Cereal con Pasitas [Moonsun][G!P]

Capítulo 7

El almuerzo transcurrió sin problemas, aunque un poco más silencioso de lo habitual, Yongsun se aseguró de lavar los platos para que Byul no lo intentara más tarde. Salió de la cocina y se unió a su amiga en el sofá después de servirse un pequeño tazón de cereal con pasas y leche; ambas miraron videos aleatorios que aparecían en la página principal de YouTube, disfrutando de la paz y la tranquilidad que ofrecía el momento.

Estaban a la mitad de un video de una vlogger de belleza llamada Chorong cuando sucedió; Byul inclinó la cabeza hacia atrás para hacer contacto visual con Yongsun, quien estaba concentrada en la pantalla mientras disfrutaba contenta de su cereal, sin embargo, al sentir unos ojos sobre ella miró en su dirección. Encontrarse con la mirada de la mujer más joven hizo que se sonrojara, y el sonrojo fue incrementando ni bien Byul se inclinó hasta que pudo sentir su cálido aliento contra sus labios.

Yong no sabía cómo reaccionar, se suponía que esto ya no debía suceder.

— ¿Cereal con pasitas? — ofreció con una sonrisa avergonzada en un intento desesperado de salir de la acalorada situación.

— Prefiero algo más dulce — respondió Byul, su mano derecha estirándose para acariciar lentamente el labio inferior de la mayor.

— E-Esto está mal — susurró entrecortada la castaña, estremeciéndose por las caricias prestadas.

— No me importa, unnie.

Eso fue todo lo que Yongsun necesitaba escuchar para acortar el espacio entre ellas. Sus labios se tocaron suavemente, casi como si ambas tuvieran miedo de que la otra saliera corriendo al primer toque. Por más cliché que suene, Yongsun sintió como si algo se encendiera dentro de su cuerpo y se entrelazara con Byul. El beso siguió siendo lento al principio, todavía bastante vacilante, hasta que sintió a la rubia morder su labio inferior antes de capturarlo entre los suyos. Se quedó sin aliento ante el placer que la recorría, permitiendo que Byul metiera su lengua en la boca que esperaba.

El beso se estaba calentando de manera rápida mientras sus bocas se movían una contra la otra con desesperación. Byul se apartó para girar su cuerpo y se sentó en el regazo de Yong. Una vez cómoda, enredó sus manos en el sedoso cabello castaño y sintió que la sujetaban con fuerza por la cintura. Esta vez fue Yongsun quien desconectó sus labios para poder mover su labios sobre la mandíbula de Byul y proceder a darle besos y suaves mordidas. Esta siseó cuando recibió un mordisco particularmente fuerte en la clavícula y tiró del cabello de Yongsun hacia atrás en respuesta; no tardó mucho en impacientarse, empujando a la mayor atrás.

— No sabes cuánto te necesito — dijo la menor sin pudor alguno, quitandose su camisa y sujetador.

Yong no logró formular ninguna oración coherente, sus ojos seguían fijos en el pecho descubierto de su mejor amiga. Había pasado un tiempo desde la última vez que había visto tanto de su piel, pero incluso entonces no era lo mismo. Esta vez se sintió diferente. No era solo ella tratando de probar un punto o mantener su orgullo, ambas querían esto. Yongsun volvió a unir sus labios a la piel clara y continuó burlándose de la mujer.

— Por favor, unnie — suplicó Byul, la desesperación latente en su voz.

La castaña sintió que su ego se inflaba ante el sonido de su mejor amiga rogando por su toque. No bromeó mucho más antes de rodear finalmente su boca en un pezón endurecido. Las caderas de Byul comenzaron a balancearse lentamente, provocando que el placer recorriera los dos cuerpos. Yongsun mordió ligeramente el sensible pezón mientras apretaba el otro con su mano derecha. Sin duda habría moretones en su torso mañana por la mañana por todas las marcas.

De repente, Yong se detuvo y se levantó con las piernas de Byul alrededor de su cintura, lo que hizo que la mujer menor chillara sorprendida. Pese a ello, aprovechó la oportunidad para aplicar besos por todo el cuello y la mandíbula de su unnie mientras caminaban hacia la habitación en el lado opuesto del apartamento. Se dio cuenta de que estaba afectando a su amiga cuando el agarre en su cuerpo luchó por mantenerse fuerte. Sin embargo, sus besos pararon cuando llegaron a la habitación y Yongsun la puso de pie.

Las dos mujeres se miraron en silencio, la tensión comenzando a aumentar a su alrededor; Yong no tardó en mover sus manos sobre el broche de los jeans de Byul, desabrochandolos con facilidad para poder comenzar a bajarlos por sus piernas. Trabajaron juntas a la hora de deshacerse de la mayor parte de la ropa; Byul completamente expuesta y Yongsun solo con ropa interior. La rubia trató de inclinarse, pero la detuvieron y la empujaron hacia la cama.

— Esta noche se trata de ti. Acuéstate.

Byul hizo lo que se le dijo, arrastrándose hacia arriba para que sus piernas no quedaran colgando. Yongsun pronto gateó encima y volvió a conectar sus labios en un beso profundo.

Los sentimientos dentro de aquel beso son algo que aparentemente ambas se negaban a reconocer.

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