𝐄𝐫𝐞𝐬 𝐦𝐢𝐚, 𝐔𝐜𝐡𝐢𝐡𝐚. "𝑻𝒐𝒃𝒊𝒓𝒂𝒎𝒂 𝑺𝒆𝒏𝒋𝒖" © [EDITANDO]

Manipulación Sanguínea.

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Nos encontramos en el hospital de madrugada, resulta que tuve unas increíbles arcadas y me resultaron tan desagradables que terminé partiendo la mesa de noche de Tobirama en dos, estoy harta de estas terribles nauseas y quiero deshacerme ya de ellas.

— Apúrate, Tobirama.— Tobirama parecía un zombie mientras entraba conmigo al hospital, lo tomé de la mano y lo guié hacia la recepcionista, este al ver que algunas personas lo observaban colocó su postura como de costumbre y su normal y bonito ceño fruncido acompañado de su mirada seria.

— ¿En qué le puedo ayudar?.— Dice la recepcionista de manera cortés y no disimulando babear por Tobirama, me coloco en medio de Tobirama haciendo que ella se fije en mi y Tobirama me pase la mano por mis hombros mostrándose la enorme diferencia de tamaños.

— Llame al médico Haruno, que venga ahora mismo.— La recepcionista hace lo que Tobirama le ordena y en dos minutos el ninja médico está frente a nosotros.

Este al ver a Tobirama hace una leve reverencia.

— Por favor síganme, Hokage-sama.— Le hacemos caso omiso y Tobirama sigue con su brazo aferrado alrededor de mis hombros.— Veo que no pudo aguantar, señorita Uchiha.— Yo asiento.— Lo sé, es normal. Usualmente los Uchihas no suelen tolerar tales momentos y los que sucederán requieren de más paciencia y por eso, suelen explotar.

Confusa quiero preguntarle, pero Tobirama niega y decido mejor no hablar. Entramos a una habitación de color azul cielo con algunas maquinarias y objetos avanzados.

— ¿Qué son?.— Digo por primera vez sintiendo miedo de esas cosas.

— Son materiales y aparatos médicos más avanzados, diseñados para mayor efectividad y más cercanía con la salud y la atención al paciente.— Yo los observo de modo sorprendida y veo que son extraños estando armados.

— ¿Sabe utilizarlos?.— El médico se ríe como si le hubiese hecho un chiste y Tobirama le mira mal haciendo que se atragante casi y deje de reír.

— Si, soy especialista en todos los equipos médicos de cualquier uso, gracias a otras naciones.— Me dice y puedo notar que no esperaría menos de Tobirama a poseer al mejor médico posiblemente de todo el mundo.

— ¿Y por qué está aquí?.— El médico y Tobirama me observan incrédulos.— No me mal entienda, tiene muchísimos lugares en el mundo con cosas avanzadas, ¿Por qué está aquí donde algunas cosas no se utilizan por tradición?

— Verá señorita Uchiha, al igual que usted yo nací en esta aldea y para mi es más que un honor permanecer aquí con todo mi desempeño, experiencias y conocimientos brindados por el exterior. Es una excelente forma de poder enseñar y cuidar a mi gente con todo lo que sé, para un futuro mejor y mayor protección.— Sus palabras me parecen cuidadosas y las más adecuadas, volteo a ver a Tobirama que sonríe orgulloso y le da dos palmadas al médico.

— Me sirve para creer, siempre y cuando no le hayan grabado esas líneas.— Miro de reojo a Tobirama quien deja de sonreír y vuelve a colocarse serio.

Él ninja médico prepara las cosas y la fina camilla que se encontraba en una esquina cerca de esos aparatos.

— Recuéstese acá, señorita Uchiha.— Hago caso omiso y me coloco donde me dice. Me indica cuáles serán sus acciones y lo que me hará, me señala una pequeña pantalla donde me dice que esté pendiente y que cualquier confusión y duda me la aclarara sin problemas.