Cereal con Pasitas [Moonsun][G!P]

Capítulo 27

La mañana estaba siendo demasiado aburrida, o al menos eso pensaba Dahee una vez que cerró su laptop y se recostó en el respaldo de su silla. Era lunes, y para su sorpresa, su jefe no le había dejado la cantidad de trabajo acostumbrada, lo que le permitió acabar con todos los reportes en apenas un par de horas.

Al mirar la hora en su teléfono, supo que tenía que hacer algo productivo con ese tiempo libre extra, y eso quería, aunque no tenía idea de qué. Después de meditarlo un rato, y siendo las 11 a.m., se encontró en medio de la sala de estar, tumbada sobre la suave alfombra junto a una tranquila Wheein que jugaba con su sonajero y Ggomo.

Durante un instante, la idea de visitar la floristería de Yongsun pasó por su mente, pero rápidamente la descartó. Habían pasado casi tres semanas desde la incómoda conversación, y aún no conseguía superar el sabor amargo que las palabras de Yongsun le habían dejado. Escucharla fue extraño, y más aún, tratar de buscar una explicación. Por un momento, quiso intervenir, pero terminó dejando el asunto en manos de Byul, quien, aunque asentía ocasionalmente a lo que decía Yongsun, parecía estar inmersa en otro mundo.

Esa misma noche, antes de dormir, insistió en hablar con Byul, pero no importaba cuántas veces llamó a su puerta, esta nunca se abrió. Eso no le agradó en absoluto, pero decidió que no era el momento adecuado para discutir con la rubia. Pensó que era cuestión de tiempo, quizás un día o dos, pero que al final el ánimo de ambas mujeres mejoraría y terminarían volviendo a la normalidad. Después de todo, tenían a hija, y aunque quisieran o no, la pequeña Wheein las llevaría a tener que hablar diariamente.

No obstante, para su disgusto, con el paso de los días, la interacción cortante entre Byul y Yongsun no experimentó ningún cambio, convirtiéndose casi en una guerra fría que se ocultaba cuando estaban con Wheein. Durante esos momentos, jugaban sin limitaciones e incluso podían quedarse echadas una al lado de la otra en la cama, solo porque Wheein había decidido tomar su siesta en medio de sus madres. Pero una vez que la pequeña estaba en su cuna, apenas cruzaban palabras, únicamente cuando era necesario coordinar temas relacionados con Wheein, como los futuros chequeos médicos con el pediatra o el día en que los Sres. Kim podrían visitar a su nieta.

Byul le había dicho que debía quedarse al margen con respecto a Yongsun, ya que no deseaba tener más percances con ella, asegurándole que esta vez ya no tenía ni una carta bajo la manga y que lo último que le quedaba era dejar que el tiempo haga lo suyo. Respetaría la decisión de Yongsun de no ser amigas, aunque adaptarse a la idea le costara unos días.

Sin embargo, Dahee no estaba de acuerdo. Le parecía completamente ridículo, pero ante la mirada amenazante de Byul, no tuvo más opción que aceptar. No obstante, ahora que se sentía aburrida y extrañamente reflexiva, sabía que no podía quedarse de brazos cruzados mientras la situación empeoraba día tras día.

«No creo que a Yongsun le moleste una visita», pensó.

Con una sonrisa, Dahee se levantó de la alfombra y se dispuso a tomar cartas en el asunto para resolver las cosas a su manera. Tras alistar la carriola de Wheein, asegurándose de que la pequeña estuviera cómoda y segura, se encaminó hacia la puerta, respirando hondo antes de salir.

El sol brillaba en el cielo mientras caminaba por las calles, empujando la carriola. En su interior, sentía una mezcla de nerviosismo y valentía. Sabía que no solo estaba yendo a hablar con Yongsun, sino que también estaba poniendo en juego la pequeña amistad que había construido con ella.

Al llegar a la floristería, observó a través del cristal las hermosas flores dispuestas en arreglos y ramos, mientras el tintineo de una campanilla anunciaba su entrada. Encontró a Yongsun, ocupada en atender a un cliente, pero cuando esta se percató de su presencia, su sonrisa se desvaneció, reemplazada por una expresión de sorpresa. Dejando al cliente a cargo de Hyungwon, Yongsun se acercó a ella, transmitiendo con su mirada un obvio "¿Qué haces aquí?"