Capítulo 12

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- Todo va a estar bien tranquila, ya estas a salvo

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- Todo va a estar bien tranquila, ya estas a salvo.

No podía dejar de llorar. Pero por alguna extraña razón me sentía segura en sus brazos. Alex era tan dulce, tiene unos hermosos ojos verdes y una hermosa sonrisa que cautivaría a cualquier chica, su cabello levemente rizado castaño claro, su piel morena clara es tan perfecta, es tan fuerte y tan valiente.Lo conozco desde que tenia 15 años y el 18, lo conocí cuando entrevisto a mi padre para el periódico, también entrevisto a mi madre, a mi hermano y a mi para otro articulo, lo llamo Familia moderna durante ese tiempo hablamos mucho y salimos, como amigos claro, en poco tiempo nos hicimos buenos amigos, casi se podría decir que el conocía mi vida y yo la suya. Siempre me pareció muy interesante, tenia una forma de ver las cosas que me resultaba increíblemente fascinante, siempre fue tan positivo aun que las cosas fueran mal. El me enseño a ver las cosas desde otra perspectiva, por que las historias siempre tienen dos lados, pero muchas veces solo conocemos un lado.

Mientras nos abrazábamos contemple su rostro, me miro a los ojos, esa era mi debilidad. Sentí que poco a poco nuestros labios se iban acercando mas y mas hasta su encuentro, rodeó mi cintura con sus brazos y yo su cuello, mientras nos besábamos limpio las lagrimas de mi rostro. Algo pasaba, alguien habló y nos separamos.

- Policía, pon el arma en el suelo.

- Esta bien, tranquilo.

Alex puso el arma en el suelo.

- Ahora aléjate de ella y pon tus manos sobre la cabeza.

Alex obedeció.

- ¡Terry! - Dije algo molesta. - Déjalo en paz, él me salvo de esos hombres.

- ¿Como estás tan segura de que no estaba con ellos?
¿No crees que es raro que apareciera de la nada para salvarte?

- Yo lo llamé. - Dije indignada. - ¡Él si respondió cuando lo llame! No como tú, que te llamé y no contestaste, cuando dijiste que si tenía un problema te llamara y vendrías en seguida. Estuve a punto de morir y tu no estabas aquí para ayudarme, él si. Alex me salvo, no tu.

Alex me abrazó aun que Terry seguía apuntándole con su arma, pronto llego la policía y comenzó a registrar la casa, Terry se acercó a nosotros y arresto a Alex aunque yo me opuse a ello, se lo entregó a otro policía y se lo llevaron de allí.

- Halley, lo siento.

- ¿Como que lo sientes? Casi me matan, otra vez.

- Pero no lo hicieron.

- Si, gracias a Alex.

- Lamento no haber sido yo el que te salvara. Lo siento, no volverá a suceder.

- ¿Por que me dejaste sola? - Dije furiosa.

- Quería... Quería darte una sorpresa. - Dijo algo apenado.

- ¿Una sorpresa? - Dije extrañada.

- Si... Últimamente habías estado distante y parecías triste. Así que pensé en darte algo para levantarte el animo. Espérame aquí un momento.

Se fue de la habitación y minutos después regreso con una bolsa de regalo y me la dio.

- Espero te guste. - Dijo viéndome a los ojos, parecía nervioso.

Abrí la bolsa y saque un lindo oso de peluche, y una caja que contenía dentro un collar muy hermoso que decía Halley.

- Lamento haberte dejado sola, si pudiera cambiar las cosas créeme que lo haría.

- Gracias. - Dije suspirando. - No tenías que molestarte.

- De nada, espero te haya gustado.

- Me encanto. - Dije sonriendo. - Terry... ¿Estas seguro de que puedes con esto?

- ¿Con que?

- Con tu trabajo.

- Por supuesto que si. Halley esto no pasara de nuevo. Los que hicieron esto estaban esperando a que te dejara sola para actuar, ahora sabemos que te tienen muy bien vigilada. Tranquila. Los errores se cometen una sola vez y se aprende de ellos, lo siento.

- Si, esta bien.

- Bien, tenemos que irnos de aquí, nos están esperando abajo para ir a la estación.

- ¿Que pasara con Alex?

- Lo interrogaran y si no sospechan de el lo dejaran libre.

- Eso parece bien.

Salimos de la habitación, bajamos las escaleras y salimos de la casa el detective Gutierrez estaba esperándonos en un automóvil.

- Me alegro que se encuentre bien señorita Messer.

- Gracias, ¿Ya podemos irnos de aquí?

- Por supuesto, después de usted. - Dijo abriéndome la puerta del automóvil.

Entre en el auto y me coloque el cinturón de seguridad. Escuche como el detective Gutierrez discutía con Terry sobre el incidente. Le dijo que por su incompetencia casi me asesinaban y que debía hacer su trabajo bien o sino lo sacaría del caso y que ahora tendríamos que ir a otra casa con mas seguridad y que asignaría a otros policías para protegerme. Luego entraron en el auto y nos marchamos hacia la estación.

Confía o muere. (1/2) En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora