Piel y Plata.

1.5K 84 38
                                    

━━━━━━━━━━†━━━━━━━━━

Que rico es dormir, que rico es saber que estoy soñando con un hermoso hombre de cabello plateado, un albino que me tiene hasta las entrañas descontroladas, se aproxima a mi a besarme mientras su gesto fruncido y su penetrante mirada me recorren de arriba hacia abajo.

— Eres tan hermosa.

Me derrito ante su voz y cuando ocurrentemente me dice que soy hermosa, no puedo evitarlo, me trae increíblemente en sus manos con solo escucharle hablar. Se aproxima a mi y me toma de los hombros y empieza a zarandearme rápidamente.

— Pero que-

Abro los ojos despacio sabiendo que he estado soñando y frente a mi veo a aquel sexy hombre de mis sueños y mi perdición de la realidad gritándome sin yo aún escucharle nada, viéndolo como si estuviera mudo y sus labios se mueven.

— ¡¿Qué clase de líder eres si te quedas dormida hasta la media mañana?!.— Abro los ojos grandemente escuchando bien claro lo que acaba de decirme, cómo si le quitaran el mute que tenía hace unos segundos.

— ¿Pero que?.— Me siento rápidamente y volteo mi rostro viendo mi ropa a un lado de mi. Volteo a ver a Tobirama otra vez y sonrojándome exageradamente.

— Si Kyomi, estás desnuda.— Veo como inconscientemente su mirada se dirige hacia mis senos y trata de mirarme a la cara, pero tiene una lucha interna con sus ojos y yo empuño la manta subiéndola hasta mis pechos y taparlos. Tobirama pestañea y frunce el ceño.— Mueve tu culo y vístete, partimos en diez.

Tobirama se pone de pies ya que estaba de cuclillas, se voltea para salir de mi tienda y veo cómo se detiene en la entrada y me observa.

— No sabía que te encantaba tanto mi voz.— Sonríe arrogantemente y sale de mi tienda.

— Carajo, lo que me faltaba.— Probablemente hablé dormida, Izuna me lo decía hace mucho tiempo que solía decir mis pecados o básicamente confesarme estando dormida.

Me vestí rápidamente y vi como todos iban adentrándose ya en el bosque, Tobirama los guiaba pero paró en seco cuando me vio salir de la tienda y todos automáticamente se detuvieron también.

— ¡Andando!.— Dije colocándome delante de Tobirama y ahora guiándoles yo, estaba avergonzada por haberme quedado dormida lo admito, pero no dejaría que liderara mi misión.

Tobirama gruñó haciendo que yo me voltease a verlo y este se aproximó a mi y me abrochó el sostén que lo había olvidado y solo me lo coloqué. Tras abrochármelo sus dedos se pasearon un poco por la piel desnuda de mi nuca y me hizo estremecer, suspiré dándome cuenta que debía aguantar más de lo normal y hasta no encerrarme dentro de mi aldea, no estaría en paz.

Tras caminar y otros correr para adelantarse e inspeccionar durante un par de horas, pudimos llegar y tratar de organizarnos, solo veníamos a sacar información importante sobre algún posible atentado. Observamos el lugar y pudimos ver cómo estaban tratando de remodelar el lugar, vimos en una parte como si crearan un arsenal pero no con solo armas que poseíamos, trataban de crear más y eran algo extrañas.

De lejos pude ver cómo Raizel, el apuesto joven que yo le había llamado a la atención salía de una casucha enorme que parecía ser su puesto de descanso mientras se alojaba. De reojo vi a Tobirama y cómo este apretó los dientes.

𝐄𝐫𝐞𝐬 𝐦𝐢𝐚, 𝐔𝐜𝐡𝐢𝐡𝐚. "𝑻𝒐𝒃𝒊𝒓𝒂𝒎𝒂 𝑺𝒆𝒏𝒋𝒖" © [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora