Capítulo 14

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Cuando desperté Terry no estaba y su cama estaba arreglada, me levanté y vi la hora, eran las 6:30 de la mañana

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Cuando desperté Terry no estaba y su cama estaba arreglada, me levanté y vi la hora, eran las 6:30 de la mañana. La puerta del baño se abrió y allí estaba, Terry tenía solamente una toalla amarrada en su abdomen que le llegaba a la rodilla. Intente no verlo pero era tan musculoso.

-Lo siento ¿Te desperté?

- No, tranquilo.

- Esta bien. solo salí por que olvidé mis pantalones. Ahora vuelvo.

- Si, claro.

Nunca en mi vida había visto a un hombre en toalla, si mi madre viera esto se moriría.

Terry salio del baño y decidí darme una ducha, me vestí y salí.

- Tengo hambre. ¿Podemos pedir algo para comer?

- Seguro, pide lo que quieras.

- Gracias.

- Llamé a la recepción y pedí el desayuno.

Comimos muy rápido, no habíamos cenado y era tarde, debíamos ir a la estación.

Tomé todas mis cosas y fuimos al parqueo, metimos todo en el auto y fuimos a la estación.

- Señorita Messer acompáñeme por aquí, seguí al detective hasta una habitación con una mesa enorme y una televisión, al final de la mesa estaba un hombre, le calcule unos 50 años, vestía un traje negro y tenia consigo un portafolios, una maleta y una caja.

- Buenos días señorita Messer. - Dijo extendiéndome la mano.

- Buenos días. - Dije haciendo lo mismo.

- Mi nombre es Walter Bell, soy el abogado de su padre. ¿Sabe por que estoy aquí?

- No. - Dije desconcertada.

- En este portafolios esta el testamento de su padre, como su abogado y amigo es mi deber leerlo y entregarle lo que el personalmente me pidió.

- ¿Después de un mes?

- Si, tenía que resolver unos asuntos antes de proceder a leerle su testamento.

- ¿A que se refiere?

- Bueno, su madre, su hermano y usted eran beneficiarios, pero al morir ellos la única beneficiaria es usted. Primero la policía debía asegurarse que usted no fuera la culpable del crimen y si no lo era podría recibir estos bienes.

- Entiendo.

- ¿Podemos comenzar?

- Por supuesto. - Dije suspirando.

Abrió su portafolios y saco muchos documentos. Se puso sus lentes y comenzó a leerlos para si mismo. Después de mucho tiempo paro de leer y me miró.

- Bien.

Miami 22 de junio de 2014, yo Marcus Steven Messer en pleno uso de mis facultades mentales en caso de incapacidad o muerte heredo a mi esposa Jennifer Alejandra Messer, a mi hija Halley Caroline Messer y a mi hijo Jonathan Steven Messer todos mis bienes tanto mis propiedades y mis inmuebles como mis cuentas bancarias y las acciones de mi empresa, siendo estas repartidas en partes iguales. Pero mientras mis hijos sean menores todo esto sera manejado por mi esposa Jennifer Alejandra Messer. Y si ambos nos encontramos incapacitados o muertos estos serán manejados por mi buen amigo Jason Fields hasta que mis hijos cumplan 21 años, sin embargo no podrá vender nada de lo antes mencionado y tendrá que cedérselo a mis hijos en su momento. Ellos podrán hacer con las acciones de la empresa lo que les parezca mejor ya sea venderlo o quedarse con ello.

Quedando como testigos de esto Jennifer Messer y Jason Fields.

Unas cuantas lagrimas se escaparon de mis ojos, presiento que este testamento tiene algo que ver con la muerte de mi familia.

- Hay algo más , su padre me pidió que se le entregara esto.

Se levanto de la silla y me dio una caja y una maleta. La caja estaba cerrada tenia un candado.

- ¿Donde esta la llave?

- Su padre dijo que le daría una llave a cada uno de ustedes.

- Mi padre nunca me proporciono dicha llave.

- Yo no tengo una copia. Lo siento.

- Creo que buscare por todos lados hasta encontrarla.
¿Que hay en la maleta?

- En esa maleta hay $100,000.

- ¿Para que?

- Para que tenga dinero en lo que cumple la mayoría de edad y pueda manejar sus cuentas.

- ¿Hay alguna otra cosa?

- Claro, por poco lo olvido este sobre es para usted.

- ¿Que hay dentro?

- Un CD, pasaportes y visas, boletos aéreos y una USB.

Y una cosa mas señorita Messer. - Dijo abotonándose el saco. - Esta conversación jamas existió.

- ¿Por que? - Dije sorprendida y algo asustada.

- Por que su padre lo pidió así.

- Esta bien, no se preocupe. Nadie lo sabrá.

- Esto es todo señorita Messer, cuídese por favor.

- Lo haré. Cuídese usted también.

El abogado salió de la sala. Y yo solo tenia una pregunta.

¿Que hay en esa caja?

El detective Gutierrez entro en la sala con Terry y otros dos oficiales del FBI.

- Señorita Messer, ellos son Zachary Clifton y Serena Washington son agentes del FBI y están aquí para brindarle protección. Serán reubicados ahora mismo. Espero este lista.

- Si claro.

- Su nueva identidad y su destino le serán revelados en el camino. Estaremos en contacto.

Confía o muere. (1/2) En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora