos a parar hasta que tu hija vuelva a estar con vos, amiga.

Mariana: Muchas gracias, Fernanda. No me vá a alcanzar la vida para agradecerles todo lo que hacen por nosotros.

Fernanda: No tienen nada que agradecer, ustedes son mi segunda familia y yo haría lo que sea para que estén bien.

Luján (volviendo a sentarse y escondiendo su rostro entre sus manos):¿Por qué me pasan estas cosas?¿Qué hice mal, que karma estoy pagando?

Mariana abraza a su hija y la lleva hasta su pecho, asegurando que ella no era culpable de nada y prometiéndole que todo estaría bien mientras Fernanda le acariciaba el cabello cuando la puerta de la guardia se abre violentamente dejando pasar a una apresurada mujer alta y de cabello castaño seguida por su hija, quién intentaba calmarla 

Carina:¿Dónde está mi hijo?

Luján se separa de su madre y levanta de la silla 

Luján: Hola, Carina. Hola, Florencia. A Lisandro lo están atendiendo los médicos desde que llegamos.

Carina (seca): Hola. ¿Que fue lo que pasó, Luján?

La castaña traga saliva y abre la boca para responder pero es interrumpida por la voz de uno de los médicos

Médico: Buenas tardes¿Son familiares de Lisandro Luthier?

Carina (corriendo a Luján): Si, soy su madre¿Cómo está mi hijo, doctor?

Médico: Pudimos estabilizarlo y retirar la bala. Aún está dormido por la anestesia, ahora lo pasaremos a una sala común y dentro de poco podrán pasar a verlo. Tengo que decirles que lamentablemente la bala afectó la médula espinal inferior y es muy probable que pueda caminar, al menos por un tiempo. Deberá hacer rehabilitación y tener paciencia ya que su recuperación puede ser muy larga así que les voy a pedir que por favor sean cuidadosas con sus palabras cuando pasen a verlo. Permiso, señora.

El hombre vuelve a entrar a la habitación y Carina se dá vuelta con los ojos llenos de lágrimas y enfrenta a Luján, empujándola hacía atrás 

Carina:¡Todo es tu culpa!¡Maldita, Le arruinaste la vida a mi hijo!

Luján (agachando la cabeza para ocultar sus lágrimas): Lo siento, yo no quería que nada de ésto pasara… Yo amo a su hijo, Carina; jamás haría nada para lastimarlo…

Carina (gritando):¿Amor?¿Qué clase de amor es éste? Es mi hijo al que le dieron un tiro por querer protegerte ¡Es mi hijo, él no se merece ésto!

Luján(llorando desconsoladamente): Yo te entiendo mejor que nadie, Carina; te entiendo y te prometo que voy a hacer hasta lo imposible para que Lisandro vuelva a estar bien… Yo amo a Lisandro, de verdad lo hago, y no quiero perderlo. Me acaban de robar a mi hija, no puedo perderlo a él también.

Carina la toma por el brazo y acerca a ella fundiéndose en un fuerte abrazo mientras las lágrimas de ambas rodaban por sus mejillas.

Matteo: Me prometiste que nadie se metería con Lisandro , ésto no es lo que habíamos acordado.

Guillermo alza su mano izquierda y le dá un fuerte cachetazo 

Guillermo: ¡Cerrá la boca, imbécil! Desde un principio sabías en lo que te estabas metiendo y aún así decidiste seguir adelante, ahora ya es tarde para arrepentirse.(Mirando al hombre que estaba fumando en un rincón) Tráeme a la bebé.

El hombre asiente y sale de la habitación para volver segundos después con la niña en brazos, Guillermo se acerca y la toma en sus brazos, acariciando su pequeño rostro con la yema de sus dedos 

X:Ya está todo listo, señor; la familia que la adoptará vendrá a buscarla mañana al mediodía y su vuelo saldrá a las 19 horas.

Guillermo no responde y sigue observando a la pequeña con ojos brillosos 

X:¿Está todo bien, señor?

Guillermo (levantando la vista): Cancelales, ya no voy a darla en adopción 

X(confundido):¿Cómo?

Guillermo: Lo que escuchaste, voy a quedarme con ella.

X: Pero, sentir, usted nos dijo qué …

Guillermo (alzando la voz): ¿No escuchas lo que te digo? Deciles que no vengan y busca un vuelo que salga hoy mismo, no puedo esperar hasta mañana. También llamá al abogado y decile que venga inmediatamente.

X:Lo que usted diga, señor. Con permiso.

Toma a Matteo por el brazo y lo saca de la habitación dejando a Guillermo admirando a la niña 

Guillermo: Sos la cosita más hermosa que ví en mi vida, te prometo que vamos a ser muy felices juntos (le besa la frente) Alai, mi pequeña Alai; llegaste a mi vida para llenarla de alegría.

Luján le daba el pecho a Juan Ignacio mientras sostenía la mano de Lisandro, quién aún no despertaba de la anestesia. La chica lloraba en silencio, rogándole a Dios que le devolviera a su pequeña hija y al chico que amaba.

Luján: Por favor, Dios, te ruego por la vida de Lisandro. Te prometo que si lo ayudas a volver a estar bien yo voy a hacer lo que sea para que él sea feliz.

Lisandro abre los ojos y la mira confundido 

Lisandro: Hola, mi reinita.

Ella levanta la vista y se tapa la boca para ahogar un sollozo 

Luján: Despertaste, mi amor.

Lisandro:¿Cómo estás, amor?¿Dónde está la bebé?

Luján (llorando): De la llevaron, no pude detenerlos… Se llevaron a mi bebé 

Lisandro: Lo siento mucho, mi reinita. Te fallé, no pude protegerlos… Todo fue mi culpa y me voy a….

Luján lo interrumpe besándolo y le acaricia la mejilla 

Luján: Shhh, no digas nada… Nada de ésto fue tu culpa, vos te sacrificaste tratando de defendernos y eso te lo voy a agradecer toda la vida. 

Lisandro: Vamos a recuperar a tu hija, a nuestra hija. Te prometo que voy a mover cielo y tierra hasta encontrarla (intenta moverse) No siento mis piernas, Luján… ¡No puedo moverme, no siento mis piernas!

Empieza a gritar fuerte y entran los médicos quienes sacan a la chica a la fuerza mientras intentaban tranquilizar a Lisandro, quién lloraba y preguntaba porqué no podía moverse.

Abogado: Que tenga un buen viaje, señor Fora. En el aeropuerto de España lo estará esperando mi hermano con la partida de nacimiento de su hija y el acta de fallecimiento de la madre de la niña.

Guillermo sonríe y le estrecha la mano 

Guillermo: Muchas gracias por todo, doctor Avila; fue un verdadero placer hacer negocios con usted.

Abogado: El placer fue mío, señor Fora. Ahora deben abordar el avión, seguiremos en contacto.

Guillermo asiente y se despide del hombre antes de caminar hasta la zona de abordaje con la pequeña Malena en brazos, la cuál ahora llevaba el nombre de Alai Fora