𝐄𝐫𝐞𝐬 𝐦𝐢𝐚, 𝐔𝐜𝐡𝐢𝐡𝐚. "𝑻𝒐𝒃𝒊𝒓𝒂𝒎𝒂 𝑺𝒆𝒏𝒋𝒖" © [EDITANDO]

El Kyūbi.

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POV TOBIRAMA.

No sé cuantas muertes habían a mi alrededor, pero si algo he de saber y es que mi aldea aún sigue peleando por su hogar, por su familia y por su Hokage y yo no iba a defraudarlos porque tenía el mismo deseo y objetivo que ellos.

Mi mujer y mis dos bebés dependían de mi y más en momentos como estos aunque reconozca la tenacidad de mi Uchiha.

— ¿Acaso piensas continuar cómo estás?.— Le digo a mi contrincante que se encuentra frente a mi sin retorno alguno o idea de que más técnicas utilizar contra mi.— ¿No ves la diferencia entre tú y yo?.— El líder Mashiba me mira con rencor como si me hubiese arrebatado algo importante en su vida.— ¿Cuál es tu rencor?, ¿Hasta eso tienen de similar con los Uchihas?

— ¿Te atreves a preguntar qué cuál es mi rencor?.— Arqueo una ceja y creo saber por qué está así.— De la única mujer que alguna vez me he llegado a enamorar ha sido de Kyomi, tú la abandonaste, la utilizaste y ni siquiera la aprovechaste.— Reconozco eso y no quiero admitirlo más de lo que ya se lo admití a ella.— No merece a alguien como tú, no mereces tenerla, ella no merece llevar tus hijos, merece llevar los míos y tener a alguien que si la pueda proteger hasta de sus más profundas inseguridades.

Algo que tengo como meta realizar, acabar con las inseguridades de Kyomi que han sido producto de mis actos.

— Entonces espero que continuemos hasta que te des por vencido o tu hermana pagará las consecuencias.— Veo su tez pálida acentuarse más.— ¿Ah no sabías?, Tengo a tu hermana por ingenua e incrédula ante mi presencia.

— Le tocas un solo pelo y...

— No, no, no, no seré yo quien se encargará de hacerle pagar por el daño que quiso hacerle a Kyomi y a mis hijos en su vientre.— Le digo con una sonrisa cínica en mi rostro.

— Seré yo quien se encargue de ella si tú no desistes y revelas todo lo demás.— Dice Madara apareciendo detrás de mi con la hermana del Mashiba claramente magullada.

No pongo a prueba a Madara, al final es un Uchiha y el amor que sienten los de ese clan es demasiado intenso así como si llegan a sentir el odio. Viene desde su alma y es más fuerte que cualquier rayo solar. Es más fuerte que los sentimientos de un Senju.

— Les dejamos permanecer aquí, se le dio estadía, ¿Crees que el clan Uchiha merece tal guerra?, ¿Crees que mi aldea merece tal guerra?, ¡Solo mira a tu maldito alrededor lo que ya se ha causado!.— El observa hacia su alrededor.— ¡Hay familias como hubo en la tuya, hay niños y mujeres como hubo en la tuya y ahora hay un maldito desastre como pasó con la tuya!, ¿Es lo que querían?.— Rujo y mi aura se intensifica, lo puedo sentir.

— ¡No le escuches, Hiroshi!.— Dice su hermana.

— Oh si, mejor escúchalo, sé sensato y no te guíes de tu inepta hermana.— Dice Madara con su poder ocular bastante acentuado.

— Nosotros no queríamos...

— ¡Si querían!.— Respiro hondo.— Dime, ¿Dónde mierda está, Raizel?.— Impacientemente aprieto mis dientes para no perder los estribos.

— Si te digo.— Hace una pausa y respira.— Si te decimos, nuestro clan pagará las consecuencias porque fue él quien destruyó nuestro hogar.— Me dice y comprendo que querían adueñarse de este.— Te diré, pero quiero algo a cambio.