Capítulo 30

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Un mes pasó en un abrir y cerrar de ojos.

Las cosas con respecto a la convivencia estaban yendo bien, bueno, al menos eso pensaba Yongsun después de haberse adaptado a su nueva rutina.

El primer cambio que hizo fue adelantar su hora de despertar, para así coordinar su horario con el de Dahee y Byul, quienes se levantaban minutos antes de las 7:30 para desayunar. Al principio, cada mañana era una batalla contra la tentación de apagar la alarma y dejarse vencer por el sueño, pero con ayuda de Dahee, que básicamente la empujaba hasta que caía de bruces al suelo, solo le tomó tres días levantarse a tiempo.

Wheein solía levantarse cerca de las 8:00 a.m., incluso más tarde si había tenido una noche difícil. Byul normalmente tomaba el primer turno para apaciguar los sollozos de Wheein arrullándola, y si eso no funcionaba, Yongsun la tomaba en brazos y caminaba cerca de quince minutos por la sala de estar mientras tarareaba cualquier melodía que recordara en ese instante, la mayoría siendo canciones que sus padres le cantaban de niña.

El segundo cambio fue darse cuenta de que al convivir con otras personas se reducía considerablemente tu privacidad, o al menos así lo consideró Yongsun cuando, a los pocos días de mudarse, Dahee entró al baño mientras ella se duchaba.

El segundo cambio llegó cuando Yongsun se dio cuenta de que volver a vivir con otras personas implicaba una pérdida considerable de privacidad. Recordó sus años de adolescencia, cuando vivía con sus padres, quienes no eran precisamente respetuosos respecto a la privacidad. Sin embargo, aquellos recuerdos quedaron en segundo plano cuando, apenas unos días después de mudarse, cuando Dahee superó a sus padres en descaro al entrar en el baño mientras ella se duchaba.

—¡¿Qué te sucede?! — gritó, mientras procuraba taparse el cuerpo con la toalla más cercana, su rostro tiñéndose de rosa — ¡No ves que está ocupado!

—No es necesario que grites — le dijo Dahee sin mirarla siquiera, concentrada en lavarse los dientes —. Toqué la puerta tres veces, no contestaste, así que perdí la paciencia. No me culpes.

—¿Y no pudiste ir al baño que Byul tiene en su habitación?

—No.

—¿Por qué no?

—Porque aquí está mi cepillo de dientes, duh — Dahee rodó los ojos —. No te hagas ilusiones, Yongsun. No entré para verte desnuda, créeme.

—¿Qué? — Yongsun enrojeció más, aferrándose aún más a la toalla alrededor de su cuerpo.

Dahee soltó una risita burlona antes de salir finalmente del baño, ignorando las amenazas de Yongsun con arrojarle el envase de champú.

Después de ese incidente, la dinámica entre Yongsun y Dahee adquirió un matiz peculiar. Yongsun había tomado la actitud molesta y descarada de la mujer pelinegra como una proclamación de guerra. Cada interacción entre ambas se volvía un juego de resistencia, donde Yongsun se esforzaba por mantenerse firme, pero Dahee, con su tranquilidad aparentemente inquebrantable parecía inmune a sus intentos de intimidación.

Fue la semana siguiente cuando Yongsun reunió el valor necesario y decidió entrar al baño mientras Dahee era quien en esta ocasión se duchaba, recibiendo una mirada con la ceja levantada por parte de Byul desde el pasillo.

—¡Ey, no es gracioso! — gritó Dahee, intentando cubrirse con la toalla, al igual que Yongsun la vez anterior.

—Solo estoy aquí para arreglarme el cabello antes de irme a trabajar — replicó Yongsun, fingiendo indiferencia —. No estoy interesada en ver... pequeñeces — añadió con una sonrisa.

Cereal con Pasitas [Moonsun][G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora