Ojos de sangre.

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— Quisiera que pruebes un jutsu de tu propiedad conmigo.— Le digo y este me mira atónito, pero entiende lo que quiero decir y piensa en algo. Veo cómo la comisura de sus labios se ensancha un poco generando una sonrisa de que algo le llegó a la mente.— ¿Y bien?

— Perfecto.

Veo cómo hace las señas del jutsu, me paraliza y se aproxima a una velocidad increíble ante mi, sus ojos se vuelven rojos como el intenso color de la sangre y me recorre de arriba hacia abajo y rápidamente vuelven hacia mis ojos haciéndome ver hasta lo más oscuro de mi mente.

Me veo a mi misma viendo a un alto, fuerte y sexy hombre de cabello azabache y ojos rojos como la sangre que me tienen atónita, lo imagino en diversas cosas y en cosas pecaminosas que hacen que sienta como la sangre de mi cuerpo se acumula en mi rostro y en mis orejas poniéndolo todo a su paso de color rojo.

Noto como el hombre frente a mi sonríe seductoramente mientras hace unas señas...

Y es ahí donde mi ilusión se derrumba y vuelvo a la realidad.

— ¿Q-que fue eso?.— Tartamudeo recordando lo que vi, lo que imaginé, lo que me comí con la mirada y con la mente.

— Fue un genjutsu manipulando tu sangre con tus pensamientos, un tanto inofensivo.— Su sonrisa se ensancha mostrando sus perfectos colmillos que le quedan perfecto en su rostro y me hacen flaquear.

— P-pero pero tú, estabas y yo... te vi y tú.— No encuentro las palabras adecuadas sin dejar de pensar en lo que recuerdo que vi o que imaginé o que viví, no se pero lo vi.

Siento mi cara arder aún con la sangre acumulada en mi rostro por el enorme sonrojo.

— Sé lo que te proyecté.— Mi cuerpo tiembla y no puedo dejar de sentir una enorme vergüenza porque claro, fue un genjutsu.— Te puedo ayudar con esa sangre allí.— Señala mi rostro ante la sangre acumulada en el.

— Yo puedo, yo puedo.— Trato de pensar en un caracol caminando lento en una hojita para que se me pase tal cosa, pero no puedo.

— Te ayudaré.— Sin más el coloca su tacto en mi rostro y lo acaricia suavemente haciendo que el sonrojo descienda, pero con tal caricia siento mi cuerpo calentarse y mi rostro encenderse otra vez intensamente.— Volvió a aparecer, ¿por qué volvió?

— ¡Por nada! ¡Es hora de comer, vámonos!.— Sin más me escabullí rápidamente y salgo a toda prisa, sintiendo sus ojos traspasarme.

Regreso al campamento lo más rápido que puedo viendo como todos los preparativos para cenar están y al cabo de un rato todo queda listo y todos se disponen a comer mientras charlan animadamente. De repente siento un chakra muy fuerte y comienzo a mirar a todos lados reconociéndolo, me siento nerviosa y ansiosa porque sé perfectamente qué tal fortaleza de chakra se debe a alguien bastante influyente en mi.

Cuando noto que todos se callan abruptamente mirando atrás de mi y siento unos ojos penetrarme hasta lo más profundo de mi alma causándome escalofríos.

De reojo veo al líder del clan Mashiba colocarse más serio de lo normal y fruncir el ceño para luego mirarme a mi y hacer un severo e inaudible "tsk".

Todos se levantan y hacen una leve reverencia.

— ¡Hokage-sama!.— Todos dicen al unísono. Con irritación mostrada en mi mirada, no puedo creer que debo hacer lo mismo por respeto y me paro sin dedicarle una mirada y hago una leve reverencia sintiendo mi ego en los pequeños escombros del suelo.

𝐄𝐫𝐞𝐬 𝐦𝐢𝐚, 𝐔𝐜𝐡𝐢𝐡𝐚. "𝑻𝒐𝒃𝒊𝒓𝒂𝒎𝒂 𝑺𝒆𝒏𝒋𝒖" © [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora