𝐄𝐫𝐞𝐬 𝐦𝐢𝐚, 𝐔𝐜𝐡𝐢𝐡𝐚. "𝑻𝒐𝒃𝒊𝒓𝒂𝒎𝒂 𝑺𝒆𝒏𝒋𝒖" © [EDITANDO]

Uchiha Susanoo's.

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Me inquietaba.

Lo sentía.

Algo sucedía, algo pasaba.

— Mi niña tienes que intentar calmarte, tu sharingan no podrá quitarse si sigues en ese estado, puede hacerte daño y al bebé de mi Niño Hokage.— Zoka tenía razón, podría hacerle daño a nuestro hijo, pero no podía apagarlo en estos momentos porque mi ser me bloqueaba en lo más interno de mí.

Camino de un lado a otro y de repente siento una sombra pasarse por la entrada de la cocina, mi ojos van fugazmente a donde ha cruzado aquella sombra y podría jurar que era Izuna. Rápidamente voy hacia la adentrada y veo cómo la sombra vuelve a pasar saliendo por la entrada trasera, camino a pasos rápidos mientras escucho a Zoka llamarme, pero no me detengo.

— Tobirama.— Susurro. No siento su chakra, no lo siento.— Joder.— Mi cabeza me martillea y veo un tatuaje extraño en donde Tobirama me colocó su marca, me arde bastante. Algo anda mal, procedo a ocultar mi chakra.

Me dirijo hacia la cabaña donde Tobirama ha llevado a aquella mujer y me detengo sintiendo un espeso chakra en el lugar.

No, no es Tobirama.

Me apresuro en llegar y abro la puerta sigilosamente hasta llegar y escuchar una voz chillona.

— Tú mujercita debe descansar porque le crecerá la panza y no podrá hacer nada durante 9 meses lamentablemente, sin embargo tú vendrás conmigo y haré que me des hijos que salgan hermosos como tú, su padre.

La sangre hierve dentro de mi ser como nunca antes y siento mis ojos cambiar de poder ocular, me acerco a la puerta y en un parpadeo la tengo sujetándola del cabello. Noto como Tobirama está tendido en un sillón con los ojos cerrados y ella colocada encima de él de una forma en la que no quiero describir para no hacer el mundo arder.

— Más resbalosa no podrías ser, insecta.— Sujetándola le proporcionó un estallido con la pared haciendo su nariz sangrar.— Te metiste con el clan, la mujer y el hombre equivocado.

Veo cómo desaparece a quien tenia empuñando su cabello y la noto reaparecer detrás de mi, lo cual esquivo y dejo un clon en vez de mi.

— Tobirama me tocó, me vio completamente y le encantó y tuvo sueño y se durmió.— Ríe a carcajadas como la bruja que es.

— ¿Y piensas que yo me coma ese cuento? Lastima que no quiso tocarte, solo te queda fantasear con el.— Sonrío sin gracia notando cómo se le borra su falsa risa y palidece.

— Ni siquiera estabas aquí.— Escupé.

— Ventajas de estar conectado a mi, cariño. No me mal entiendas, solo que apenas vas por la raíz de debajo de la tierra, no me llegas aún ni a los talones.

Veo cómo su cabello arde de lo rojizo que está y sus ojos se inyectan de un color sangre como nunca. Me preparo para cualquier ataque que hará porque estoy segura que utilizará toda su fuerza porque la he provocado, pero no quiero perder mi tiempo.

— Hoy te mueres tú y esta porquería de aldea.— Se aproxima en un abrir y cerrar de ojos hacia mi.

Me lanza hacia la pared logrando hacer un gran hoyo en ella, confecciono toda la fuerza en mi pierna para acercarme rápidamente y esquivar uno que otros golpes me lanza y logro darle una patada en su estómago haciendo que ella salga disparada y otra parte de este lugar se vuelva añicos.