Byul soltó un suspiro ni bien llegó a la entrada de su casa, estando exhausta buscó las llaves en su bolso; ya teniéndolas abrió la cerradura sin hacer demasiado ruido. Después de todo, eran más de las 11:00 p. m. y no quería que su llegada sea notada. Al entrar, encendió las luces, colocó sus zapatos a un lado de la puerta para luego adentrarse en su cálida sala de estar.
Hogar dulce hogar, se digo mentalmente mientras se recostaba en unos de los cómodos sofás. Un bostezo salió de su boca y poco a poco sus párpados le empezaron a pesar; estaba a punto de cerrarlos con el fin de tomar una corta y necesaria siesta cuando el sonido de unos pequeños pasos provenientes del pasillo la despabilaron.
— Mami — llamó una pequeña niña de tres años. Sus lindos ojos expresando felicidad por ver a su madre en casa.
— Mi Wheenie — respondió Byul a la par que recibía a su hija con un fuerte abrazo. — ¿Qué haces despierta? Es demasiado tarde.
Wheein no dijo nada más, prefiriendo acurrucarse en el pecho de su mamá, quien pasaba sus dedos por su cabello acomodando uno que otro mechón castaño detrás de sus lindas orejas. A Byul se le formó una sonrisa en sus labios ante el resistente agarre que tenía la menor alrededor de su cuello.
— Veo que la atrapaste — dijo Dahee apareciendo en la sala, sonriendo ante la escena de madre e hija. — Intente hacerla dormir, pero ella se negaba porque quería esperarte. Es sorprendente la fuerza de voluntad que tiene Wheein a su corta edad.
Byul se encontró riendo en voz alta mientras mecía a la pequeña niña en sus brazos. Wheein en ocasiones podía ser muy obstinada al momento de desear algo, un comportamiento que a veces le recordaba a otra persona.
— Te llevaré a tu cama — anunció Byul, sabiendo que su hija claramente podía escucharla. — Ahora, vuelvo.
— Está bien, tomate el tiempo que quieras, pero has dormir a Wheepup — suplicó Dahee en medio de lloriqueos falsos mientras se dejaba caer en el sofá.
Byul rodó los ojos por la actuación exagerada de su amiga; Dahee seguía siendo una reina del drama a pesar de los años.
— A la cama, Wheenie — tarareó Byul entrando a la habitación colorida de su hija.
Pese a sus palabras, Wheein hizo un adorable mohín, negándose a soltarla.
— Wheein...
— No, mami — protestó la niña, rompiendo a llorar.
Byul negó con la cabeza varias veces, intentando tranquilizar a su pequeña. La angustia la invadió, su corazón dolía de tan solo escuchar los sollozos.
De la nada, Byul sintió un frío recorrer su cuerpo y que alguien la sacudía por los hombros. Abrió los ojos alarmada y lista para defenderse hasta que reconoció a la mujer frente a ella. Una Dahee despeinada y levemente consiente se deslizó en el lado desocupado de la cama, importándole poco invadir el espacio de la mujer más joven.
— Es tu turno — Dahee dijo al mismo tiempo que bostezaba, su voz ronca por el cansancio.
Byul no se movió, aún confundida por su reciente sueño. No obstante, el fuerte llanto de bebé proveniente del monitor en su mesita de noche arremetió contra sus oídos; Byul de inmediato salió de la cama y se dirigió a la habitación de su pequeña hija.
— Mami está aquí, Wheenie — dijo suavemente antes de tomar a su bebé de tres meses en brazos. Su calor relajante pronto envolvió a Wheein como un manto de seguridad, provocando que poco a poco sus gritos cesaran. — Calma, calma — arrullaba repetidamente mientras la sostenía cerca de su pecho, antes de comenzar a mecerse de un lado a otro.
Byul luchó por mantener los ojos abiertos, dedicándose a limpiar las lágrimas de los ojitos somnolientos de Wheein. Tuvieron que transcurrir aproximadamente treinta minutos para que Wheein lograra volver a descansar sin ninguna molestia en su pecho. Dejó escapar otro suspiro y se sentó en la silla mecedora con cuidado para no despertar a la bebé en sus brazos.
Observó el pacífico rostro dormido de su Wheenie, sus cortos mechoncitos de cabello castaño claro, su linda nariz, y en especial sus mejillas regordetas ligeramente rosadas.
«Tiene tus mejillas.» Ella sonrió inconscientemente.
[...]
Yongsun escuchó su alarma a todo volumen y gimió en voz alta, deseando esconderse entre sus suaves sábanas y seguir durmiendo. A ciegas y con el ceño fruncido, se estiró en busca de la molesta alarma, sin demorarse tanto tomó su teléfono y apagó aquel irritante sonido para luego hundir su rostro en la almohada.
Pronto en el dormitorio resonó una risa masculina. Yongsun notó la presencia e inmediatamente aparentó dormí mientras aguantaba las ganas de reír. Sus encantadores hoyuelos aparecieron debajo de sus generosos labios, acompañando su sonrisa cuando pudo sentir las caricias en sus hombros descubiertos.
— Buenos días, Eric — saludó Yongsun sentándose correctamente en la cama y apartando delicadamente su cabello castaño de su rostro.
— Buenos días, cariño — respondió Eric antes de inclinarse y darle un casto beso a su novia. Su corazón estaba lleno de calidez por un comienzo de día tan maravilloso. — Yong, ya es demasiado tarde. Debes levantarte.
La mencionada simplemente tarareó a la par que negaba, apartando la mirada.
— Duermes como un recién nacido — bromeó Eric, pasando su mano por el cabello de la mujer.
— Tengo muchas cosas que hacer hoy, pero mi cuerpo me dice que me quede a descansar.
— Oh, ¿Te duele algo? ¿Sientes un malestar? — dijo él preocupado por la desmotivación física. — Podemos ir al médico si el dolor persiste-
— No, no es necesario — lo interrumpió Yong. — Estoy bien, solo quise decir que tengo pereza...
Silencio.
— No vuelvas a jugar con ello, Yongsun — se quejó Eric con amargura, levantándose y caminando hasta el marco de la puerta. — Evita ser tan holgazana por las mañanas, se te hará una mala costumbre.
— Yo no... — Yongsun lo miró arrepentida por sus palabras, nunca quiso hacer enfurecer a su novio. Tal vez si se disculpaba mejoraría su ánimo.
— Ah, casi lo olvido — Eric volvió hablar. — Recuerda reducir tus porciones de comida. Tus mejillas están muy grandes, y hacen que tu rostro se vea menos atractivo.
Nuevamente silencio.
Yongsun no supo que responder.
«¿En serio mis mejillas se ven mal?»
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No se olviden de votar ⭐✨
Yongsun apareció, ahora que pague la pensión de alimentos.
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Cereal con Pasitas [Moonsun][G!P]
FanficA Yongsun le gustaba el cereal con pasitas. . . . ♤ Yongsun G!P ♤ Adaptación ♤ Traducción Todos los derechos a su respectiva autora. «Los nombres de los personajes utilizados son solo personajes ficticios, son totalmente independientes de los artis...