Antes de partir...

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Pedro y Franco caminaban por los alrededores del colegio en busca de Luján cuando el chico mira hacía el gimnasio y su rostro empalidece
Pedro:¡Fer!
Corre hasta la chica que seguía inconsciente en el suelo y Franco toma su celular para llamar a una ambulancia
Pedro (agachándose junto a la chica y tomándole el pulso):¡Fer, reacciona por favor Fer!
Fernanda recobra el conocimiento y abre despacio los ojos
Fernanda: Pedro...
Pedro: No hables, no te esfuerces; ya está viniendo una ambulancia, Fer.
Fernanda: Luján, se llevaron a Luján
Franco:¿Cómo? ¿Quién se la llevó, quién fue?
Fernanda (intentando incorporarse): No sé
Franco (sacudiéndola por los hombros):¿Cómo que no sabes? Intenta acordarte, algo tenés que haber visto
Fernanda (llorando): No lo sé, Franco, no les ví la cara.
Pedro hace que la suelte y abraza a la morena mientras mira furioso a su padre
Pedro:¿Que te pasa, estás loco?¿No ves que está mal?
Franco:¿Y como crees que estoy yo?¡Me acaba de decir que secuestraron a mi hija!
Pedro: Fernanda estaba inconsciente, Franco; no podemos confiar en lo que ella dice en éste momento.
Fernanda (entre llantos): No, Pedro; yo ví como se la llevaron, 2 encapuchados la llevaban en brazos.
Pedro: ¿Estás segura de lo que decís, Fer?
Ella asiente con la cabeza y Franco intenta acercarse de nuevo a ella pero Pedro se pone enfrente
Franco:¿Y si los viste por qué no fuiste en busca de ayuda, por qué no gritaste?
Fernanda: Quise gritar pero alguien me golpeó por atrás y ya no me acuerdo de nada más.
Empieza a llorar aún más y Pedro se agacha para abrazarla
Pedro: Ya basta, Franco; no la tortures más.
Llega una ambulancia y detrás de ésta venían Sonia, Enrique, Dunoff y Mariana. Los médicos suben a Fernanda a una camilla y Pedro la acompañó en la ambulancia mientras Dunoff llamaba al padre de la chica
Sonia:¿Que pasó, Franco?¿Dónde está mí Luji?
Franco no responde y empieza a llorar
Mariana: ¿Dónde está mi hija, Franco? Por favor decime que le pasó
Franco: Fernanda vió cómo se la llevaban dos encapuchados.
Mariana lo mira incrédula y Sonia se tapa la boca para no gritar mientras algunas lágrimas caían por su mejilla
Mariana:¿Qué? No, eso no puede ser; no pudieron secuestrar a Luján, tiene que haber un error.
Franco: no puede ser pero es; Fernanda vió cómo se la llevaban, intentó gritar pero le golpearon la cabeza y la dejaron inconsciente.
Mariana empieza a llorar y se tira contra Franco, golpeandole el pecho con sus puños
Mariana:¡Ustedes se la llevaron para alejarla de mí!¡Devolveme a mi hija, devolvemela!
Seguía gritando y el moreno la lleva hasta su pecho y abraza mientras ambos lloraban y Sonia se unia al abrazo
Mariana: No puedo perderla de nuevo, no Ahora.
Franco: La vamos a encontrar, les prometo a las dos que no voy a descansar hasta encontrar a Luján.
Enrique observaba la escena en silencio cuando Dunoff le toca el hombro
Dunoff: Necesito hablar con usted, señor Aguilar.
El hombre intenta limpiarse algunas lágrimas antes de mirar al director
Enrique: Dígame, ¿Se sabe algo de mi sobrino?
Dunoff; No tengo buenas noticias; los rescatistas encontraron el cuerpo de Rodrigo Luques Arzaga sin vida, pero no encontraron nada de su sobrino.
Enrique:Pero ellos estaban juntos¿No? No es posible que haya desaparecido de la nada.
Dunoff: No habría ninguna posibilidad de desaparecer, pero lamentablemente ninguna persona hubiera podido sobrevivir a un explosivo de esa magnitud.
Enrique:¿Que me quiere decir, que no van a seguir buscando a Marcos?
Dunoff: Lo que quiero decirle es que no hay ninguna probabilidad de que lo encontremos con vida, señor Aguilar
Enrique cae al suelo de rodillas y se cubre el rostro mientras llora desconsoladamente.

