Acercamiento "inesperado"

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Finalmente llegaron las vacaciones de invierno para los alumnos del Elite Way School. Las chicas tenían natación por la tarde pero a los varones les suspendieron las clases de educación física. Marcos llevó a Manuel hasta la casa de Franco y Sonia y cuando estaba por despedirse Manu lo invita a quedarse un rato. El rubio duda ya que no quería encontrarse con Luján y mucho menos con Pedro pero finalmente aceptó. Parecía que no había nadie en la casa, Manu subió a su cuarto para darse una ducha y su amigo lo espera en la sala mientras mira televisión.
Luján vuelve del supermercado y empieza a buscar la llave pero se dá cuenta de que la puerta abierta por lo que supone que Franco había regresado antes, abre la puerta cargada de bolsas y empieza a caminar sin mirar a su alrededor hasta que le hablan y se asusta dejando caer algunas cosas
Marcos (acercándose a ella y ayudándola a juntar la mercadería): ¿Estás bien?
Luján: Eeehhh sí… hola
Marcos: Dame algunas bolsas y te ayudo a llevarlas
Luján le sonríe y acepta su ayuda. Caminan juntos hasta la cocina y dejan las bolsas arriba de la mesada
Luján: ¿Cómo estás?
Marcos: dentro de todo bien¿Y vos? ¿Tus cosas como andan?
Luján: Bien o eso creo al menos
Marcos: y Pedro?
Luján: No lo sé, no estoy más con él
A Marcos se le forma una sonrisa pero mira para otro lado intentando ocultarla
Luján: Tenías razón en lo que me dijiste de él, perdóname por no creerte
Marcos: Está todo bien, no pasa nada
Luján: y vos seguís con Fer?
Marcos: Cortamos
Luján estira su mano y la apoya tímidamente sobre la del chico pensando que él se la sacaría pero no fue así
Luján: Te extrañe mucho
Marcos: No se notó en ningún momento…
Luján: Marcos yo sé que te hice mucho daño pero no te miento cuando te digo que nunca dejé de pensar en vos, por más que lo intente nunca pude sacarte de mi corazón…
Marcos aparta su mano de la de Luján y levanta el rostro para mirarla a los ojos
Marcos: No puedo creerte
Luján: Déjame demostrarlo entonces, déjame que te demuestre que podemos volver a ser felices juntos mi amor…
Acerca su boca a la de él pero Marcos corre su rostro en el momento en que entra Manuel a la cocina
Manu: Luji!
Ella corre hasta su amigo y lo abraza fuerte
Luján: Hola, mexicano! No sabes cuánto te extrañe.
Manuel la aleja un poco para mirar bien a la chica
Manuel: Ah pero estás preciosa! ¿Y ésa ropa, ese pelo? ¿Quién eres y qué hiciste con mí amiga?
Marcos aprovechó el momento de distracción y salió de la cocina: necesitaba pensar en lo que acababa de pasar. Él seguía amando a Luján, de eso no tenía ninguna duda, pero también había sufrido mucho por ella y no quería volver a pasar por lo mismo. Se sienta en un banco del patio de la casa y cierra los ojos intentando poner en órden sus pensamientos.

Luján sube a cambiarse: se pone un conjunto de calza y top color crema y sale rápidamente a trotar por un parque cercano a la casa. Era increíble lo bien que se sentía al hacer actividad física, en ése momento se olvidaba de todos los problemas. Se puso los auriculares del MP3 y empezó a correr sin mirar a la gente que pasaba a su lado.
Diego volvía de la casa de Juan caminando por un parque, ya casi llegaba a su casa cuando se agacha para atarse el cordón de la zapatilla y una chica castaña se va acercando a dónde está él : lo primero que vé es las piernas más lindas que vió en su vida, vá subiendo la vista poco a poco para no perderse ningún detalle y se encuentra con un rostro que él conocía bien: aunque estaba cambiada era imposible no reconocer a Luján Linares. La chica pasa trotando por su lado sin siquiera percatarse de su presencia, él se da vuelta y la mira de espaldas: Luján Siempre le pareció una de las más lindas de las chicas del curso pero ahora estaba más buena que nunca.
Diego mira para el costado y se le ocurre una idea al ver a dos chicos de unos 10 años jugando a la pelota. Se les acerca y les ofrece $50 a cada uno para que corran hasta donde estaba la chica que en ése momento estaba estirando y la llevarán por delante. Los chicos aceptan y él trota hasta donde está Luján frenando a unos pocos centímetros de ella, los niños empiezan a correr y a empujarse entre ellos: al llegar al lado de Luján uno empuja al otro haciendo que choque contra la chica quien pierde el equilibrio y casi se cae si no hubiera sido porque un par de brazos llegan a sostenerla por la cintura. Los chicos siguen corriendo cómo si no hubiera pasado nada, Luján levanta el rostro encontrándose cara a cara con su ex compañero del colegio
Diego: ¿Está bien, Señorita?
Luján; si, muchas gracias¡Diego!
Diego: ¡Luján, que sorpresa! No sabía que estabas acá ¿Estás segura de que estás bien? Estos chicos de ahora son unos irrespetuosos, no se fijan a su alrededor
Luján: Volví hace unos días. Sí, estoy bien pero me doblé el tobillo
Diego: vení, vamos a un banco así te sentas
Luján apoya su brazo sobre el hombro de Diego y dobla el pié para no apoyarlo mientras él la toma por la cintura y la lleva hasta el banco
Diego (sentándose al lado de ella): ¿Estás segura de que estás bien? ¿No querés que te acompañe al médico?
Luján: Estoy bien, solo necesito descansar un ratito.
Los dos chicos se quedaron hablando sin darse cuenta del paso del tiempo hasta que empezó a oscurecer
Diego: Segura que podes caminar?
Luján: Sí, estoy bien. Vá a ser mejor que ya vuelva a casa, espero volver a verte pronto
Le dá un beso en la mejilla y se dispone a irse pero él la frena
Diego: Déjame acompañarte a tu casa por lo menos
Ella le regala una sonrisa y acepta su ofrecimiento.
Mía y Marizza estaban sentadas en el living esperando que su hermana regresara cuando escuchan voces afuera de la casa y al mirar por la ventana ven a los dos chicos despidiéndose. Las chicas apagan las luces y se esconden, Luján entra a la casa y le saltan encima llenándola de besos y abrazos. Luján las abraza fuerte a las dos y así suben al cuarto de la chica para hablar hasta pasada la madrugada: Finalmente sentía que estaba en su lugar seguro.

Pacto De Amor (Lujarcos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora