𝐄𝐫𝐞𝐬 𝐦𝐢𝐚, 𝐔𝐜𝐡𝐢𝐡𝐚. "𝑻𝒐𝒃𝒊𝒓𝒂𝒎𝒂 𝑺𝒆𝒏𝒋𝒖" © [EDITANDO]

El reflejo del primer Hokage

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POV KYOMI

Aún sigo desconcertada, Tobirama está frente a mi, preocupado, tratando de que enfoque mi mirada en la suya preguntándome qué qué está pasando y yo aún estoy no sé cómo explicarme, más shock me deja esto que mi ataque de ansiedad hace unos minutos

- Por favor, dime algo.- coloca ambas manos en mi cara

- Y-yo...- la voz me sale entrecortada, en cualquier momento podría volver a romperme a llorar, no lloraba así desde hace bastante tiempo aún sosteniéndome tanto desde mi trágico pasado

Tobirama aún sigue observándome impaciente luego su mirada viaja hasta mis manos donde se enfocan en mis nudillos, los toca suavemente y yo de todos modos hago una pequeña mueca. No me duele a decir verdad, no creo que eso se le pueda llamar dolor cuando yo misma maté a mi mejor amigo

- Ven, vamos a casa.- me ayuda a sostenerme de él porque es muy evidente el cansancio que tengo después de actuar sin canalizar un poco y ni siquiera tomar aire al hacerlo simplemente... actuar.

Siento un cansancio como ningún otro y mis piernas se tambalean al apoyarlas en los escombros del suelo, me sostengo más fuerte del brazo de Tobirama y luego lo agarro fuertemente haciéndolo que paremos el andar, miro a mi alrededor y veo un bosque destruido, cortezas y troncos hecho añicos y solo por no poder mantener el control y por primera vez en tanto tiempo... estallé

- Oe, tranquila. No te preocupes, no te preocupes mejor vámonos para que puedas sanar tus nudillos y descansar.- me sostiene de la cintura y noto su breve agarre en ella. Lo observo mientras caminamos despacio y tengo mi mirada fija en él y él la tiene fija en el camino, de vez en cuando me da unas fugaces miradas cuando siente que hago alguna mueca o unos quejidos

Recuerdo cuando tenía a mi Sensei, recuerdo como él estaba así de descontrolado la primera vez que lo encontré, como su fuerza se tornaba y su aura se ponía a oscuras. Todos me tratan indiferente, pensé que por primera vez tendría amigos, amigos como si fuesen otra parte de mi familia. Recuerdo el día que pisé la mansión y la calida bienvenida con las que todos excepto el albino, me recibieron; pero todo se esfumó y no tengo la menor idea de por qué ha sido.

Otra vez detengo mi caminar y me suelto de Tobirama, el de una vez me observa con una mirada de alerta. Vaya, si que está preocupado es demasiado raro verlo así y no me acostumbraré nunca a decir verdad

- No quiero regresar. - digo así sin más pues, al menos no quería volver hoy. Planeé pasar la noche en el bosque que dejé hecho pedazos

Más o menos cerca divisamos el lago de donde tuve el último entrenamiento con él, camino despacio hacia allá, me siento agotada

Solo siento la caliente mirada de Tobirama en mi, no sé si vendrá conmigo pero no me importa

Hablé demasiado rápido cuando ya tengo a Tobirama de nuevo sosteniéndome por la cintura en dirección hasta donde me dirijo. Llegamos y nos sentamos en una enorme roca, me quito mis zapatillas y me acomodo en la dura roca, Tobirama hace lo mismo y mantiene silencio creo que ya se cansó de preguntar y no lo culpo, no es común que él se ande preocupando así por cualquier persona y muchísimo menos por un Uchiha

- ¿Por qué?.- digo y capto la mirada de Tobirama.- Solamente por que?

- ¿Por qué qué?.- pregunta él confundido

- Por qué en el último entrenamiento me trataste como mierda? Digo siempre nos llevamos como perro y gato en eso no debe de haber explicación pero ¿Qué me dices de Hashirama y Mito? Por qué están así conmigo, distantes?.- digo sintiendo un nudo en mi garganta pensando en Mito, para mi... mi mejor amiga.

- Tus técnicas fueron solamente una enorme pista para descubrir de quien provenían pero, quién te enseñó esa técnica? Que era para ti? Amigo? Vecino? Sensei?.- me pregunta muy curioso, yo solamente espero que pueda decirme la verdad

- Era mi sensei, lo conocí un día detrás de mi aldea, él estaba algo enojado y triste porque decía que empezaba a ser padre y ya seria otra vez padre, que tenía una niña pero venía otro más en camino, observé cómo desquitaba su preocupación antes de que charláramos sobre el por qué él había destruido el bosque, aquella técnica me interesó mucho y le pedí que me enseñara, desde entonces iba a su casa siempre a entrenar, vi a su esposa con una niña hermosa rubia en sus brazos.- Tobirama cerró los ojos frunciendo sus cejas a la vez, hice una pausa

- Continúa.- me insiste

- Al concluir mis entrenamientos a lo largo de un tiempo, regresé a su casa pero nadie se encontraba allí, así que no lo volví a ver desde entonces.- fijaba mi mirada en una pequeña piedra que tenía en mis manos jugando con ella mientras hablaba

- Era mi sobrino e hijo de Hashirama, él era el mismo reflejo que su padre cuando era joven, su pequeña Rubia que hoy en día la tenemos con nosotros, se llama Tsunade y su pequeño hermano se llama Nawaki y  soy sus tío abuelo.- ensancho los ojos aún sorprendida sin poder creérmelo.- Esa técnica que aprendiste es propia de él, su creación. Su esposa y mi sobrino murieron en una guerra, haciéndonos cargo de sus pequeños que los cuida nuestra nana de la mansión, su nombre es Zoka

Yo solamente pestañeó varias veces estupefacta aparte de que me está contando cosas personales familiares

- Su actitud se debe de que Hashirama no acepta aún que su hijo haya partido, no le tocábamos el tema ni nada de recuerdos hasta entonces, Mito lo ayuda a recuperarse y a prepararse para aceptar la realidad.- Tobirama concluye dándome a entender que es mi culpa

- Es mi culpa... no tenía idea, no sabía nada, solamente di todo lo que sabía al momento de entrenar, tú lo supiste, luego Hashirama preguntó que estabas así de extraño y yo solo... le dije la verdad.- digo cabizbaja otra vez en un enrollo

Tobirama me eleva tocándome mi mentón suavemente.- Mírame.- exige y yo le hago caso

- No es tu culpa, porque hiciste bien al enseñar de lo que eras capaz mientras entrenabas y hacías caso omiso para ganarte el puesto, no lo es. Por otro lado, muy en el fondo fuera de las penas de Hashirama, él se alegra y le enorgullece que tengas algo propio de su hijo y lo hayas conocido, solo dale tiempo y no creas que te tratamos indiferente, yo me enfurecí por el hecho de que creí que debía contárselo a mi hermano pero no pude pero están bien y tú no eres culpable de nada solamente, ten paciencia.- Tobirama me extiende su mano y yo la tomo. De nuevo me sostiene por la cintura  llevando su roce un poco dentro de mi top de entrenar, sintiendo así sus cálidos dedos

No quisiera compartir cierta confianza porque en el momento de que surgiría una amistad se derrumbaría con tan solo saber mi oscuro pasado.

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