Luján despierta y mira a su alrededor; estaba a oscuras en una habitación que no conocía¿Que
había pasado?¿Dónde estaban todos? Sentado en una silla había una persona que la miraba fijamente pero ella no podía reconocerla... La cabeza le dolía terriblemente y se sentía mareada
La persona sentada se levanta y prende la luz
Guillermo: Hola, Luján... Menos mal que despertaste, ya me estaba preocupando.
Luján:¿Guillermo?¿Que hacemos acá, dónde estamos?
Intenta moverse y es ahí donde se dá cuenta que tiene los pies y las manos esposadas a la cama así como que ya no tenía puesto su vestido de graduación y se encontraba sólo en ropa interior, tironea sin conseguir nada más que lastimarse la muñeca y el hombre larga una carcajada
Guillermo:¡Luján, Luján, Luján! No sigas, te vas a arrancar la mano
Luján: Ayudame, Guillermo; por favor, ayudame a salir de acá
Guillermo (acercándose a ella y acariciandole la mejilla): Shhh, tranquila; si te portas bien no te va a pasar nada, chiquita.
Luján lo mira a los ojos y por primera vez en meses se dá cuenta de que el preceptor no es quién dice ser
Luján:¿Quién sos, que querés de mí?¿Por qué me haces ésto?
Guillermo: ¿De verdad no te imaginas quién soy, Luján?¿No te resulta extraño que me parezca tanto a Blas Heredia sin tener ningún parentesco con él?
Los ojos de la chica se abren aún más e intenta hablar pero no le salen las palabras
Guillermo: Yo no me llamo Guillermo Fora; mi verdadero nombre es Julio Fara... Fara, un apellido que escuchaste muchas veces¿No? Mi papá dejó embarazada a mi mamá y después la abandonó; gracias a Dios ése hijo de puta murió en la cárcel y yo creía que mi hermano me reconocería, pero eso nunca pasó¿Sabes? Lo busqué muchas veces pero él siempre me rechazó, nunca se preocupó por mí... Ricardito sólo estaba pendiente de una chica de la calle que una vez le salvó la vida a nuestro papá; en vez de ocuparse de su hermano decidió seguir a ésa bastarda, hasta se cambió el nombre para estar más cerca de ella ¿Y sabes quién era ésa chica de la calle por la que siempre me dejaron de lado? ¡Vos!... Sí, Luján; yo soy hijo de Ricardo Fara y hermano de Ricardo Fara hijo, más conocido como Blas Heredia
Luján lo miraba aterrorizada e intentaba con más fuerza soltarse
Guillermo:¿No me vas a decir nada? Bueno, mejor así no me interrumpis... Como te decía ni mi viejo ni mi hermano me hicieron caso, siempre te pusieron como prioridad a vos o al menos eso pensé hasta hace poco más de 1 año, cuando me avisaron de la muerte de Blas; yo era su única familia y por derecho era el único heredero de la fortuna de los dos así que enseguida me puse en contacto con el abogado de mi hermano pero me llevé una gran sorpresa al enterarme de que Ricardo Fara y su hijo te habían dejado todo a vos¡DE NUEVO TE PUSIERON POR ENCIMA DE MÍ!
Dá un golpe en la pared y Luján se encoge del miedo
Guillermo:¡Decí algo, la puta madre!¡No te quedes callada, hija de puta!
Luján (entre sollozos): Yo no sabía nada de tu existencia, si lo hubiera sabido nunca hubiera aceptado esa plata... Por favor, Guillermo, soltame y te prometo que te voy a devolver cada peso de la herencia, si querés la plata yo te la devuelvo pero por favor no me hagas nada...
Guillermo larga una carcajada y se acerca a ella, quedando a centímetros de su rostro
Guillermo: Si me lo hubieras dicho hace unos meses atrás lo aceptaría sin dudarlo, pero la plata es lo que menos me importa en éste momento.
La mira de arriba con una sonrisa que atemorizaba a la castaña
Luján:¿Entonces que querés? Decimelo y yo te juro que hago lo que sea para dártelo, pero por favor no me hagas nada
La mano del hombre se posiciona en la pierna de la chica y acerca su rostro al de ella
Guillermo (acariciandole la pierna):¿De verdad no te imaginas lo que quiero, Luján? ¿Sabes que desde que te besé ésa vez no puedo dejar de pensar ni un segundo en vos?¿Que cada vez que te veía apretando con Marcos me moría de ganas de estar en su lugar? Pero ahora estamos sólos y vas a ser mía quieras o no
Luego de decir eso se le sube arriba y empieza a tocarla e intentar besarla, no importaba cuánto ella gritara o quisiera defenderse; al estar esposada a la cama no podía moverse. Las lágrimas corrían por sus mejillas sin parar y ella gritaba, suplicándole que la dejara y moviendo su rostro de un lado al otro para que no la besara pero él le toma el rostro y la besa a la fuerza, metiendo la lengua dentro de la boca de la chica, la cuál vió la oportunidad y cerró sus dientes sobre los labios de su abusador provocando que él emitiera un grito desgarrador mientras salía de encima suyo; de su boca salía mucha sangre y él levantó su mano y la estrelló contra la mejilla de Luján antes de salir de la habitación maldiciendo a la chica, la cuál lloraba desconsoladamente y le rogaba a Dios que la protegiera y sacara de ése lugar.

Pacto De Amor (Lujarcos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora