Clanes similares.

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Han pasado dos años desde que me fui de la mansión del Hokage, no por eso dejaría al borde a las personas que se preocuparon, cuidaron y me dieron una buena estadía en aquel lugar. Hashirama muchas veces fue a visitarme a la aldea y también a estar conmigo y con mi hermano Madara, iba con Mito y a veces traía a Zoka porque decía que no paraba de preguntar por mi. Yo solía mandarles correspondencia, desde entonces cuando Zoka venía también me traía de su rica comida que me encantaba.

El segundo Hokage Senju duró meses viniendo detrás de mi, de vez en cuando venía con la familia y de vez en cuando venía en las noches y no paraba de rogarme perdón desde abajo y desde mi ventana de mi habitación de arriba podía escucharlo claramente.

No le daba respuesta, tampoco me asomaba, no le dirigía la palabra cuando venía con su familia, había cambiado. Su rostro estaba descuidado, se asomaba un poco de barba en su cara, tenía bolsa bajo los ojos, su cabello estaba sin brillo y despeinado siempre. No le interesaba arreglarse y apenas se bañaba me contaba Hashirama.

Decía que estaba siendo pésimo en el trabajo de Hokage y de vez en cuando Hashirama tenía que ocuparse, no podía ir a las misiones porque en varias dejaba que lo atacasen y no se defendía, hablaba enojado con Hashirama como nunca y lloraba a más no poder, Hashirama dice que nunca abandona su postura de tosco y aún así lloraba de esa forma.

Mi corazón se estrujaba al saber lo mal que estaba pasándola, pero no era mi culpa y no me pretendía convencer de eso. Estaba mejorando de a poco, pero aún así seguía perdidamente enamorada de él. Hace dos meses mi hermano me encargó para darse un merecido descanso, dijo que no sería un descanso del todo porque estaría al tanto a las cosas que requiriera ayuda.

De vez en cuando me acompaña a algunas misiones, hemos ayudado también a la aldea a crecer logrando hacer algunas escuelas más de distintos aprendizajes y algunos hospitales.

Hace unas semanas aceptamos un clan que viajaban desde muy muy lejos, antes de dejarle permanecer dentro de mi clan nos aseguramos de todo y como obviedad de interrogar a su líder y a todos los que allí se encontraban. No eran tanto para mi sorpresa, puesto que habían perdido la mayoría de vidas tras una guerra pasada y viajaban por haberse quedado sin su territorio y sin las defensas necesarias.

Son llamados el Clan Mashiba y también se les conocen como "Los hijos de la Luna", poseen los ojos de un color azul totalmente natural así como el negro en un Uchiha, su cabello es de una tonalidad negruzca como la de nosotros, pero cambian al usar su poder en un tono rojizo intenso como la sangre, poseen ciertas habilidades similares a las de nosotros los Uchihas y también tienen sus propias habilidades como por ejemplo, manipular la sangre, es decir, pueden cambiar de sólido a líquido a voluntad de pelear, debido a que la sangre se encuentra en el interior del portador, la mayoría de sus jutsus no requieren del uso de sellos. Además, tienen una mejor capacidad de regenerar la sangre que usan a través de sus técnicas.

Con el tiempo pensaba asignar a algunos para los distintos aprendizajes que quería en las nuevas escuelas creadas y distintas maneras de entrenamiento. Con el paso de las semanas los alojamos como podíamos en algunas casas que no estaban ocupadas y no pertenecían a nadie, mientras tanto se está llevando a cabo el proyecto de hacer más viviendas para que las personas no vivan sin privacidad. No son tantos, por lo cual lo dividiríamos por familias y número de habitaciones en cada casa por familiares o amigos o pareja cercana.

𝐄𝐫𝐞𝐬 𝐦𝐢𝐚, 𝐔𝐜𝐡𝐢𝐡𝐚. "𝑻𝒐𝒃𝒊𝒓𝒂𝒎𝒂 𝑺𝒆𝒏𝒋𝒖" © [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora